jueves, 29 de agosto de 2024

Sincronicidad

 

Sincronicidad

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
13los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.  

 

¿Qué  significa ser Hijo de Dios?

Pues parece que ir de coincidencia significativa a coincidencia significativa más allá  de toda causa y de toda casualidad es decir ir de sincronicidad en sincronicidad

Una señora joven a la que estaba tratando tuvo, en un momento crítico, un sueño en el que le daban un escarabajo dorado. Mientras me contaba el sueño, me senté de espaldas a la ventana, que estaba cerrada. De pronto oí un ruido detrás de mí, como un ligero golpeteo. Me di la vuelta y vi un insecto que golpeaba contra el cristal por la parte exterior. Abrí la ventana y cogí al animalito en el aire al entrar. Era lo más parecido al escarabajo dorado que se encuentra en nuestras latitudes: un escarabajo escarabeido, la centonia dorada común (Centonia aurata), que, en contra de sus costumbres habituales, había sentido, sin duda, la necesidad de entrar en una habitación oscura en aquel preciso momento. He de admitir que no me había sucedido nada parecido ni antes ni después y que el sueño de la paciente ha permanecido como algo único en mi experiencia 

 

Sincronicidad significa, por tanto, el acontecimiento simultáneo de un cierto estado psíquico con uno o más sucesos externos que aparecen como paralelos significativos en el estado subjetivo momentáneo —y viceversa en algunos casos.

 

Pero ¿Podemos crear sincronicidades?

Los hijos de Dios pueden,  pero ¿Quiénes son los hijos de Dios?

El otro día vi esta película: https://www.youtube.com/watch?v=9d6yprNjYUI&list=PL6rJERX6hPKDGuZVwALD4EkdeQekPPru9  

El gran cuaderno basada en la novela de Agota Kristof 

https://andrespr5.wordpress.com/wp-content/uploads/2019/09/3.2.-a.kristof.-el-gran-cuaderno.pdf

 

“Sí, hay un medio de pasar la frontera: hacer que alguien pase antes que uno”

 

El gran cuaderno es la primera novela de una trilogía publicada en España por la editorial El Aleph bajo el título Claus y Lucas. Las dos novelas que siguen a El gran cuaderno son La prueba y La tercera mentira.

Dicen los críticos que la mejor novela de las tres es El gran cuaderno y que sólo por ella Agota Kristof merece estar entre los mejores escritores europeos del siglo XX, tanto por lo que cuenta como por la manera en que lo cuenta. La novela asombra por la dureza, intensidad y crueldad de alguna de sus páginas y por su ordenación en capítulos muy breves, de frases muy sencillas y cortas.

Agota Kristof nació en Hungría en 1935, huyó a Suiza tras el fracaso de la Revolución de Hungría en 1956 y comenzó entonces, a la edad de 21 años a estudiar francés, idioma en el que escribiría su obra.

Los protagonistas de El gran cuaderno son dos hermanos gemelos que son entregados por su Madre al cuidado de su Abuela, con la condición de que, para comer y dormir en la casa, tienen que trabajar.

Ningún personaje tiene nombre, tampoco ningún lugar.

Los chicos vienen de la Gran Ciudad al Pueblo donde encontrarán al carpintero, al librero, al cura, a la criada del cura, etc., lo que da a este relato un carácter de universalidad. Solo hay un personaje individualizado, con un mote, Bec-de-Lievre. (Labio leporino). Por lo que las peripecias que viven estos muchachos las puede vivir cualquier muchacho en cualquier parte del mundo que esté en guerra.

No les resulta fácil convivir con la Abuela, a quien en el pueblo llaman Bruja, una mujer que huele mal porque no se lava y que tampoco les lava a ellos —no hay con qué hacerlo—. Todo es suciedad en la casa. Los utensilios de cocina están llenos de mugre. La Abuela no se cambia nunca de ropa; tampoco lleva bragas. Si tiene que orinar se agacha y lo hace donde le pilla. Y siempre para dirigirse a ellos los llama hijos de puta más la relación que logran tener  con la abuela se hace cada vez más estrecha al punto de no querer abandonarla. 

En el Pueblo no hay ni escuela ni maestro, pero ellos encuentran el medio para aprender. Se hacen inmunes al dolor o los insultos de los aldeanos. Consiguen, por medio de la lógica, que el librero les proporcione lápiz y papel para hacer ejercicios de escritura: “…Las palabras que definen los sentimientos son muy vagas; es mejor evitar usarlas y atenerse a la descripción de los objetos, de los seres humanos y de uno mismo, es decir, a la descripción fiel de los hechos”, escriben en el Gran Cuaderno.

A lo largo de la novela vemos cómo estos niños se adaptan al medio, cómo aprenden a utilizar los recursos que tienen a su alcance, cómo evolucionan. Es interesante ver cómo se comportan frente a un desertor o un oficial, cómo aprenden a matar. Más peculiar, sin embargo, es cómo conocen y viven el sexo. Dentro de la dureza de la novela, hay capítulos que te sacan una sonrisa, aunque sea amarga.

Acabada la guerra prefieren quedarse en el Pueblo a marcharse con su madre.

Finalmente aparece el Padre, mutilado. Necesita cruzar la frontera y pide ayuda a sus hijos. Los chicos no se la niegan.

Desde mi punto de vista es una novela de supervivencia, muy cruda, descarnada, en la que la guerra aparece como telón de fondo de todos los acontecimientos. La guerra es el escenario cruel que convierte a los dos hermanos en una alegoría estremecedora de lo que un enfrentamiento armado puede hacer con los seres humanos. La reflexión final resulta tan descarnada como la novela: ¿Es consolador que unos chiquillos aprendan a convivir con una realidad tan cruel?

 

Si aceptamos que además de una purificación erótica, hay una purificación tanatica, al respuesta es que si, mientras en el erotismo nos sacrificamos para alcanzar la luz ¿Qué  sacrificamos? Nuestras pulsiones las cuales quedan reprimidas, convertidas y suspendidas   en el tanatismo sacrificamos esa luz para que las pulsiones acontezcan con toda su fuerza en la acción.     

Teniendo estos dos movimientos y haciendo que estos movimientos coincidan en una unidad es que logramos la sintransferencia y logrando la sintransferencia es que logramos la sintergia y la sincronicidad.

Veamos esto haciendo un breve repaso de  las nociones “científicas” y es que si hablamos de ciencia  desde la sintergia, la sintrafeencia, y la sincronicidad todo aquello que este determinado por causalidades y casualidades no es realmente verdadero:

 

Desde la época que los historiadores consideran como los tiempos modernos, la humanidad ha creído que la naturaleza del universo era ordenada y, por lo tanto, previsible y explicable. Veamos, por ejemplo, a René Descartes, un matemático y filósofo del siglo xvii que creó muchos conceptos que en la actualidad siguen siendo muy importantes para las matemáticas y otros campos (al menos eso creo, ¿te suena de algo «Pienso, luego existo»?), pero que, sin embargo, lanzó una teoría que nos ha hecho en realidad más mal que bien. Descartes fue el defensor del modelo mecanicista del universo: la idea de que el universo está regido por leyes previsibles. 

 

En lo que respecta al pensamiento humano, Descartes se enfrentó con un auténtico reto: la mente humana poseía demasiadas variables como para encajar en alguna ley física. Al no poder unir su conocimiento del mundo físico con el de la mente, aunque tuviera que tener ambos en cuenta, Descartes recurrió a un ingenioso juego mental (un juego de palabras). Dijo que, como la mente no estaba sujeta a las leyes del mundo físico objetivo, estaba fuera del alcance de la investigación científica. El estudio de la materia era competencia de la ciencia (la materia, y no la mente). En cambio, la mente, al ser el instrumento de Dios, era a la religión a la que le competía estudiarla (la mente, y no la materia). Descartes inició un sistema de creencias que imponía una dualidad entre los conceptos de mente y materia. Durante siglos esta división se consideró un conocimiento aceptado de la naturaleza de la realidad. Los experimentos y las teorías de Isaac newton ayudaron a perpetuar las ideas cartesianas. El matemático y científico inglés no sólo consolidó el concepto del universo como una máquina, sino que creó una serie de leyes que afirmaban que los seres humanos podíamos determinar, calcular y predecir con precisión las formas ordenadas con las que el mundo físico funcionaba. Según el modelo físico newtoniano «clásico», todo se consideraba sólido. Por ejemplo, la energía se interpretaba como una fuerza que movía los objetos o cambiaba el estado físico de la materia. Pero, como verás, la energía es mucho más que una fuerza exterior ejercida sobre la materia. La energía es el entramado mismo de lo material y responde a la mente. Por extensión, la labor científica de Descartes y newton estableció un modo de pensar según el cual la realidad estaba gobernada por principios mecanicistas, la humanidad apenas podía influir en los resultados. Toda la realidad estaba predeterminada. Dada esta visión, no es extraño que los seres humanos empezaran a dudar sobre la idea de que sus acciones importaran y ni se plantearan que sus pensamientos fueran importantes o que el libre albedrío desempeñara un papel en el universo. ¿Acaso muchos de nosotros no seguimos suponiendo (de manera consciente o inconsciente) que los seres humanos somos a menudo poco más que víctimas? Como estas apreciadas ideas de Descartes y newton prevalecieron durante siglos, fue necesario un pensamiento revolucionario para contrarrestarlas.

Einstein: no sólo se agitan las aguas, sino también el universo Cerca de doscientos años después de newton, Albert Einstein creó su famosa ecuación E = mc2 , que evidenció que la energía y la materia están tan inextricablemente ligadas que son lo mismo. Su labor científica demostró que la materia y la energía son totalmente intercambiables. Esta teoría contradecía el pensamiento de newton y Descartes y marcaba el comienzo de una nueva comprensión del funcionamiento del universo. Einstein no destruyó nuestra antigua idea de la naturaleza de la realidad. Pero socavó sus fundamentos, con lo que algunas de las estrechas y rígidas formas de pensar acabaron desmoronándose. Sus teorías desencadenaron una investigación sobre la extraña conducta de la luz. Los científicos observaron que la luz algunas veces se comportaba como una onda (cuando, por ejemplo, doblaba una esquina) y otras como una partícula. ¿Cómo era posible que la luz fuera onda y partícula a la vez? Según la visión de Descartes y de newton, esto era imposible, un fenómeno tenía que ser una cosa o la otra. Se hizo patente rápidamente que el modelo dualista cartesiano/ newtoniano era imperfecto a nivel básico: el subatómico. (Subatómico se refiere a las partes —electrones, protones, neutrones, etc.— de los átomos, los elementos básicos que integran la materia.) Los componentes esenciales de nuestro llamado mundo físico son tanto ondas (energía) como partículas (materia física), dependiendo de la mente del observador (profundizaré en este tema más adelante). Para entender cómo funciona el mundo, tenemos que analizar sus componentes más diminutos.

 

El nuevo campo científico llamado física cuántica surgió de estos experimentos en particular. La tierra que nos sostiene... no es tan sólida Este cambio alteró por completo la imagen del mundo donde creíamos vivir y nos llevó a la proverbial situación de «descubrirnos colgando del vacío» cuando creíamos estar con los pies bien plantados en la tierra. ¿Cómo ocurrió? Acuérdate de los antiguos modelos del átomo fabricados con palillos y bolitas de poliestireno. Antes de la aparición de la física cuántica, se creía que el átomo se componía de un núcleo relativamente sólido formado por objetos menos sólidos situados dentro o alrededor de él. Como los científicos pensaban que podrían medir (calcular la masa) y contar las partículas subatómicas de un átomo con un instrumento lo bastante potente, el átomo les parecía tan sólido como vacas pastando. Creían que los átomos estaban hechos de materia sólida. Pero el modelo cuántico reveló que no era así. Los átomos se componen principalmente de espacio vacío, son energía. Piensa en lo siguiente: en tu vida todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos o de patrones de frecuencia de información. La materia es más «nada» (energía) que «algo» (partículas). 

 

 

 

 

Figura 1C. Éste es el modelo más realista de un átomo. Materialmente es «nada», pero potencialmente lo es todo.

 

 

 

 

 

 

 

 

Otro enigma: las partículas subatómicas y los objetos de mayor tamaño no están sujetos a las mismas leyes Pero esto solo no bastaba para explicar la naturaleza de la realidad. Einstein y otros científicos tenían otro enigma que resolver: la materia no parecía comportarse siempre de la misma forma. Cuando los físicos empezaron a observar y medir el diminuto mundo del átomo, descubrieron que a nivel subatómico los elementos básicos del átomo, a diferencia de los objetos de mayor tamaño, no se regían por las leyes de la física clásica.  

 

 

 

Los hechos relacionados con el comportamiento de los objetos «de mayor tamaño» eran previsibles, reproductibles y constantes. Cuando aquella manzana legendaria cayó del árbol y se dirigió hacia el centro de la Tierra hasta chocar contra la cabeza de newton, su masa se fue acelerando con una fuerza constante. Pero los electrones, como partículas, se comportaban de manera imprevisible e inusual. Cuando interactuaban con el núcleo del átomo y se dirigían a su centro, ganaban y perdían energía, aparecían y desaparecían, y surgían por todas partes sin respetar los límites del tiempo y el espacio. ¿Acaso el mundo de lo pequeño se regía por unas leyes muy distintas a las del mundo de lo grande? Si las partículas subatómicas, como los electrones, eran el componente básico de todo lo existente en la naturaleza, ¿cómo era posible que estuvieran sujetas a unas leyes distintas a las de las cosas que creaban? De la materia a la energía: las partículas son el no va más en el arte de esfumarse Los científicos pueden medir, a nivel de los electrones, características que dependen de la energía, como las longitudes de onda, el potencial eléctrico y otras, pero estas partículas tienen una masa tan infinitesimalmente pequeña y una existencia tan efímera que son casi inexistentes. Por eso el mundo subatómico es único. Posee tanto cualidades físicas como cualidades energéticas. De hecho, la materia a nivel subatómico existe como un fenómeno momentáneo. Es tan fugaz que está constantemente apareciendo y desapareciendo, aparece en las tres dimensiones y desaparece en la nada —en el campo cuántico, en el sin espacio y sin tiempo—, transformándose de partícula (materia) en onda (energía) y viceversa. Pero ¿adónde va cuando se esfuma? 

 

 

El electrón existe como una onda de probabilidad en un instante y al siguiente aparece como partícula sólida, después desaparece en la nada y reaparece en otro lugar 

 

 

La creación de la realidad: la energía responde a la atención Volvamos al modelo de la vieja escuela de la estructura del átomo fabricado con palillos y bolitas de poliestireno. En aquel tiempo se creía que los electrones orbitaban alrededor del núcleo como los planetas orbitan alrededor del Sol. Pero si fuera así, podríamos señalar dónde se encuentran, ¿verdad? La respuesta es sí, por decirlo de alguna manera, pero no por la razón que se creía. Lo que los físicos cuánticos descubrieron es que la persona que está observando (o midiendo) las infinitesimales partículas del átomo afecta la conducta de la energía y la materia. Los experimentos cuánticos demostraron que los electrones existen como una infinidad de posibilidades o de probabilidades en un campo invisible de energía. Pero sólo cuando el observador se fija en cualquier localización de un electrón, es cuando aparece ese electrón. En suma, una partícula no puede manifestarse en la realidad, es decir, en el espacio-tiempo tal como nosotros lo conocemos, hasta que es observada.1 La física cuántica llama a este fenómeno «colapso de la función de onda» o «efecto observador». Ahora sabemos que en el momento en que el observador busca un electrón hay un punto concreto en el tiempo y el espacio en el que todas las posibilidades del electrón se colapsan en un suceso físico. Con este descubrimiento, mente y materia ya no pueden seguir considerándose dos cosas distintas; están intrínsecamente ligadas, porque la mente subjetiva ejerce cambios perceptibles en el mundo físico objetivo. A nivel subatómico, la energía responde a tu atención y se convierte en materia. ¿Cómo cambiaría tu vida si aprendieras a dirigir el efecto observador y a colapsar infinitas ondas de probabilidad en la realidad que eliges? ¿Serías un mejor observador de la vida que deseas vivir? Al observador le están esperando una infinidad de posibles realidades Piensa en lo siguiente: todo cuanto existe en el universo físico está hecho de partículas subatómicas como los electrones. Por naturaleza, estas partículas, cuando existen como puro potencial, están en estado de onda mientras no son observadas. Potencialmente son «todo» y «nada» hasta que las observan. Existen por todas partes y en ningún lugar hasta que son observadas. Por lo tanto, todo lo que existe en nuestra realidad física existe como puro potencial. Si las partículas subatómicas pueden existir de forma simultánea en una infinidad de posibles lugares, somos en potencia capaces de colapsar en una infinidad de posibles realidades. Es decir, si puedes imaginar un acontecimiento futuro en tu vida basándote en cualquiera de tus deseos, esta realidad ya existe como posibilidad en el campo cuántico, esperando a que la observes. Si tu mente puede influir en la aparición de un electrón, en teoría también puede influir en la aparición de cualquier posibilidad. ¿Significa que el campo cuántico contiene una realidad en la que estás sano y eres rico y feliz, y que ya posees todas las cualidades y capacidades de tu yo ideal en el que piensas?

No la filosofía descubre este en si potencia metafísico en la filosofía clásica, pero en la filosofía moderna lo que se descubre es el para sí y en esta para en el que estamos todos nuestra conciencia no accede al noúmeno, vive en los fenómenos y si intentara acceder al noúmeno, nuestra conciencia quedaría envuelta en una contradicción y entonces se necesita un proceso dialectico  en el que desde el para sí hagamos la negación volviendo al en sí y luego la negación de la negación para superar el para sí y lograrla síntesis del en si para sí, la base de esta experiencia es el misterio pascual, por lo mismo si creemos que con nuestra mente podemos cambiar la realidad estamos muy equivocados porque nuestra mente es un lugar de permanente   y esa contradicción solo se resuelve en Dios, solo los hijos de Dios es decir aquellos que superan la contradicción de su conciencia en Cristo pueden realizar la biodramaturgia y esto es muy importante la realidad es oposición, no es que vas a recrear la realidad según tu deseo sino que tu acción siempre va a entrar en oposición a otra conciencia así como  el misterio pascual nos religa con Dios el misterio dharmico permite que Dios acontezca superando toda oposición  

 

 Pero sigamos  leyendo y veremos  la  mediación  de la atención, siendo esta no nuestra atención sino la atención De Dios en Dios del Padre en el hijo, para colapsar las partículas cuánticas y organizar una infinidad de ondas subatómicas de probabilidad en una situación física deseada llamada experiencia vital. Su mente moldea la energía de las posibilidades infinitas como si se tratara de arcilla. Y si la materia está hecha de energía, tiene sentido que la conciencia («mente», en este caso, como newton y Descartes la llamaban) y la energía («materia», según el modelo cuántico) estén tan íntimamente ligadas que sean lo mismo. Mente y materia están entretejidas. Tu conciencia (mente) afecta la energía (materia) porque tu conciencia es energía y la energía tiene conciencia. Más tú  no  Eres lo bastante poderoso como para influir en la materia porque si bien  a nivel básico eres energía con conciencia, tu conciencia no está integrada a tu trabajo es decir a tu energía   porque tu conciencia se separó de la conciencia divina  y solo cuando resucites tu conciencia y tú trabajo serán uno solo, si bien la primera resurrección es espiritual, la segunda al de tu alma modificando todos los comportamientos, la tercera es la de tu cuerpo y hasta que esta no suceda no estarás realmente integrado, es decir nos eras completamente libe y los sistemas que se rigen por causalidad y casualidad te seguirá determinando . Eres materia consciente. En el modelo cuántico, el universo físico es un campo de información inmaterial, interconectado y unificado, que en potencia lo es todo pero físicamente no es nada. El universo cuántico está esperando a que un observador consciente integrado en Dios  (tú o yo) llegue e influya en la energía en forma de materia potencial con su mente y su conciencia (que son en sí mismas energía) para que las ondas de probabilidades energéticas se manifiesten en materia física. Al igual que la onda de posibilidad del electrón se manifiesta como partícula en un hecho momentáneo en concreto, nosotros, los observadores, podemos hacer que una partícula o grupos de partículas se manifiesten en experiencias físicas en forma de acontecimientos en nuestra vida. Esto es crucial para entender cómo puedes producir un efecto o hacer un cambio en tu vida. Cuando aprendes a mejorar tu capacidad de observación para afectar tu destino, ya estás en camino de vivir la versión ideal de tu vida al convertirte en la versión idealizada, arquetípica que Dios ha creado. 

 

En el campo cuántico estamos conectados a todo Como todo cuanto existe en el universo, nosotros también estamos conectados a un mar de información que se encuentra en una dimensión más allá del tiempo y el espacio. En el campo cuántico, no necesitamos estar en contacto con ningún elemento físico, o ni siquiera cerca de él, para afectarlo o para que nos afecte. El cuerpo físico se compone de patrones energéticos organizados o de información que forman una unidad con todo cuanto existe en el campo cuántico. Tú, como todo el mundo, emites un patrón energético característico o una impronta. En realidad, toda la materia está emitiendo siempre un determinado patrón energético. Y esta energía acarrea una información. Tus cambiantes estados mentales modifican de manera consciente o inconsciente esta impronta a cada instante porque no eres sólo un cuerpo físico, sino también una conciencia valiéndose de un cuerpo y un cerebro para expresar distintos estados mentales. Otra forma de ver la interconexión entre los seres humanos y el campo cuántico es por medio del concepto del entramado cuántico o la conexión no local cuántica. Básicamente, en cuanto dos partículas se vinculan de algún modo, siempre estarán unidas más allá del espacio y el tiempo. Por eso, todo lo que se haga con una se hará con la otra, aunque estén separadas en el espacio. Y como los seres humanos también estamos hechos de partículas, estamos implícitamente conectados más allá del espacio y el tiempo. Lo que hacemos a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos. Piensa en las implicaciones de este concepto. Si puedes asimilarlo, tendrás que aceptar que ese «yo» tuyo que existe en un probable futuro ya está conectado a tu «yo» actual, en una dimensión más allá del tiempo y el espacio.   Una extraña ciencia: ¿podemos influir en el pasado? Como todos estamos interconectados más allá del espacio y el tiempo, como todo está   biotejido espiritualmente, si volvemos al biotejido y entrelazado cuanticamente   ¿nuestros pensamientos y sentimientos pueden influir en las situaciones del pasado y en las que deseamos del futuro? En julio de 2000, el médico israelí Leonard Leibovici realizó una prueba controlada aleatoria de doble ciego con 3.393 pacientes hospitalizados, divididos en un grupo de control y un grupo de «intercesión». Quería comprobar si la oración tenía un efecto en la enfermedad de estas personas.2 Los experimentos llevados a cabo con la oración son importantes ejemplos de cómo la mente afecta a la materia desde lejos. Pero sigue leyendo, porque no todo es siempre lo que parece. Leibovici seleccionó a pacientes hospitalizados aquejados de sepsis (una infección). Después los dividió al azar en dos grupos. Uno sería objeto de oraciones y el otro no. Comparó los resultados basándose en tres factores: la duración de la fiebre, la duración de la estancia en el hospital y el número de muertes provocadas por la infección. A los pacientes objeto de oraciones la fiebre les duró menos y fueron dados de alta más pronto. La diferencia en la mortalidad de ambos grupos no fue demasiado importante, aunque en el grupo objeto de oraciones el porcentaje de muertes fue menor. Es una poderosa demostración de los beneficios de la oración y de  cómo podemos transmitir con nuestros pensamientos y sentimientos una intención al campo cuántico. no obstante, hay otro elemento de esta historia que debes conocer. ¿no te parece extraño que en julio de 2000 un hospital tuviera más de tres mil casos de pacientes hospitalizados por esta infección? ¿Dejaban mucho que desear las condiciones de limpieza o proliferó en él alguna clase de contagio? Pero los investigadores descubrieron que las personas que rezaron no habían estado rezando por los pacientes infectados en el año 2000, sino que, sin saberlo, rezaron por las personas que habían estado en el hospital desde 1990 hasta 1996, ¡de cuatro a diez años antes del experimento! Los pacientes objeto de las oraciones mejoraron en la década de 1990 por el experimento realizado varios años más tarde. Lo explicaré de otro modo: a los pacientes que fueron objeto de las oraciones en el año 2000, les mejoró visiblemente la salud, pero estos cambios ocurrieron varios años antes. Un análisis estadístico de este experimento reveló que estos efectos no fueron en absoluto una casualidad, lo que demostró que nuestras intenciones, pensamientos y sentimientos, e incluso nuestras plegarias, no sólo afectan nuestro presente o futuro, sino también nuestro pasado. Este hecho nos lleva a una pregunta: si rezaras (o te centraras en una intención) para que tu vida mejorara, ¿podrías afectar el pasado, el presente y el futuro? La ley cuántica dice que todas las posibilidades existen simultáneamente. nuestros pensamientos y sentimientos afectan todos los aspectos de nuestra vida, más allá del espacio y el tiempo. Nuestro estado del ser o estado mental: cuando mente y cuerpo son uno En este libro me referiré de manera intercambiable a tener y crear un estado del ser o un estado mental. Por ejemplo, se podría decir que lo que piensas y sientes crea un estado del ser. Ten en cuenta que cuando  uso los términos estado del ser y estado mental, tu cuerpo físico forma parte de este estado. En realidad, como verás más adelante, mucha gente existe en un estado en el que el cuerpo se ha «convertido» en la mente, cuando se rigen sólo por el cuerpo y lo que éste siente. Cuando hablo del observador causando un efecto, no es sólo el cerebro el que está influyendo en la materia, sino también el cuerpo. Es tu estado del ser (cuando mente y cuerpo son uno), como observador, el que afecta el mundo exterior. Pensamientos + sentimientos producen resultados en los tubos de ensayo nos comunicamos con el campo cuántico sobre todo por medio de los pensamientos y sentimientos. Como nuestros pensamientos son en sí mismos energía —como ya sabes, los impulsos eléctricos del cerebro se pueden medir con un electroencefalograma—, son uno de los principales medios con los que enviamos señales al campo. Antes de explicar con más detalle cómo funciona, me gustaría compartir contigo un estudio sorprendente que demuestra cómo nuestros pensamientos y sentimientos influyen en la materia. Glen Rein, biólogo celular, creó una serie de experimentos para comprobar la capacidad de los sanadores de afectar los sistemas biológicos. Como el ADn es más estable que sustancias como las células o los cultivos bacteriológicos, decidió que los sanadores sostuvieran tubos de ensayo que contenían ADn.3 Este estudio tuvo lugar en el Centro de Investigación HeartMath de California. Los científicos del centro habían estado realizando investigaciones extraordinarias sobre la fisiología de las emociones, las interacciones entre el corazón y el cerebro, y muchas otras más. Habían descubierto, junto con otros investigadores, que existe una relación entre los estados emocionales y el ritmo cardíaco. Cuando tenemos emociones negativas (como la ira y el miedo), el ritmo cardíaco se vuelve desacompasado y desorganizado. En cambio, emociones positivas (como el amor y la dicha) generan patrones sumamente regulares y organizados a los que los investigadores del HeartMath llaman coherencia cardíaca. En el experimento del doctor Rein, se estudió primero a un grupo de diez sujetos habituados a aplicar las técnicas del HeartMath en las que uno se concentra en el corazón para aumentar la coherencia cardíaca. Los participantes, valiéndose de estas técnicas, generaron sentimientos intensos y elevados como el amor y el agradecimiento, y después durante dos minutos sostuvieron tubos de ensayo con muestras de ADn suspendidas en agua desionizada. Pero al analizar las muestras, no se apreció estadísticamente ningún cambio importante en ellas. Un segundo grupo de participantes entrenados hizo lo mismo, pero en vez de generar sólo emociones positivas (un sentimiento) de amor y agradecimiento, las combinaron con la intención (un pensamiento) de enrollar y desenrollar las hebras del ADn. Este grupo produjo estadísticamente cambios importantes en la configuración (forma) de las muestras de ADn. En algunos casos el ADn se enrolló y desenrolló ¡hasta un 25 por ciento! El tercer grupo de sujetos entrenados mantuvo la clara intención de cambiar el ADn, pero les dijeron que no entraran en un estado emocional positivo. Es decir, sólo utilizaron el pensamiento (la intención) para afectar la materia. ¿El resultado? Las muestras de ADn no acusaron ningún cambio. El estado emocional positivo del primer grupo de participantes no modificó el ADn. El otro grupo, que generó una intención sin acompañarla de una emoción, tampoco lo alteró. Los únicos que lograron producir el efecto deseado fueron los participantes que pensaron en un objetivo claro y lo acompañaron con una emoción elevada. Un pensamiento en forma de intención necesita un elemento energizador, un catalizador: y esta energía es una emoción elevada. El corazón y la mente actuando como uno. Los sentimientos y los pensamientos unidos en un estado del ser. Si un estado del ser puede enrollar y  desenrollar hebras de ADn en dos minutos, ¿qué nos está mostrando sobre nuestra capacidad de crear una realidad? El experimento del HeartMath demuestra que el campo cuántico no responde simplemente a nuestros deseos: nuestras peticiones emocionales. ni tampoco a nuestras intenciones: nuestros pensamientos. Sólo nos responde cuando estos dos factores son afines o coherentes, es decir, cuando emiten la misma señal. Cuando combinamos una emoción elevada con un corazón abierto, y una intención consciente con un pensamiento claro, hacemos que el campo nos responda de forma asombrosa. El campo cuántico no responde a lo que queremos, sino a quién estamos siendo.

 

Y entonces entramos de lleno al plano ontológico el problema es que este plano no puede ser probado por lo empírico fenoménico podemos citar un montón de experimentos pero estos no prueban anda porque pónganse a pensar si la conciencia puede recrear la realidad, ¿Cómo esta recreación va a poder ser probada, por la conciencia que cree haberla recreado por las conciencia que no pero que según esta conciencia biodramaturgia si fueron recreadas por ella? Hay que comprender entramos en una guerra de imaginarios en una metafísica de la violencia donde cada imaginario cada metafísica se va a objetivar en un sistema desde un cibernética de tercer orden ¿Cómo se prueba un sistema de tercer orden? Sus bases en el idealismo absoluto y en el empirismo puro como en la coincidencia de opuestos, son místicas y por lo mismo no pueden ser probadas desde fuera  y una vez desde dentro ¿Qué te dice a ti que no solo una sugestión provocada por la transferencia de alguien o de ti mismo?  Pero a diferencia del empirismo que realmente no penetra en la materialidad o del idealismo que no penetra en la idea, aquí la idea ilumina y la materia es transformada por el solo lenguaje, mas no puede ser probada porque no hay causa que probar ni probabilidad que medir, las cosas acontecen desde la comunión, esos intentos de describir experimentos son solo llamados para ver más allá  de los sistemas, pero los sistemas de tercer orden no poder ser probados estos solo pueden ser percibidos en su alteración de los sistemas de primer y de segundo orden revelando y develando una extrañeza que no puede ser explicada porque no necesita explicación.          

¿Y entonces porque seguir explicando? Porque el verbo sigue llamando, como llamo a la materia y muy poca llego a la luz.  

Los pensamientos y sentimientos: enviando nuestra señal electromagnética al campo cuántico Dado que cada potencial en el universo es por naturaleza una onda de probabilidad que irradia un campo electromagnético y se compone de energía, es lógico que nuestros pensamientos y sentimientos no sean una excepción. El modelo según el cual los pensamientos se ven como la carga eléctrica y los sentimientos como la carga magnética en el campo cuántico me parece muy útil. nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo. Y nuestros sentimientos atraen magnéticamente situaciones en la vida. Al unirse, lo que pensamos y lo que sentimos produce un estado del ser que genera una huella electromagnética que a su vez influye en cada átomo de nuestro mundo. Este hecho hace que nos preguntemos: ¿Qué estoy transmitiendo (de manera consciente o inconsciente) en la vida cotidiana? Todas las experiencias existen en potencia como improntas electromagnéticas en el campo cuántico. Hay una infinidad de posibles huellas electromagnéticas —de genialidad, riqueza, libertad, salud— que  ya existen como un patrón de frecuencia de energía. Si al cambiar tu estado del ser crearas un nuevo campo electromagnético que coincidiera con este potencial en el campo cuántico de la información, ¿es posible que te toparas con esta situación al ser atraído por ella o que la situación te encontrara a ti? 

 

Para experimentar un cambio, observa un nuevo resultado con una nueva mente Es muy sencillo, nuestra rutina cotidiana y los pensamientos y sentimientos de siempre perpetúan el mismo estado del ser, el cual crea las mismas conductas y la misma realidad. Si queremos cambiar algún aspecto de nuestra realidad, tenemos que pensar, sentir y actuar de nuevas formas, tenemos que «ser» distintos en cuanto a cómo respondemos a las experiencias. Tenemos que «convertirnos» en otra persona y crear el nuevo estado mental necesario para observar un nuevo resultado con esta nueva mente. Desde un punto de vista cuántico, debemos crear un estado distinto del ser como observador y generar una nueva huella electromagnética. Así haremos que la realidad que queremos materializar coincida con la que existe en el campo como una posibilidad electromagnética. En cuanto coincide quien estamos siendo (lo que estamos transmitiendo) con la posibilidad electromagnética en el campo cuántico, esta realidad potencial nos atraerá o nos encontrará a nosotros. Sé que es frustrante cuando nuestra vida parece ser una serie interminable de pequeñas variaciones con los mismos resultados negativos. Pero mientras sigas siendo el mismo de siempre, mientras tu huella electromagnética siga siendo la misma, no puedes esperar obtener un nuevo resultado. Cambiar tu vida es cambiar tu energía, para poder hacer un cambio básico en tu mente y en tus emociones. Si deseas obtener un nuevo resultado, debes suprimir el hábito de ser el mismo de siempre y reinventarte. El cambio requiere coherencia: alinea tus pensamientos y sentimientos ¿En qué se parece tu estado del ser con un rayo láser? Esta comparación ilustra otra cosa que necesitas saber si quieres que tu vida cambie. Un rayo láser es el ejemplo de una señal muy coherente. Cuando los  físicos hablan de una señal coherente, se refieren a una señal con ondas «en fase»: los valles (puntos más bajos) y montes (puntos más altos) son paralelos. Cuando estas ondas son coherentes, son mucho más potentes. Las ondas de una señal están alineadas o desalineadas, son coherentes o incoherentes. Con tus pensamientos y sentimientos ocurre lo mismo. ¿Cuántas veces has intentado crear algo, creyendo en tu mente que lo lograrías, mientras el corazón te decía lo contrario? ¿Qué resultado produjo aquella señal incoherente/desfasada que estabas enviando? ¿Por qué no se manifestó nada en tu vida? Como acabas de ver en el estudio del HeartMath, la creación cuántica sólo funciona cuando tus pensamientos están alineados con tus pensamientos. Las ondas de una señal son mucho más potentes cuando son coherentes, y lo mismo ocurre cuando tus pensamientos están alineados con  tus sentimientos. Cuando tus pensamientos claros y centrados en tu objetivo van acompañados de una apasionada implicación emocional, transmites una señal electromagnética más potente que te atrae hacia una posible realidad que coincide con la que tú deseas. En mis talleres suelo hablar con frecuencia de una abuela, una mujer a la que yo adoraba. Era una italiana chapada a la antigua, su sentimiento católico de culpa era tan fuerte como su costumbre de hacer salsa de tomate para acompañar la pasta. Estaba siempre rezando para que se cumplieran sus deseos y pensaba en cambiar de vida, pero el sentimiento de culpa que le habían inculcado en la infancia distorsionaba la señal que enviaba. Sólo conseguía manifestar más razones para sentirse culpable. Si tus intenciones y deseos no han producido lo que tú querías, seguramente significa que has estado enviando un mensaje incoherente y confuso al campo. A lo mejor quieres la abundancia, tienes pensamientos «de ser rico», pero si te sientes pobre, no vas a atraer la abundancia en tu vida. ¿Por qué no? Porque los pensamientos son el lenguaje del cerebro, y los sentimientos el lenguaje del cuerpo. Estás pensando una cosa y sintiendo otra totalmente distinta. Y cuando la mente va en contra del cuerpo (o viceversa), el campo no responde de forma coherente. Pero cuando la mente y el cuerpo actúan unidos, cuando nuestros pensamientos son afines a nuestros sentimientos, cuando nos encontramos en un nuevo estado del ser, estamos enviando una señal coherente a la «antena» de lo invisible. 

 

Pero comprendamos la mente no coincide con el cuerpo y no coincidirán plenamente hasta la resurrección  y entonces ¿Qué  hacemos? Traspasamos con la conciencia el cuerpo y no religamos en un idealismo absoluto y luego traspasamos con nuestro cuerpo es decir con nuestra voluntad la conciencia para que acontezca la acción, estando la clave en el amor que es una ficción que une la conciencia con la voluntad, el problema es que nosotros entendemos la ficción como una mentira cuando más bien es la develación de lo real en la realidad, es decir la revelación de la fe.    

Por esto los resultados cuánticos deben sorprendernos Hay otro elemento que debemos tener en cuenta. Para poder cambiar nuestra realidad, los resultados que atraemos deben sorprendernos, incluso dejarnos pasmados, en su forma de manifestarse. no debemos intentar predecir nunca cómo nuestras nuevas creaciones se manifestarán, deben llegar inesperadamente, despertarnos del sueño de la realidad rutinaria a la que nos hemos acostumbrado. Estas manifestaciones tienen que dejarnos convencidos de que nuestra conciencia ha entrado en contacto con el campo cuántico de inteligencia, para inspirarnos a volver a hacerlo. El proceso creativo tiene esta parte tan agradable. ¿Por qué habrías de querer tener una sorpresa cuántica? Porque si puedes prever un acontecimiento, ya no es una novedad, sino algo rutinario y automático, y esta experiencia ya la has vivido de sobra. Si puedes predecirlo, significa que tu yo de siempre ha creado el mismo resultado de siempre. De hecho, si intentas controlar cómo ocurrirá un resultado, te estás conduciendo como un «newtoniano». La física (clásica) newtoniana consistía en intentar anticipar y predecir los acontecimientos, era una cuestión de causa y efecto. ¿Qué significa «conducirse como un newtoniano» cuando lo aplicas a tu capacidad de crear? Quiere decir que el mundo exterior está controlando tu mundo interior (pensamientos/sentimientos). Esto es la causa y el efecto. En su lugar, si cambias tu mundo interior —el modo de pensar y sentir—, verás que el mundo exterior cambia gracias a tus esfuerzos. Intenta crear una experiencia nueva y desconocida en tu vida. Y cuando te ocurra de manera inesperada, te llevarás una grata sorpresa. Significará que te acabas de convertir en un creador cuántico. Que has pasado de la «causa y efecto» a ¿«causar un efecto»?. No otra vez no hay efectos sino acontecimientos que develan a los hijos de Dios. Mantén una clara intención de lo que quieres, pero deja que el imprevisible campo cuántico se ocupe de los detalles del «cómo» se manifestará. Deja que organice un acontecimiento en tu vida del modo más apropiado para ti. En el caso de esperar algo, espera sólo lo inesperado. Entrégate, confía en el campo cuántico y no intentes decidir cómo la situación deseada acaecerá en tu vida. Éste es el mayor obstáculo que la mayoría de personas debemos superar, porque los seres humanos siempre queremos controlar una realidad futura intentando recrear cómo ocurrió una realidad pasada. 

Aquí está  la clave solo puede develar a Dios matando a Dios, no se trata de tener una idea mentalizarte en ella y luego realizarla tal cual, así no funciona, nos religamos con una idea después de superar su contradicción lo cual puede significar superar millones de contradicciones hasta llegar a lo absoluto, para luego olvidarnos de la idea y que acontezca la pura intuición en la nada, solo así se logra la biodramaturgia, la reflexión debe de haber interiorizado la idea y es que más bien lo que hizo fue revelarla, para que luego esta acontezca como total intuición como un artista que practica y practica una técnica, hará  poder olvidarse de la técnica y está  acontezca orgánicamente  sin ningún esfuerzo.     

 

La creación cuántica o biodramaturgia : antes de alcanzar un resultado, agradécelo Acabo de hablar de alinear los pensamientos con los sentimientos para crear el resultado deseado, sin preocuparnos de los detalles de cómo se manifestará la situación. Es todo un acto de fe que debemos hacer si queremos cambiar una vida rutinaria y previsible por una vida “feliz” con experiencias nuevas y sorpresas cuánticas. Pero todos necesitamos hacer otro acto de fe para crear lo que deseamos. ¿En qué circunstancias te sientes agradecido? Tal vez respondas: Doy gracias por la familia, la casa bonita, los amigos y el trabajo que tengo. Lo que todo esto tiene en común es que ya está en tu vida. Por lo general, nos sentimos agradecidos por algo que ha ocurrido o que ya está presente en nuestra vida. A ti y a mí nos han hecho creer que necesitamos una razón para ser felices, un motivo para sentirnos agradecidos, y una causa para sentir amor. Que la realidad exterior es lo que nos hace sentir distintos por dentro, es el modelo newtoniano. Pero el nuevo modelo de realidad nos reta, como creadores cuánticos biodramaturgos, a cambiar algo en nuestro interior —en la mente y el cuerpo, en los pensamientos y sentimientos—, antes de experimentar la evidencia física con nuestros sentidos. ¿Puedes agradecer una situación deseada antes de que ocurra en tu vida y sentir las emociones elevadas que te produce? ¿Puedes imaginarte esa realidad tan plenamente que empieces a estar ahora en esa vida futura? En términos de la creación cuántica, ¿puedes sentirte agradecido por algo que existe como una posible situación en el campo cuántico, pero que aún no ha ocurrido en tu realidad? Si es así, estás pasando de la causa y el efecto (querer que algo del exterior te produzca un cambio interior), a causar un efecto (cambiar algo de tu interior para producir un efecto en el exterior). Cuando te encuentras en un estado de gratitud, le transmites al campo la señal de que esta situación ya ha ocurrido. La gratitud no es tan  sólo un proceso mental intelectual. Debes sentir como si lo que deseas ya existiera en tu realidad en este instante. Tu cuerpo (que sólo entiende los sentimientos) debe estar convencido de estar experimentando el resultado emocional de la situación futura.

 

Más este sentimiento de agradecimiento, que no es otra cosa que es sentir la gracia divina, esta precedido por una angustia mortal, ese vacío de Dios desde el que se ora ese desgarro desde el que tu espíritu gime, no intentes superar la contradicción sin vivir plenamente la contradicción, lo que realmente está  sucediendo es que estas muriendo a este tejido del mundo para resucitar en el tejido de Dios.   

 

 

 

La inteligencia universal y el campo cuántico ¿Espero que a estas alturas ya estés de acuerdo con algunos conceptos básicos del modelo cuántico? No cuestiona critica, reflexiona si asumes estos conceptos sin mayor critica no estas superando tus contradicciones interiores solo las evades así que piensa críticamente:  Toda realidad física no es más que energía que existe en una inmensa red interconectada más allá del espacio y el tiempo. Esta red, es el biotejido,  el campo cuántico, contiene todas las posibilidades, y nosotros podemos hacer que se materialicen por medio de nuestros pensamientos (conciencia), en tantos estos pensamientos sean los de Dios es decir sean realmente los nuestros, los de nuestra interioridad,  observación, sentimientos y estado del ser. Pero ¿la realidad no es más que fuerzas electromagnéticas indiferentes actuando y respondiéndose las unas a las otras? ¿Es el espíritu que nos anima simplemente una función biológica aleatoria? He mantenido conversaciones con personas que así lo creían. Al final la discusión nos llevó a un diálogo parecido a éste: ¿De dónde viene la inteligencia que hace que nuestro corazón siga latiendo? Forma parte del sistema nervioso autónomo. ¿Dónde se encuentra este sistema? En el cerebro. El sistema límbico del cerebro forma parte del sistema nervioso autónomo. Y en el cerebro, ¿hay unos tejidos que sean responsables de que el corazón siga latiendo? Sí.

 

¿De qué están hechos estos tejidos? De células. ¿De qué están hechas estas células? De moléculas. ¿De qué están hechas estas moléculas? De átomos. ¿Y de qué están hechos estos átomos? De partículas subatómicas. ¿Y de qué se componen principalmente estas partículas subatómicas? De energía.

Y ¿Que es la energía? Información y ¿Qué es la información? Lenguaje y ¿Que es el lenguaje? El acontecer de una conciencia.      Cuando llegamos a la conclusión de que nuestro vehículo fisiológico está hecho de lo mismo que el resto del universo y estas personas se topan con la idea de que lo que anima al cuerpo es una forma de energía (el mismo 99,99999 por ciento de «nada» del que se compone el universo físico) se encogen de hombros y se alejan sin más, o bien aceptan la idea de que en toda la realidad física hay un principio unificador. ¿No te parece irónico que centremos toda nuestra atención en el 00,00001 por ciento de realidad física? ¿Estamos pasando algo por alto? Si esta nada se compone de ondas de energía que acarrean información y esta fuerza organiza nuestras estructuras físicas y su funcionamiento, en este caso tiene sentido referirse al campo cuántico como una inteligencia invisible. Y dado que la energía es la base de cualquier realidad física, la inteligencia que acabo de describirte se ha organizado a sí misma en materia. Considera la conversación anterior como una plantilla de cómo esta inteligencia ha construido la realidad. El campo cuántico es energía potencial invisible capaz de organizarse a partir de ella en partículas subatómicas, átomos, moléculas y, por último, en cualquier cosa del universo. Desde una perspectiva fisiológica, organiza las moléculas en células, tejidos, órganos, sistemas y por último en el cuerpo como un todo. Es decir, esta energía potencial se origina como frecuencia de patrones de onda hasta aparecer como sólida. Esta inteligencia universal es la que da vida al campo cuántico y a todo cuanto hay en él, como a ti y a mí. Esta fuerza es la mente universal que anima cada aspecto del universo material. Esta inteligencia es la que hace que el corazón nos siga latiendo y el estómago digiriendo la comida, y la que supervisa la cantidad incalculable de reacciones químicas por segundo que se dan en cada célula. Esta conciencia es también la que anima a los árboles a producir frutos y a las lejanas galaxias a formarse y desintegrarse. Como existe en cualquier momento y lugar, y actúa en nuestro interior y en el exterior, esta inteligencia es tanto personal como universal.  Y esta Conciencia es el señor, nuestro salvador el cual nos hace hijos suyos. ¿Cómo sabemos que somos sus hijos? Porque pensamos, actuamos y sentimos sintergica, sintranferencialmente,sincrónicamente , sincausualmente.

 

Derribo a si todo sistema causal o casual toda familia, toda comunidad, todo estado, todo mundo ¿Qué puede detener a los hijos de Dios?   Dios solo dios y es en el temor a el que actuamos y obedecemos a toda familia, a toda comunidad, a todo estado a todo el mundo pero si la familia, la comunidad, el estado, el mundo  no escucha el llamado, deben de ser alterados y contra alterados, es decir deben de ser llamados y recontra llamados para que vuelvan a la unidad de amor.   

El amigo del oficial El oficial vuelve a veces con un amigo, otro oficial más joven. Pasan la tarde juntos y el amigo se queda también a dormir. Nosotros les hemos observado varias veces por el agujero practicado en el techo. Es una tarde de verano. El ordenanza prepara algo en el infiernillo de alcohol. Pone un mantel en la mesa y nosotros colocamos unas flores. El oficial y su amigo están sentados a la mesa y beben. Más tarde, comen. El ordenanza come junto a la puerta, sentado en un taburete. Después, beben más aún. Mientras tanto nosotros nos ocupamos de la música. Cambiamos los discos, damos cuerda al gramófono. El amigo del oficial dice: —Esos críos me ponen nervioso. Échalos fuera. El oficial le pregunta: —¿Celoso? El amigo responde: —¿De ésos? ¡Grotesco! Son dos pequeños salvajes. —Pero son muy guapos, ¿no te parece? —Quizá. No los he mirado. —Vaya, así que no los has mirado. Entonces míralos. El amigo se pone rojo. —¿Pero qué quieres? Me ponen nervioso con su aire hipócrita. Como si nos escuchasen y nos espiasen. —Es que nos escuchan. Hablan perfectamente nuestro idioma. Lo entienden todo. El amigo se pone pálido, se levanta: —¡Esto es demasiado! ¡Me voy! El oficial dice: —No seas idiota. Salid, chicos. Nosotros salimos de la habitación y subimos al desván. Miramos y escuchamos. El amigo del oficial dice: —Me has dejado en ridículo delante de esos críos estúpidos. El oficial dice: —Son los niños más inteligentes que he visto jamás. El amigo dice: —Dices eso para herirme, para hacerme daño. Lo haces para atormentarme, para humillarme. ¡Un día te mataré! El oficial echa su revólver encima de la mesa. —¡No pido otra cosa! Cógela. ¡Mátame! ¡Venga! El amigo coge el revólver y apunta al oficial. —Lo haré. Ya lo verás, lo haré. La próxima vez que me hables de él, del otro, te mato. El oficial cierra los ojos, sonríe. —Era guapo... joven... fuerte... gracioso... delicado... cultivado... tierno... soñador... valiente.. insolente... Yo le amaba. Murió en el frente del Este. Tenía diecinueve años. No puedo vivir sin él. El amigo arroja el revólver encima de la mesa y dice: —¡Cabrón! El oficial abre los ojos y mira a su amigo. —¡Qué falta de valor! ¡Qué falta de carácter! El amigo dice: —Sólo tienes que hacerlo tú mismo, si tanto valor tienes, si tanta pena sientes. Si no puedes vivir sin él, síguele en la muerte. ¿Quieres que te ayude? ¡No estoy loco! ¡Revienta! ¡Muérete tú solo! El oficial coge el revólver y se lo apoya en la sien. Nosotros bajamos del desván. El ordenanza está sentado delante de la puerta abierta de la habitación. Le preguntamos: —¿Crees que se va a matar? El ordenanza se ríe. —No tener miedo. Ellos siempre hacer esto cuando demasiado beber. Yo descargar dos revólveres antes. Entramos en la habitación y le decimos al oficial: —Nosotros le mataremos si de verdad lo quiere. Denos su revólver. El amigo dice: —¡Pequeños monstruos! El oficial dice, sonriente: —Gracias. Sois muy amables. Sólo estábamos jugando. Id a dormir. Se levanta para cerrar la puerta después de nosotros, y ve al ordenanza: —¿Aún estás ahí? —No he recibido permiso para retirarme. —¡Vete! ¡Quiero que me dejen en paz! ¿Entendido? A través de la puerta le oímos aún decir a su amigo: —¡Qué lección para ti, blanducho! Oímos también ruidos de pelea, de golpes, estruendo de sillas volcadas, una caída, gritos, jadeos. Después el silencio.

http://destudiantil.ubiobio.cl/dde_concepcion2/wp-content/uploads/2022/08/DEJA-DE-SER-TU-Joe-Dispenza.pdf

https://www.youtube.com/watch?v=WgfBE_fiAlM

 

https://www.respiracionholotropica.com/wp-content/uploads/2020/04/Sincronicidad-PDFDrive.com-.pdf 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

https://www.youtube.com/watch?v=fGmYIPwjdrU

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios: