Hoy lo que
toca es destruir a la izquierda en el Perú y el mundo.
Es esta izquierda la que le ha hecho la mayor propaganda al
fujimorismo, es esta izquierda que nos tienes podridos con su manipulación de
los muertos de la guerra, es esta la izquierda liberal, caviar, social demócrata,
la que ayer gano su puesto en el sistema, y se siente contenta de haberlo
logrado.
A esta izquierda hay que destruirla
En 20 años de reconstrucción de la izquierda, después del
debacle de la guerra interna, lucharon muchas posiciones entre ecologistas, Trosquistas, Anarquistas,
Mariateguistas, indigenistas, maoístas, liberales, nacionalistas, Velazquistas,
y al final de esa batalla el sistema conformo la izquierda liberal, fue el
sistema el que la conformo con el miedo, configurando una izquierda sin
fundamento ideológico, una izquierda electorera, y sin sueños, una que acepta
la inversión privada, el país primario exportador y que cree que la cuestión está
en formalizar el Perú, y combatir la corrupción, una izquierda mediática, demagógica,
incapaz de dar la lucha, permanentemente victimizándose, recordando los
muertos, manipulando los sentimientos sin importarle realmente el dolor, al
final una izquierda postmoderna, vacía que nada en su propia vacuidad.
Hoy a esa izquierda hay que destruirla, porque es solo paja.
Esa izquierda es la culpable, incapaz de formarse una propia
identidad, con un proyecto propio, le hace la propaganda al fujimorismo, poniéndolos
como los malos de la película, tomando a Montesinos como el gran chivo
expiatorio, como si en el Perú hubiera habido democracia, y como si lo que
hubiera disuelto Fujimori hubiera sido un gran congreso y no más bien lo que
fue, una politiquería barata incapaz de hacerle frente a Sendero y a la globalización, pero esa izquierda
liberal quiere defender una institucionalidad que jamás existió, una democracia
que jamás funciono, un estado de derecho que siempre fue el derecho de pocos
sobre muchos, una izquierda conservadora
que en vez de levantar la bandera de la revolución, levanta la bandera de
institucionalidad, de inclusión.
A esta izquierda onegeista hay que destruirla.
Así hable quechua, así se vista como una indígena, así haya
nacido en el Perú profundo, esta izquierda no tiene nada que ver con nuestra realidad,
se formó en el extranjero y sueña con el modelo francés con el modelo
brasileño, creen que es posible tener una burguesía dirigente que respete los
derechos laborales y que se sienta
identificada con su país, es decir creen que en el capitalismo puede haber
justicia social y esa es la principal mentira de todas, creen que en el
capitalismo podremos pasar a ser Singapur podremos desarrollarnos, y esa es una
mentira saben bien que estamos elegidos como primario exportadores, lo saben,
saben que en el capitalismo jamás nos dejaran levantar cabeza, lo saben,
nuestra gran maldición es tener recursos, pero saben también que estando en el
poder algo de eso les caerá. Que su ong será financiada, que la mina les pagara
para que no hagan tanto chongo, es decir saben que la protesta es rentable, han
hecho de ella su negocio.
Por esto a esta izquierda hay que destruirla hoy más que
nunca.
Ya que encontraron por fin a su mis Simpatía , ya que
encontraron por fin a su cara mediática, ya que por fin pueden entrar al
sistema a ocupar su tercer puesto dentro de él, ya que ahora si pueden ser los
mediadores entre el pueblo insurgente y el gobierno, hoy más que nunca a ellos
hay que destruirlo, porque ellos son los culpables de mantener el sistema,
ellos son los culpables de que no soñemos siquiera con un real cambio, ellos
son los que inoculan el miedo, ellos y ellas la gran mayoría clase medieros que
no quieren ningún cambio. Solo un puesto dentro del capitalismo tardío.
Pero ¿Como los destruimos?
Confrontándolos en sus bases, dejando de lado el debate mediático
de lo políticamente correcto para entrar en un debate profundo de ideas a un
nivel filosófico y veremos que no son nada, que no pasan del programa social,
de la demagogia, al final tendremos a unos liberales que no quieren aceptar que
los derechos humanos que tanto propugnan son imposibles dentro del capitalismo,
unos liberales que no quieren aceptar que su libertad hace rato es esclavitud
en el capital, unos liberales muertos de miedo que no quieren aceptar que los
cambios profundos no se hacen en las elecciones sino en la lucha en las calles.
Ese día, este 5 de abril éramos tantos, fácilmente hubiéramos
podido paralizar el país, fácilmente hubiéramos podido acabar con el fraude del
proceso electoral, pero o la izquierda sabiendo que había fraude acepto el
proceso, acepto el sistema con toda su corrupción, ¿Por qué? Porque quería su
pedazo de torta.
Hoy toca destruir a la izquierda y sobre su tumba edificar
una izquierda nueva, así que nada de unidad, nada de que el fujimorismo es
nuestro principal enemigo, noooo!!!, nuestro principal enemigo es esta
izquierda fujimorista a la que hay que destruir, atrás de ella hay una
izquierda materialista que tiene coherencia y radicalidad, que es algo, pero
que no ha aprendido nada y que quiere volver a repetir el terror y la muerte y luego una fascismo
nacionalista indigenista que puedo tomar mucho más fuerza pero que al fin y al
cabo sería una nueva derecha y no una nueva izquierda, nosotros proponemos una
izquierda sacra, espiritual que sea capaz de pasar por el infierno de la violencia
sin mancharse las manos con ella, que esté dispuesta a la desobediencia civil y
a la insurgencia pacifica, a la constante alteración de sistemas, hasta lograr
un comunismo complementario que sabemos que será muy difícil, pero que creemos
como única salida, lo otro es esperar a que el sistema acabe con todos nuestros
recursos, destruya más el tejido social volviéndonos cada vez más violentos, contamine
y destruya nuestra naturaleza , una vez que se acaben los recursos veremos lo
que hemos construido, veremos que en 200 años no hemos logrado ser nación, ni
país, y que nuestro estado siempre ha sido uno formal central limeño cuya única
razón de existencia es oprimir al Perú profundo.
Hoy nos toca destruir a la izquierda liberal, y construir
una izquierda libre, radical, comunista, espiritual que venza el miedo, que tenga
el valor de hacer una revolución.
Esta nueva izquierda lo único que realmente les puede
ofrecer es la muerte y la cárcel si queremos realmente un amanecer nuevo.
1 comentario:
Robert Julca Motta Fundar una nueva Izquierda? entiendo que se debe tomar un referente de común entendimiento para ser una reconocible fuerza opositora frente a la derecha; y de una u otra manera aun la izquierda se siente como la opositora de la derecha, pero a la vez está viciada de todo un cúmulo de fantasmas y peor aun contaminada por ya una actitud de derecha. ¿Cómo bajo este cuadro se puede restituir una nueva identidad de izquierda?
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Christian Franco Rodriguez
Christian Franco Rodriguez Amigo mio no llegaremos nunca aun referente de común entendimiento o revelamos el ser mas allá de la razón o no podremos ser, lo que le toca al entendimiento es destruir toda posibilidad de acuerdo o conciliación, el comunismo que propongo solo se lograra con la experiencia de amor en el convivio.
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