lunes, 7 de junio de 2021

¿Es liberadora la propuesta de la izquierda?

 

¿Es liberadora la propuesta de la izquierda?

No, la izquierda ha destruido el logos, por lo mismo no hay en ella capacidad de razonamiento ni de relato de ningún mito, es decir no pueden inspirar, ni movilizar ninguna fuerza liberadora.

Hay que separar la izquierda antes del muro de Berlín y la izquierda después del muro, una es materialista, dialéctica, libertaria y la otra es pos estructuralista, pos moderna promoviendo la identidad de género.

¿Tenía entonces la izquierda antes de la caída del muro de Berlín potencial liberador?

Por supuesto, pero fue un potencial que llevado al acto, se convirtió en una tragedia, luchando por la libertad termino esclavizando a medio mundo, pero había un relato y un razonamiento, que te impulsaba a creer y hasta a sacrificarte.

Se creía como lo creyó Rousseau que el hombre era bueno por naturaleza y que la sociedad, la civilización lo corrompía, así que había que corregir la civilización humana, enfrentarse al gran leviatán al estado, que era el aparato de una clase social para dominar a la otra. Tomado el estado instituir la dictadura del proletariado una negación necesaria de la libertad para luego socializar los medios de producción y gozar la libertad en plenitud sin clases sociales, sin estado, con un hombre íntegro que pueda trabajar manualmente como intelectualmente, sin ser explotado por nadie.

Aquí les dejo el video de Kropotkin para dar una muestra de esta izquierda

https://www.youtube.com/watch?v=gfzzlK-9czI...

Si bien Marx pone de cabeza a Hegel, no hace lo que hace Nietzsche descentrar el logos y abrir la caja de pandora de la voluntad de poder, Shopenhauer lo entendió muy bien la razón está dominada por la voluntad de poder, por lo mismo la razón es una puta, que se presta para justificar cualquier discurso de nuestro deseo, atrás quedo el ejercicio clásico de la razón para encontrarse consigo misma en una conciencia espiritual, lo que queda es la voluntad de poder recreando los imaginaros según su deseo, Michel Foucault será el padre de la izquierda contemporánea y todo trata ahora de este poder excluyente, vigilante que crea sus epistemes para legitimarse y la izquierda que se supone luchaba contra ese poder deconstruyendolo se convierte poco a poco en ese gran poder legitimador de discursos.

Si leemos el trabajo de Judit Butler https://drive.google.com/.../1TlZMuil61YlDj.../view... veremos que ella trata de encontrar un intersticio, entre una materialidad y una construcción cultural, ese intersticio es el espacio de la lucha performatica del discurso, donde se construye la red de poder como en un juego de go, la red reproduce los discursos sin necesidad de comprenderlos, la cuestión es empoderar los nodos, jugando este juego performatico, aquel que no juegue el juego queda fuera de todo espacio discursivo.

https://www.youtube.com/watch...

¿Esta izquierda que esta tan preocupada de legitimar y deslegitimar discursos, puede hacerle frente al capitalismo del siglo XXI?

En una entrevista hecha ayer primero de marzo a Roque Benavides en el programa de Milagros Leiva dijo que la izquierda era demagógica que así cambien la constitución, hay tratados de libre comercio con otros países, por lo mismo las propuestas de la izquierda como una nueva reforma agraria o un estado regulador, están fuera de toda posibilidad.

Lo cierto es que no están fuera podemos renegociar los tratados y cambiar la constitución que pone los contratos por sobre la ley, pero para eso la ley tendría que tener logos, razón, espíritu y no la tiene, el pueblo tendría que creer en un mito, tendría que haber un político con la capacidad de Hugo Chávez de crear un relato liberador y no lo hay, solo puras promesas que a la hora de tratar de llevarlas acabo chocaran con la realidad construida por el capital y un pueblo sin logos, sin mito no puede superar el trauma de la impotencia y la frustración.

Sagasti intenta ahora que se respete el principio de equidad, pero no tiene la capacidad de relatar un cuento que nos integre a ese principio, y no es un problema de falta de talento en él, sino que la izquierda ya no produce relatos sino performances efectistas que logran una impresión corta y luego se disuelven en la amnesia colectiva en la mar de información, mucho menos con sus dos ministras vacunadas, ¿Por qué se vacunaron? ¿Porque no? sino hay relato al que serle fiel, si no hay logos que nos haga razonar una ética y si lo puedo hacer, simplemente aprovecho mi oportunidad-

La izquierda podrá movilizar a la gente para que libere toda esa frustración en protestas violentas lo cual le hará imposible la gobernabilidad a la derecha, que la izquierda ha deslegitimado en todos sus discursos sea el de López, el de Keiko el de Soto o de cualquier otro más pero la izquierda no puede integrarse a sí misma y mucho menos integrar al pueblo para luchar realmente contra el capital.

Y el capital al que nos enfrentamos yo no solo es explotador, ya no solo convierte en mercancía a los trabajadores sino a todos en la red, donde a nadie se le paga y todos van trabajando creando contenidos, información que se convierte en riqueza solo para los dueños de las redes, es el mundo reality como en el programa yo soy donde se hace concursar a los participantes se les exige el máximo esfuerzo y como premio solo tienen el reconocimiento y como pago su existencia en los medios y a veces un paquete de galletas y una botella de gaseosa con octágonos.

https://www.youtube.com/watch?v=Wm6YFpStf6s

Hoy que en la pandemia el capitalismo ha hecho de la muerte con el oxígeno y las vacunas su gran negocio, se le dice a la izquierda que deje atrás sus traumas ideológicos, pero son más bien sus cuentos ideológicos los que dan la esperanza de superar el trauma, sin ellos solo queda la barbarie, urge una izquierda con espíritu, que vuelva al logos, yendo a la raíz de la voluntad de poder en ese vacío constitutivo, donde el ser se revela.

 

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