martes, 26 de septiembre de 2023

La familia como arca de la libertad

 La familia como arca de la libertad

Construyendo la Madre estado 



Un recuerdo
En octubre de 2012 y bajo el epígrafe nada modesto, como es habitual en les filósofes, "Pensar cómo cambiar el mundo", se reunieron en la UNED de La Laguna, un destacado grupo de pensadores afines a la hermenéutica y al pensamiento de Gianni Vattimo, creador de una corriente de pensamiento identificada al "pensiero debole", título equívoco donde los haya sobre todo si se traduce literalmente al francés como "pensée debile". Pero es bien sabido que las intenciones de Gianni Vattimo no eran dejar sin fuste al pensamiento, sino que a través de una enésima reelaboración de la hermenéutica (en este caso la gadameriana), vieja técnica de interpretación que remonta al alado Hermes todavía no Trimegisto, y reconociendo entre sus ancestros a Nietzsche y a Heidegger, expurgados de la "violencia" que sus respectivas hermenéuticas aun pudieran contener, lograr "pensar cómo cambiar el mundo". Estas buenas intenciones como todas las que alientan el quehacer de les filósofes, se sintetizan en el término que encabeza el sintagama "Pensar cómo cambiar el mundo." Porque qué han hecho les filósofes y qué se espera que hagan, sino pensar y pensar y pensar y re-que-te-pensar. Parece que lo llevan haciendo desde hace siglos y que por eso sea sinónimo de filósofe el de pensadore, pero con qué resultado. Ya sé que todes tenéis en mente la famosa tesis 11 sobre Feuerbach de Marx, pero no quiero tirar por ahí porque sería demasiado violento. Porque qué es eso de que hasta ahora les filósofes se ha dedicado a pensar, a intrepretar el mundo, cuando de lo que se trata es de cambiarlo, transformarlo, darle otra forma, hacerlo otro, hacer lo otro. Suena en verdad muy violento y ya sabemos que la violencia es monopolio del estado y que les filósofes deben pensar, interpretar pero sin violencia, no sea que mami-papi estado se enfade y se acaben los congresos y reuniones de filósofes. Basta. Era un recuerdo lo que me ha traido a estas líneas. Un recuerdo de aquel congreso en el que había gente ilustre. Pues bien, en un momento dado, uno de los ilustres representantes de la filosofía española, y diría, muy española, catedrático por más señas, por algún motivo que yo entonces no capté, y con gesto y voz enfafada, es cierto que era después de comer y las digestiones no siempre favorecen el humor alegre, se dirigió a Gianni Vattimo que cómodamente arrellanado en su asiento somnolenciaba dulcemente pensando debilmente vaya usted a saber en qué. Lo cierto es que daba gusto verle el gesto plácido de quien ha comprendido definitivamente lo que se cuece en esos congresos donde se va a pensar cómo cambiar, o transformar, si se me permite la violencia, el mundo. Pues bien, el catedrático español y muy español, se dirigió a G.V., reprochándole que no era un filósofo serio. Yo me quedé atónito tanto por el tono empleado como por la gestualidad del catedrático español y muy español, porque transmitía mala leche y ya casi hasta cortada. Supongo que yo entoces no estaba al corriente de algunas cosas pero en todo caso aquello me pareció un poco ... humillante, en aquel contexto congresual. Si me lo hubieran dicho a mí quizás hubiera saltado de mi asiento y lo hubiera matado con mis propias manos, para demostrarle la seriedad de mis intenciones, mostrando así que en absoluto soy filósofe sino un voluntarioso transformador del mundo tomando decisones equivocadas a cada momento. El caso es que G.V., ni se inmutó, sonrió griegamente, me recordó a Marcel Detienne no sé porqué, y admitió de buena gana las palabras del catedrático español y muy español, de que él, G.V., no era un filósofo serio. Me dejó un poco perplejo el hecho de que en ese contexto de filósofes no le respondiera al catedrático español y muy español, pues sus palabras rezumaban envidia, casi infantil, ante las muchas alabanzas que estaba recibiendo la obra y la persona de G.V., en ese congreso de curtides hermeneutes. Y así fue, no respondió, siguió griegamente sonriente disfrutando del letargo apacible que no pudo satisfacer con una siesta en condiciones, pero que por nada del mundo estaba dispuesto a que se lo amargaran las palabras insultantes (?) de un catedrático de filosofía español y muy español. Gracias Gianni por tu ejemplo y enseñanza práctica. 

Iñaki Marieta

Christian Franco Rodriguez

El problema es que leo y leo a los filósofos y no puedo quitarme de la mente el hecho de que se están burlando de todos nosotros, es como ir a oráculo de Delfos, primero lo Dionisaco te samaquean y luego la flecha de Apolo que queda clavada en el corazón, todo el resto es preguntarse que mierda quisieron decir, mientras ellos rien.

 

 

Cuando hablamos de payasos y como payasos la gente asume que no estamos hablando en serio, pero para nosotros hada hay más serio que esto ¿Cómo lograr integrar El Heguelianismo al budismo, es decir el devenir al nirvana porque qué interés puede tener Heguel como ideólogo, ninguno pero como filosofo descubriendo el devenir en el pensamiento  es sustancial Y ¿qué interés puede haber en el budismo? Ninguna  simplemente es una religión más  con la peculiaridad de no ser teísta, pero el nirvana como un lograr estar en la nada y hacer de nuestra mente un real espejo que pueda contemplar lo real eso es magia  pura y lo que descubrimos es que sin superar el devenir no hay esa posibilidad, y entonces solo nos queda el reconocimiento del error en nuestra constante negación de la negación, el saber que no sabemos ergo solo queda el payaso, sino el trauma del error nos destruiría  necesitamos  duplicarnos, ser nosotros mismos y nuestro doble y la máscara del payaso su pequeña nariz, se convierte en una herramienta poderosa para la auto investigación, ya comprenderemos que la filosofía o es Cómica como en Sócrates, Platón , Aristóteles o es trágica como en Hegel, Marx, Nietzsche o Dramática como en Kant donde el drama de la razón no se resuelve, aunque nuestro tiempo es tragicómico  acercándose cada vez más a comedias trágicas para terminar en secuelas de zombis donde no pasa nada por más acción que se le quiera meter, sino conseguimos distanciarnos del teatro loco de este mundo, no podremos reflexionarlo.

 

 

 

Y yo no hay meta lenguaje todos estamos metidos en el mismo sistema ideológico del capitalismo tardío pero mirarlo desde el error es distinto porque resulta que todo es metafísico como un intento fracasado de revelar el ser, el problema es que nuestro tiempo se está  acabando, la crisis del calentamiento global, no demanda pequeñas estrategias en el consumo y distribución del agua, sino un cambio radial del estado y el sistema y es esto lo que estamos proponiendo solo las comunidades organizadas podrán hacer frente a una crisis como esta o aprendemos o a ser comunistas es decir a vivir en comunidad o   no sobrevivimos sobre todo los sectores más marginales que sufren de  una vulnerabilidad cuyo único destino es la muerte.

El banco mundial nos dice que  en el Perú, la mitad de la población no cuenta con acceso en su vivienda a agua de calidad con continuidad y solo el 43 por ciento cuenta con saneamiento gestionado de manera segura, reveló el estudio Perú: acciones estratégicas para la seguridad hídrica presentado por el Banco Mundial este año 2023 , en Lima.

El documento también señala que, en las últimas tres décadas, la extracción de agua se ha duplicado en el país, al tiempo que crece la demanda de los usuarios, generando una mayor competencia entre sí. Por ejemplo, el sector agrícola (específicamente la agricultura de regadío) utiliza la mayor parte del agua y representa el 89 por ciento de las extracciones (superior al promedio regional, del 70 por ciento). Le siguen los retiros para uso doméstico, con 9 por ciento, y para la industria, minería y otros sectores, que suman 2,3 por ciento.

El cambio climático reducirá aun más la disponibilidad de agua, amenazando el crecimiento económico, el desarrollo y la estabilidad. Las sequias, inundaciones y deslizamientos de tierras asociados con lluvias torrenciales, la contaminación de las aguas y la falta de acceso a agua y saneamiento seguros le cuestan al Perú entre 8.400 millones y 13.400 millones de dólares al año.

De igual manera, el informe cuantifica la brecha de financiamiento para lograr acceso universal para el año 2030, estimada entre 1.900 millones y 3.200 millones de dólares por año.

Otros hallazgos del informe señalan que:

  • Una de cada tres escuelas no tiene instalaciones sanitarias adecuadas, y solo una de cada cinco tiene acceso a agua de calidad;
  • Uno de cada cuatro peruanos vive de la agricultura, y depende de la lluvia y el riego para subsistir y generar ingresos.
  • El agua se emplea para generar más de la mitad de la electricidad que se consume en el Perú.

Además, las recomendaciones compartidas con autoridades de gobierno y el sector y otros actores involucrados señalan la necesidad de:

  • Mejorar y expandir la gestión de aguas residuales para abordar la calidad del agua en cuencas críticas.
  • Desarrollar enfoques adaptados a la realidad rural y periurbana para cerrar las brechas de acceso en estas áreas.
  • Mejorar la eficiencia, sostenibilidad y equidad de los servicios de riego y drenaje.
  • Incrementar los reservorios para abastecer las zonas altas para usos agrícolas e industriales. 

¿Ahora como haces eso con un estado corrupto, con un país que no puede reconocerse entre sus ciudadanos como iguales y con una sociedad que ha olvidado por completo el bien común?  

  No se puede

¿Y entonces qué  hacemos?

La izquierda nos ha enseñado des caminos ir por las armas lo cual fue un tremendo fracaso, ir por la vía democrática    lo cual fue un peor fracaso tenemos 7 presidentes corruptos, muchos de ellos pertenecientes a la llamada izquierda caviar  los cuales querían darle al capitalismo un rostro humano y el rostro que obtuvimos fue el de los 300 mil y tantos  muertos por covid.

La derecha nos enseñó  la dictadura militar ninguna funciono y la corrupción democrática donde se compra el voto con clientelismo político, compra de la opinión publica en medios y fraude electoral en mesa o en el propio jurado copando instituciones.

Todos esos caminos nos han llevado hasta aquí, muchos no se dan cuenta pero estamos al borde de un abismo.

Lo que proponemos es el camino más difícil, la construcción de una madre estado, un nuevo estado no estado, empezando con el evangelio de la Matria    y la redeconstrucción de nuestras familias en Arcas de la libertad  donde se forme a los hijos y a los padres en la libertad positiva supliendo necesidades, la libertad negativa mi derecho a decir no  a decidir y la libertad absoluta, en la humildad del servicio que solo da el amor.

 

Coro  de Arcángeles voces principales Miguel y Gabriel

 

El primer arcángel dijo: Una criatura prodigiosa ha nacido en la Tierra, y la Tierra está brillante de luz.

El segundo arcángel dijo: Un glorioso rey ha nacido para el Cielo, y el Cielo está vibrante de alegría.

 El primero: El es el fruto de la unión del Cielo con la Tierra.

 El segundo: El es la unión eterna del padre, la madre y el hijo.

 El primero: En él la Tierra es exaltada.

El segundo: En él el Cielo es justificado.

El primero: El día duerme en sus ojos.

El segundo: La noche está despierta en su corazón.

El primero: Su pecho es un nido de tempestades.

El segundo: Su garganta es una escala de canciones.

 El primero: Sus brazos abrazan las montañas.

 El segundo: Sus dedos pellizcan las estrellas.

 El primero: Mares braman en sus huesos.

El segundo: Soles recorren sus venas.

El primero: Su boca es una forja y un molde.

El segundo: Su lengua es un yunque y un martillo.

 El primero: Envueltas en sus pies están las cadenas del mañana.

El segundo: En su corazón está la llave de estas cadenas.

El primero: Sin embargo, este niño todavía está en una cuna de polvo.

 El segundo: Pero envuelto en los eones.

 El primero: Al igual que Dios, él conoce todos los secretos de los números. Al igual que Dios, él conoce el misterio de las palabras.

El segundo: El sabe todos los números, excepto el número sagrado, que es el primero y el último. El conoce todas las palabras, menos la Palabra Creadora, que es la primera y la última.

El primero: Y sin embargo él sabrá el Número y la Palabra.

 El segundo: Pero solamente cuando haya retirado sus pies de los páramos sin huella del espacio; solamente cuando sus ojos ya no miren las tenebrosas cavernas del tiempo.

El primero: Maravilloso, extraordinariamente maravilloso es este hijo de la Tierra.

El segundo: Glorioso, excelsamente glorioso es este rey de los Cielos.

El primero: Aquél que no tiene nombre le llamó Hombre.

El segundo: Y él llamó, a Aquel que no tiene nombre, Dios.

El primero: El Hombre es la palabra de Dios.

El segundo: Dios es la palabra del Hombre.

 El primero: Gloria a Aquél cuya palabra es Hombre.

 El segundo: Gloria a Aquél cuya palabra es Dios.

 El primero: Ahora y siempre.

El segundo: Aquí y en todas partes.

 Así Cantaron los dos arcángeles en el polo superior del universo, con ocasión, independiente del tiempo, del nacimiento del Hombre.

 

Al mismo tiempo, dos archidemonios — Asmodeus y Samael voces principales-en el polo inferior del universo— mantuvieron la siguiente conversación:

Dijo el primer archidemonio: Un valiente guerrero se unió a nuestras filas. Con su ayuda venceremos.

Dijo el segundo archidemonio: Di más bien que es un cobarde quejumbroso y malicioso. Y la traición está alojada en su cabeza. Sin embargo, es terrible en la cobardía y en la traición.

El primero: Impávida y feroz es su mirada.

El segundo: Quejumbroso y desanimado es su corazón. Sin embargo, es temible en su desánimo y sus lágrimas.

 El primero: Penetrante y perseverante es su mente.

El segundo: Vago y estúpido es su oído. Mas es peligroso en su indolencia y su estupidez.

 El primero: Rápida y precisa es su mano.

El segundo: Inciertos y perezosos son sus pies. Mas es terrible en su pereza y alarmante en su incertidumbre.

El primero: Nuestro pan será acero para sus nervios. Nuestro vino será fuego para su sangre.

 El segundo: El nos arrojará los cestos de nuestro pan y quebrará en nuestras cabezas nuestros cántaros de vino.

El primero: Su codicia por nuestro pan y su sed por nuestro vino será su carro en la batalla.

 El segundo: Con un hambre insaciable y una sed inextinguible se hará invencible y provocará la rebelión en nuestro campamento.

El primero: Mas la muerte será la conductora del carro.

El segundo: Con la muerte como conductora del carro, él llegará a ser inmortal.

El primero: ¿Puede la muerte conducirle a algo que no sea la muerte?

El segundo: ¡Ay! Tan exhausta quedará la muerte de sus constantes lamentaciones que acabará por conducirle al campo de la Vida.

 El primero: ¿La muerte traicionará a la muerte?

El segundo: No. La Vida será fiel a la Vida.

El primero: Excitaremos su paladar con frutos exóticos y deliciosos.

 El segundo: Sin embargo, él ansiará frutos que no crecen en este polo.

El primero: Seduciremos su vista y su olfato con hermosas flores llenas de fragancia.

El segundo: Mas sus ojos buscarán otras flores y su olfato otras fragancias.

El primero: Y asediaremos sus oídos con dulces y lejanas melodías.

 El segundo: Mas sus oídos se dirigirán hacia otros coros.

 El primero: El miedo le someterá a nosotros.

El segundo: La esperanza le protegerá del miedo.

El primero: El dolor le subyugará a nosotros.

 El segundo: La fe le liberará del dolor.

El primero: Invadiremos su sueño con sueños misteriosos y esparciremos sombras enigmáticas en su vigilia.

El segundo: Su fantasía desvelará los misterios y desvanecerá sus sombras.

El primero: Podremos contar con él como si fuese uno de los nuestros.

El segundo: Cuéntale como uno de nosotros si así lo quieres; mas cuéntale también como adversario nuestro.

El primero: ¿Puede él estar, al mismo tiempo, a nuestro favor y en nuestra contra?

El segundo: El es un guerrero solitario en el campo de batalla. Su único adversario es su sombra. Conforme cambia su sombra, cambia la batalla. El está con nosotros cuando su sombra está delante de él. Está contra nosotros cuando su sombra está detrás de él.

 El primero: ¿No vamos a mantenerle, entonces, constantemente de espaldas al Sol?

El segundo: ¿Mas quién conservará constantemente el Sol detrás de él?

El primero: Este guerrero es un enigma.

El segundo: Esta sombra es un enigma.

El primero: Salve al caballero solitario.

El segundo: Salve a la sombra solitaria.

El primero: ¡Salve!, cuando está con nosotros.

 El segundo: ¡Salve!, cuando está contra nosotros.

 El primero: Ahora y siempre.

El segundo: Aquí y en todas partes.

 

 Así hablaron dos archidemonios en el polo inferior del Universo, con ocasión del nacimiento intemporal del Hombre.

 

(Oscuro se Escucha la voz de Shamadam En el Principio Era el Verbo y el Verbo estaba con Dios y Era Dios. Y Dios dijo hágase la luz y el Metateatro abrió su telón)

TE KORE-TUA-TAHI (El primer vacío) Silencio hasta escuchar el origen de la Vida

 

 TE KORE-TUA-RUA (El segundo vacío) Silencio hasta escuchar el clamor de la tierra

                                   Dios mío Dios mío porque  me has abandonado

 

TE KORE-NUI (El vasto vacío) Silencio hasta escuchar la voz de Dios

 Creación, expulsión purgación Bendición Confusión llamado Redención

 

TE KORE-ROA (El vacío que se extiende a lo lejos) Silencio hasta escuchar la voz del Hombre

 

Pruebas, Promesa, Liberación

 

 

TE KORE-PARA (El vacío marchito) Silencio hasta escuchar la voz del Señor en la cruz

 

·         "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." ...

·         "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso." ...

·         "Mujer, ahí tienes a tu hijo. ...

·         "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?" ...

·         "Tengo sed." ...

·         "Todo está cumplido." ...

·         "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."

 

TE KORE-WHIWHIA (El vacío que no posee) Silencio hasta escuchar la revelación

 

No tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Vayan pronto y digan a los discípulos: “Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán.” Esto es lo que yo tenía que decirles.

 

TE KORE-RAWEA (El vacío delicioso) Silencio hasta escuchar la vida eterna y en ella su     Voz.

 

Aklla-

La nieve pinta la montaña hoy,
No hay huellas que seguir
En la soledad un reino,
Y la reina vive en mi
El viento ruge
Y hay tormenta en mi interior,
Una tempestad que de mi salio
Lo que hay en ti, no dejes ver,
Buena chica tu siempre debes ser
No has de abrir tu corazón
Pues ya se abrió

Libre soy, libre soy
No puedo ocultarlo mas
Libre soy, libre soy
Libertad sin vuelta atrás
¡que mas da!
No me importa ya
Gran tormenta habrá
El frío es parte también de mi

Mirando a la distancia,
Pequeño todo es
Y los miedos que me ataban
Muy lejos los deje
Voy a probar que puedo hacer,
Sin limitar ni proceder.
Ni mal ni bien obedecer
Jamas

Libre soy, libre soy
El viento me abrazara
Libre soy, libre soy
No me veré llorar

Firme así, me quedo aquí
Gran tormenta ven a mi

 

TE KORE-TE-TEMAUA (El vacío limitado)

 

Todo tiempo es tiempo para la vida, Compañeros. No hay paradas ni comienzos en el tiempo. Tampoco hay altos en el camino, donde los viajeros puedan detenerse para refrescarse y descansar. El tiempo es una continuidad que se superpone a sí misma. Su popa está unida a su proa. Nada termina ni nada es puesto fuera del tiempo; nada es comenzado ni terminado. El tiempo es una rueda creada por los sentidos, y lanzada por los sentidos para que gire en el espacio. Vosotros sentís el deslumbrante cambio de las estaciones y creéis, entonces, que todo está sujeto a las garras del cambio. Pero olvidáis que el poder que hace aparecer y desaparecer las estaciones es eterno, único e inalterable. Sentís crecer y menguar las cosas, y desalentadoramente declaráis que la decadencia es el fin de todo lo que crece. Mas olvidáis que el poder que hace que las cosas crezcan y mengüen, ése no crece ni mengua. Sentís la velocidad del viento en relación con la brisa y decís que el viento es mucho más rápido. Pero, a pesar de eso, admitís que lo que mueve el viento y la brisa es lo mismo, y no corre con el viento ni se pasea con la brisa. ¡Qué crédulos sois! ¡Cómo os dejáis engañar con los ardides que vuestros propios sentidos os juegan! ¿Dónde está vuestra imaginación? Solamente con ella podréis ver que todas las transformaciones que os dejan atónitos, no son más que trucos de prestidigitación. ¿Cómo puede ser el viento más rápido que la brisa? ¿No es la brisa la que da origen al viento? ¿No lleva el viento a la brisa consigo? Vosotros, caminantes de la Tierra, ¿por qué medís las distancias que andáis en pasos y leguas? Tanto si deambuláis lentamente, como a galope, ¿no estáis siendo transportados, por el movimiento de la Tierra, por espacios y regiones por donde la misma Tierra está siendo llevada? ¿No es, pues, vuestro paso igual al paso de la Tierra? ¿No es la Tierra a su vez transportada por otros cuerpos celestes, y su velocidad, entonces, igual a la de ellos? Sí, la lentitud es la madre de la rapidez. La rapidez es la portadora de la lentitud. Y lentitud y rapidez son inseparables en cualquier punto del tiempo y del espacio. ¿Por qué decís que el crecimiento es crecimiento y la decadencia es decadencia, y que uno es enemigo del otro? ¿Ha crecido alguna cosa sin que lo haya hecho a costa de aquello que decreció? ¿Y decayó algo que no fuese en beneficio de lo que crece? ¿No crecéis vosotros por una decadencia continua? ¿Y no estáis en decadencia por un continuo crecimiento? ¿No son los muertos el subsuelo de los vivos, y los vivos el granero de los muertos? Si el crecimiento es hijo de la decadencia y la decadencia hija del crecimiento, si la vida es hija de la muerte y la muerte hija de la vida, entonces verdaderamente ambas son sólo una en todos los puntos del tiempo y del espacio. Y en verdad vuestra alegría de vivir y de crecer es tan estúpida como vuestro dolor por decaer y morir. ¿Por qué decís que sólo el otoño es la estación de las uvas? En verdad os digo que las uvas también están maduras en invierno, cuando no hay más que un leve e imperceptible palpitar de la savia, y sueña sus sueños en la vid; y también en primavera, cuando se forman sus tiernos racimos de menudas cuentas de color esmeralda; y también en verano, cuando los racimos crecen y los granos se hinchan, coloreando sus mejillas bajo el dorado Sol. Si cada estación contiene en sí misma a las otras tres, entonces verdaderamente todas las estaciones serán una en todos los puntos del tiempo y del espacio. ¡Ay!... Sí, el tiempo es el mayor prestidigitador y los hombres los mayores incautos. Semejante a la ardilla que hace girar su rueda, el hombre, que ha puesto la rueda del tiempo a girar, está hasta tal punto dominado e impulsado por su movimiento, que ya no puede creer que es él quien la hace moverse, ni «encuentra tiempo» para detener el giro del tiempo. Y exactamente igual que el gato que hiere su lengua de tanto lamer la piedra de pulir, creyendo que la sangre que está lamiendo fluye de la piedra, el hombre lame su propia sangre derramada en la rueda del tiempo, y mastica su propia carne lacerada por los radios del tiempo, con la ilusión de que son la sangre y la carne del tiempo. La rueda del tiempo gira en el vacío del espacio. En su llanta están situadas todas las cosas perceptibles por los sentidos, incapaces de percibir algo distinto del tiempo y del espacio. Y así, las cosas continúan apareciendo y desapareciendo. Lo que desaparece para unos, en cierto punto del tiempo y del espacio, aparece para otros en otro punto. Lo que puede ser arriba para unos, es abajo para otros. Lo que puede ser día para unos, es noche para otros, dependiendo del «cuándo» y del «dónde» del observador. Sólo uno es el camino de la vida y de la muerte, ¡oh, monjes!, sobre la llanta de la rueda del tiempo, pues el movimiento en círculo jamás puede alcanzar el fin, y jamás se agota. Y todo movimiento en el mundo es un movimiento circular. ¿Acaso el hombre se podrá liberar algún día del círculo vicioso del tiempo? Sí, el Hombre se liberará, pues él es el heredero de la libertad sagrada de Dios. La rueda del tiempo gira, pero su eje está siempre en reposo. Dios es el eje de la rueda del tiempo. Aunque todo gira alrededor de El en el tiempo y en el espacio, El está siempre fuera del tiempo y del espacio. Aunque todo proceda de su Palabra, su Palabra está tan desprovista del tiempo y del espacio como El. En el eje, todo es paz. En la llanta todo es agitación. ¿Dónde preferís estar vosotros? En verdad os digo, deslizaos desde la llanta del tiempo hacia el eje, y os libraréis de las náuseas del movimiento. Dejad que el tiempo gire alrededor de vosotros, pero vosotros no giréis con el tiempo.

 

TE PO (La Noche)

Escuchad el coro de la noche, pues en verdad ella es una cantante incomparable. De los más oscuros escondrijos del pasado, de los más luminosos castillos del futuro, de los pináculos de los cielos y de las entrañas de la tierra, las voces de la noche surgen y se elevan hasta los más recónditos rincones del universo. En poderosas ondas, ruedan y hacen remolinos en torno a vuestros oídos. Limpiad bien vuestros oídos para que las podáis oír bien. Aquello que el día, alborozada y despreocupadamente, extingue, la noche sin apresurarse lo restaura con su extraordinaria magia. ¿No se esconden la Luna y las estrellas en la intensa luz del día? Aquello que el día ahoga en su aparente mezcla apresurada, la noche lo exalta en sus arrobadoras canciones. Hasta los sueños de las plantas amplían el coro de la noche.

 

TE PO-TEKI (La noche que se acerca)

 

Escuchad con atención al coro de las esferas:

Conforme giran en los cielos, oídlas cantar canciones de cuna al niño gigante adormecido en su cuna de arenas movedizas, al rey vestido de harapos, al rayo encadenado, al dios envuelto en pañales. Escuchad a la Tierra, siempre trabajando, amamantando, criando, casando y enterrando. Escuchad en la jungla merodear a las fieras, rugiendo, aullando, desgarrando, desgarradas; reptiles, siguiendo su camino; Insectos, zumbando sus místicas canciones, pájaros, recitando en sus sueños fábulas de prados, canciones de arroyos; árboles y arbustos y todo lo que respira sorbiendo la vida en la copa de la muerte. De lo alto de la montaña y desde el valle; del desierto y desde el mar; del aire y desde el subsuelo; se lanza el desafío al Dios velado por el tiempo. Escuchad a las madres del mundo, cómo lloran, cómo se lamentan; y a los padres del mundo, cómo gimen, cómo se afligen. Escuchad como sus hijos e hijas corren hacia las armas y huyen de ellas, censurando a Dios y maldiciendo al destino, fingiendo amor y respirando odio, bebiendo ardor y transpirando miedo, sembrando sonrisas y recogiendo lágrimas, estimulando con su roja sangre la furia del diluvio que se prepara. Escuchad cómo se crispan sus estómagos hambrientos y sus hinchados párpados parpadean, y sus dedos consumidos van a tientas, buscando el caparazón de la esperanza; y sus corazones se distienden y crujen de montón en montón y de cúmulo en cúmulo. Escuchad los ingenios diabólicos zumbar y las arrogantes ciudades derruirse; y las poderosas ciudadelas doblar los sones de sus propios funerales; y los monumentos del pasado enlodarse en charcas de fango y sangre. Escuchad las oraciones del justo repicar con los gritos de codicia. T el torpe balbucear de la criatura en rapsodia con el perverso parlotear, y la ruborosa sonrisa de la doncella armonizar con la astucia de la prostituta; y el éxtasis del valiente canturrear las maquinaciones del bellaco. En cada tienda y choza de todas las tribus y clanes, las trompetas nocturnas ejecutan el himno de guerra del hombre.

 

 

TE PO-TEREA (La noche que se aleja)

 

Más la noche, la hechicera, funde las canciones de cuna, los desafíos, los himnos de guerra y todo lo demás en una canción demasiado sutil para el oído. Canción tan grandiosa, tan infinita en su alcance, de tan profundo tono, tan melodioso estribillo, que hasta el coro y las sinfonías de los ángeles, en comparación, no pasan de ser ruido y murmullo. Esa es la canción de triunfo del vencedor. Las montañas que dormitan en el regazo de la noche; los reminiscentes desiertos con sus dunas; las profundidades que vagan dormidas, las estrellas errantes, los habitantes de las ciudades de los muertos, la Santa Trinidad y la Voluntad Universal saludan y aclaman al hombre vencedor. Dichosos aquéllos que oyen y comprenden. Dichosos aquéllos que, al encontrarse solos con la noche, se sientan tranquilos, profundos y vastos como la propia noche, cuyos semblantes no sean afectados, en la oscuridad, por las faltas que ellos cometieron en la oscuridad; cuyos párpados no se escuezan con las lágrimas que hicieron verter a sus semejantes; cuyas manos no estén al acecho de fechorías y codicias; cuyos oídos no estén asediados por los silbidos de su lujuria; cuyo pensar no sea mordido por sus pensamientos; cuyos corazones no sean morada para toda clase de inquietudes que surgen ininterrumpidamente de todos los rincones del tiempo; cuyos recelos no caven túneles en sus cerebros; que puedan decir con valor a la noche: «Muéstranos el día», y decir al día: «Muéstranos la noche». Sí, tres veces dichosos son los que, estando a solas con la noche, se sienten tan armoniosos, tan en paz, tan infinitos como la noche. Solamente para ellos, la noche canta la canción del vencedor. Si queréis enfrentaros a la calumnia del día con la cabeza erguida y los ojos encendidos de fe, conquistad primero la amistad de la noche.

 

TE PO- WHAWHA (La noche que se queja)

 

Sed amigos de la noche. Lavad concienzudamente vuestros corazones en la propia sangre de vida y colocad-los en el corazón de la noche. Confiad vuestras aspiraciones desnudas al seno de la noche e inmolad a sus pies vuestras ambiciones, con excepción de la ambición de ser libre gracias a la Sagrada Comprensión. Seréis entonces invulnerables a todos los dardos del día, y la noche testimoniará por vosotros ante los hombres que realmente sois vencedores. Aunque los días febriles os arrojen de un lado para otro; y las noches sin estrellas os envuelvan en sus tinieblas; y seáis arrojados a las encrucijadas del mundo, y aunque no haya rastros ni señales que os muestren el camino, no temáis a ningún hombre ni circunstancia, ni tengáis la menor sombra de duda de que los días y las noches, así como los hombres y las cosas, más tarde o más temprano os buscarán y os pedirán humildemente que les guiéis, pues habréis conquistado la confianza de la noche. Y el que conquista la confianza de la noche puede fácilmente gobernar el día venidero. Escuchad el corazón de la noche, pues en él late el corazón del vencedor. Si yo tuviese lágrimas, las ofrecería esta noche a todas las estrellas que centellean y a toda mota de polvo, a todo arroyo murmurador y a toda cigarra cantarína, a toda violeta que exhala en el aire su alma olorosa, a todo viento que silba, a toda montaña y a todo valle, a todo árbol y a toda brizna de hierba, a toda paz y a toda belleza efímera de esta noche. Derramaría mis lágrimas delante de ellos, como apología por la ingratitud y por la ignorancia salvaje de los hombres. Los hombres, esclavos del nefasto dinero, están ocupados al servicio de su señor, excesivamente ocupados para que puedan prestar atención a cualquier voz o voluntad que no sea su propia voz y voluntad. Y es pavoroso el negocio del señor de los hombres: transformar el mundo en un matadero en el que ellos son, a la vez, los matarifes y las reses que han de ser abatidas. Y así, embriagados de sangre, los hombres asesinan a los hombres en la ilusión de que el que mata hereda la parte de los que ha matado, en todos los confines de la Tierra y la magnificencia de los cielos. ¡Infelices ingenuos! ¿Desde cuándo el lobo se transforma en cordero por haber despedazado a otro lobo? ¿Desde cuándo una serpiente se transforma en paloma por haber aplastado y devorado a otras serpientes? ¿Desde cuándo un hombre, por haber matado a otro hombre, sólo hereda sus alegrías sin heredar también sus tristezas? ¿Desde cuándo un oído se hace más afinado para las armonías de la vida al obstruir otros oídos, o un ojo se hace más sensible a las emanaciones de la belleza al vaciar otros ojos? ¿Habrá un hombre o un grupo de hombres que pueda agotar las bendiciones de una sola hora, sea de pan y vino o de luz y paz? La tierra no da a luz más seres de los que puede alimentar. Los cielos no exigen ni hurtan la subsistencia de sus hijos. Miente quien dice a los hombres: «Quien quiera llenar su arca, quite la vida ajena y herede a quien mata.» ¿Cómo podrá prosperar con las lágrimas, la sangre y la agonía de los hombres quien no pudo prosperar con el amor, la leche y la miel de la tierra y con el profundo afecto de los cielos? Miente quien dice a los hombres: «Cada nación para sí». ¿Cómo podría el ciempiés avanzar una sola pulgada si cada una de sus patas se moviese en dirección diferente, u obstaculizara el progreso de las demás, o planeara su destrucción? ¿Acaso no es la humanidad un monstruoso ciempiés cuyas numerosas patas son las diversas naciones? Miente quien dice a los hombres: «Dirigir es una honra. Ser dirigido, una vergüenza.» ¿No es el cochero guiado por el asno que lo transporta? ¿No está el carcelero preso por el prisionero? En verdad, el asno dirige a su cochero y el delincuente encarcela a su carcelero. Miente quien dice a los hombres: «La carrera es del más rápido, la razón del más fuerte.» La vida no es ninguna competición de músculos y fuerza. El lisiado y el mutilado, a menudo, alcanzan la victoria mucho más fácilmente que los demás. E incluso hasta un mosquito vence a un gladiador. Miente quien dice a los hombres que el mal sólo puede ser corregido por el propio mal. Un mal superpuesto a otro, jamás podrá transformarse en bien. Aislad el mal, y él se destruirá a sí mismo. Pero los hombres son crédulos en lo que respecta a la filosofía de su señor. El dinero y los ávidos de él creen piadosamente y obedecen religiosamente sus más extravagantes caprichos; al tiempo que no confian ni prestan atención a la noche, que canta y anuncia la liberación, ni oyen o confían en el propio Dios. Y vosotros, Compañeros, seréis catalogados como locos o impostores. No os ofendáis por la ingratitud y por la dolorosa burla de los hombres; trabajad con amor e inagotable paciencia para liberarles de sí mismos y del diluvio de sangre y fuego que, en breve, caerá sobre ellos. Ya es tiempo de que los hombres cesen de matar a los hombres. El Sol, la Luna y las estrellas están, desde la eternidad, esperando ser vistos, oídos y comprendidos; el alfabeto de la Tierra espera ser descifrado; las vías del espacio esperan ser surcadas; el enmarañado hilo del tiempo espera ser desenredado; la fragancia del Universo, ser inhalada; las catacumbas del dolor, ser demolidas; la guarida de la muerte, ser devastada; el pan de la Comprensión, ser probado; y el Hombre, el Dios en pañales, ser desvelado. Ya es tiempo de que los hombres cesen con el pillaje de los hombres, y que unan filas para llevar a cabo una tarea común. Inmensa es la tarea, pero dulce la victoria. Todo lo demás, en comparación, es trivial y vacío. Sí, ya es tiempo. Pocos, todavía, serán receptivos a esto. Los demás tendrán que aguardar una nueva llamada, una nueva alborada.

 

HINE-MAKE-MOE (La hija del sueño inquieto)

 

En el silencio de esta noche, a Mirdad le gustaría que meditaseis sobre el Óvulo Materno. El espacio y todo lo que hay en él es un huevo, cuyo cascarón es el tiempo. Es el Óvulo Materno. Este Óvulo es envuelto, tal como el aire envuelve a la Tierra, por el Dios envolviente, el Macro-Dios, la Vida incorpórea, infinita e inefable. Encerrado en este Óvulo está Dios latente, el Micro-Dios, la Vida encarnada, también infinita e inefable. Aunque inmensurable en lo que se refiere a las medidas humanas, el Óvulo Materno tiene límites. Aunque él, propiamente, no sea infinito, está limitado por el infinito por todos sus lados. Todas las cosas y todos los seres del universo tan sólo son óvulos de espacio-tiempo que encierran el mismo Micro-Dios, pero en diversos grados de desarrollo. El Micro-Dios que está en el hombre tiene una mayor expansión espacio-temporal que el Micro-Dios que está en el animal; y el que está en el animal tiene mayor expansión que el que está en la planta, y así sucesivamente conforme se desciende en la escala de la creación. Los innumerables óvulos que representan todas las cosas y seres, visibles e invisibles, están de tal modo dispuestos dentro del Óvulo Materno, que el mayor en expansión contiene el inmediatamente menor, con espacios intermedios, hasta el óvulo menor de todos, que es el núcleo central encerrado en el espacio-tiempo infinitesimal. Un óvulo dentro de un óvulo, dentro de otro óvulo, desafiando los números humanos, todos fecundados por Dios: esto es el universo, queridos Compañeros. No obstante, percibo que mis palabras son muy escurridizas para vuestras mentes, mas gustosamente las haré peldaños seguros y firmes, como nunca palabra alguna lo haya sido en la escalera que conduce a la Comprensión perfecta. Apoyaos en algo más que en las palabras y en vuestras mentes, si deseáis llegar a las alturas, profundidades y amplitudes que Mirdad desea que alcancéis. Las palabras son, como mucho, relámpagos que nos revelan el horizonte; ellas no son el camino hacia esos horizontes, ni mucho menos esos horizontes. Por eso, cuando os hablo del Óvulo y de los óvulos, del Macro-Dios y del Micro-Dios, no os apeguéis a la letra, sino seguid al relámpago. Así verificaréis que mis palabras son poderosas alas para vuestra vacilante comprensión. Meditad sobre la naturaleza que os rodea. ¿No observáis que está construida sobre el principio del óvulo? En el óvulo encontraréis la llave de toda creación. Vuestra cabeza, vuestro corazón y vuestros ojos son un óvulo. Y óvulos son todos los frutos y semillas. Es un óvulo toda gota de agua, y la semilla de toda criatura viva; y las innumerables esferas que trazan sus rutas místicas sobre la faz de los cielos, ¿no son todas ellas óvulos que contienen la quintaesencia de la Vida, el Micro-Dios en las varias etapas de desarrollo? ¿No está la vida, constantemente, terminando de incubar un óvulo para volver a entrar en otro? Es realmente milagroso y continuo el proceso de la creación. La corriente de la vida que va de la superficie del Óvulo Materno a su centro, y del centro a la superficie, se desarrolla sin interrupción. A medida que se va expandiendo en el tiempo y en el espacio, el Micro-Dios situado en el núcleo central pasa de óvulo a óvulo, desde el más bajo al más alto orden de Vida, siendo el más bajo el de menor expansión y el más alto el de mayor expansión en el tiempo y en el espacio, variando el tiempo necesario para el paso de un óvulo a otro, desde un guiño de ojos en algunos casos, hasta un eón en otros. Y así prosigue el proceso hasta que el cascarón del Óvulo Materno sea roto y el Micro- Dios emerja como Macro-Dios. La vida, pues, es un desarrollo, un crecimiento y un progreso; pero no como los hombres acostumbran hablar sobre el crecimiento y el progreso, pues crecimiento para ellos es un aumento de volumen, y progreso un caminar hacia adelante. Mientras que, realmente, el crecimiento es una expansión esférica en el tiempo y en el espacio, y progreso es un movimiento que se extiende igualmente en todas direcciones: tanto hacia adelante como hacia atrás, y tanto hacia abajo y lateralmente, como hacia arriba. El crecimiento final es, por lo tanto, exceder en crecimiento al espacio; y el progreso final es sobrepujar al tiempo, sumergiéndose de este modo en el Macro-Dios y alcanzando la liberación de los límites del tiempo y el espacio, que es la única liberación que merece tal nombre. Y ése es el destino fijado para el hombre. Meditad bien sobre estas palabras, ¡oh, monjes! Salvo que vuestra propia sangre las asimile con satisfacción, vuestros esfuerzos para liberaros y liberar a los demás estarán abocados a aumentar los eslabones de vuestras cadenas y de las de vuestro prójimo. Mirdad quiere haceros comprender que podéis ayudar a comprender a todos los que también anhelan. Mirdad quiere que os liberéis para que podáis guiar hacia la Libertad a la raza de aquéllos que anhelan el triunfo y la liberación. Por eso intentará aclararos, todavía mejor, este principio del óvulo, especialmente en aquello que se refiere al hombre. Todos los órdenes de existencia inferiores al hombre están incluidos en un óvulo-grupo. Hay, pues, para las plantas, tantos óvulos como variedades de plantas existen, conteniendo las más evolucionadas a todas las menos evolucionadas. Lo mismo sucede con los insectos, peces, mamíferos; siempre los más evolucionados encierran todos los órdenes de vida menos evolucionados, hasta llegar al núcleo central. Así como la yema y la clara, dentro de un huevo común, sirven para alimentar y desarrollar el embrión del polluelo en él encerrado, de la misma manera todos los óvulos encerrados en cualquier óvulo sirven para alimentar y desarrollar el Micro-Dios allí encerrado. En cada óvulo sucesivo, el Micro-Dios encuentra un alimento espacio-temporal ligeramente diferente del que le fue suministrado en el óvulo precedente. De ahí la diferencia en expansión espacio-temporal. Difuso e informe en el gas, se concentra más y comienza a tomar forma en el líquido. En el mineral asume una forma definida y una fijeza, permaneciendo desprovisto de cualquier atributo de vida conforme se manifiestan en las formas superiores. En el vegetal toma forma con capacidad de crecer, multiplicarse y sentir. En el animal siente, se mueve, se propaga y posee memoria y rudimentos de la capacidad de pensar. Pero en el hombre, además de todo eso, adquiere la personalidad y la capacidad de contemplar, de expresarse y de crear. Es verdad que la creación del hombre en comparación con la de Dios, es semejante a un castillo de naipes construido por un niño, comparado con un magnífico templo o un elegante palacio construido por un arquitecto formidable. No obstante, es una creación. Cada hombre llega a ser un óvulo individual, en el que los más evolucionados encierran a los menos evolucionados, y también a todos los óvulos animales, vegetales e inferiores hasta el núcleo central. Mientras que el más evolucionado —el vencedor— encierra a todos los óvulos humanos y subhumanos. El tamaño del óvulo que encierra a cualquier hombre es medido por la amplitud de los horizontes espacio-temporales de este hombre. Mientras que la conciencia del tiempo, de un determinado hombre, no abarca más allá del corto período de tiempo que va desde su infancia hasta el momento presente, y sus horizontes de espacio no abarcan más allá de lo que sus ojos pueden alcanzar, los horizontes de otro, abarcan pasados inmemoriales y futuros muy distantes y espacios todavía no alcanzados por sus ojos. El alimento ofrecido a todos los hombres para su desarrollo es el mismo; pero, sin embargo, es distinta su capacidad para alimentarse y digerir, pues no han salido del mismo óvulo en el mismo momento y en el mismo lugar. De ahí su diferencia en sus expansiones espacio-temporales; y en ello se encuentra el motivo de que no existan dos hombres exactamente iguales. De la misma mesa, tan rica y pródigamente puesta ante los hombres, uno se sacia con la pureza y la belleza del oro hasta satisfacerse, mientras que otro come el propio oro y está siempre hambriento. El cazador, tan pronto como ve un corzo, es impelido a matarlo y comerlo. El poeta, al ver el mismo corzo, es transportado, como si tuviese alas, a los espacios y tiempos jamás soñados por el cazador. Micayón, viviendo en la misma Arca en que vive Shamadam, sueña con la libertad final y con la cima de la montaña de la liberación de las cadenas del tiempo y el espacio, mientras que Shamadam está constantemente atándose con los lazos, cada vez más apretados y fuertes, del espacio y el tiempo. En realidad, Micayón y Shamadam, aunque estén muy juntos, están muy lejos uno del otro. Micayón contiene a Shamadam, sin embargo Shamadam no contiene a Micayón. Por eso Micayón puede comprender a Shamadam, mientras que Shamadam no puede comprender a Micayón. La vida de un vencedor está en contacto con la vida de todo hombre por todos lados, pues contiene las vidas de todos los hombres. Mientras que la vida de ningún hombre toca, por todos los lados, la vida de un vencedor. Al más sencillo de los hombres, el vencedor da la imprensión de ser el más sencillo de los hombres. El altamente evolucionado, le reconoce como altamente evolucionado. Mas hay siempre aspectos del vencedor que solamente otro vencedor puede percibir y comprender. Por eso, él es un solitario y se siente como quien está en el mundo, pero no es de este mundo. El Micro-Dios no quiere permanecer encerrado. Está siempre trabajando para su liberación de la prisión del tiempo y del espacio, usando una inteligencia muy superior a la humana. En los seres inferiores, los hombres la llaman instinto. En los hombres comunes, la llaman razón. En los hombres superiores, la llaman sentido profético. Y es todo ello y mucho más. Es aquel poder sin nombre al que algunos, muy adecuadamente, dieron el nombre de Espíritu Santo y que Mirdad denomina el Espíritu de la Sagrada Comprensión. El primer Hijo del Hombre que horadó la cascara del tiempo y atravesó la frontera del espacio fue llamado, con mucha razón, el Hijo de Dios. Su comprensión de la divinidad es denominada, adecuadamente, Espíritu Santo. Podéis estar seguros de que también vosotros sois Hijos de Dios y de que también el Espíritu Santo está intentando penetrar en vosotros. Trabajad con El y jamás contra El. Mientras no hayáis horadado la cascara del tiempo y atravesado la frontera del espacio, que nadie diga: «Yo soy Dios.» Antes diga: «Dios es Yo.» Conservad bien esto en vuestras mentes para que el orgullo y la vana imaginación no corrompan vuestros corazones y militen contra el trabajo del Espíritu Santo dentro de vosotros, pues la mayor parte de los hombres trabaja contra el Espíritu Santo, retrasando de este modo su liberación final. Para conquistar el tiempo tendréis que combatir al tiempo con el tiempo. Para vencer al espacio tendréis que dejar que el espacio devore al espacio. Convertirse en amable anfitrión de cualquiera de ellos es permanecer prisionero de ambos y rehén de la infinidad de travesuras del bien y del mal. Aquéllos que descubrieron su destino y anhelan realizarlo no pierden tiempo mimando al tiempo, ni pasos andando en el espacio. En la corta duración de una vida podrán recorrer eones y aniquilar inmensas vastedades. No esperan que la muerte les lleve a un óvulo próximo al suyo; confían en que la vida les auxiliará a horadar la cascara de muchos óvulos de una sola vez. Por eso necesitáis estar despegados de todo, para que el tiempo y el espacio no dominen vuestros corazones. Cuanto más poseyereis, más seréis poseídos. Cuanto menos poseyereis, menos seréis poseídos. Sí, careced de todo, excepto de vuestra Fe, de vuestro Amor, y de vuestro anhelo de liberación por medio de la Sagrada Comprensión.

 

TE ATA (El Amanecer)

En el silencio de esta noche, Mirdad iluminará con fulgores vuestro camino hacia Dios: Evitad las discusiones. La verdad es un axioma que no necesita ser demostrado. Todo lo que necesita ser sustentado con argumentos y pruebas, más tarde o más temprano, será demolido con pruebas y argumentos. Demostrar algo es negar su opuesto. Demostrar lo opuesto es negar lo que había sido afirmado. Dios no tiene opuestos. ¿Cómo podríais demostrar su existencia o negarla? Para ser instrumento de la Verdad, la lengua no debe ser jamás mayal, garfio, veleta, acróbata o barrendero. Hablad para aliviar al que está sin habla. Callad para aliviaros. Las palabras son barcos que navegan por los mares del espacio y atracan en muchos puertos. Tened cuidado con qué los cargáis; pues habiendo seguido su curso, terminarán por descargar su carga en vuestro puerta. Lo que la escoba es para la casa, la búsqueda de sí mismo lo es para el corazón. Barred bien vuestros corazones. Un corazón bien barrido es una fortaleza inexpugnable. Tal como vosotros os alimentéis de los hombres y de las cosas, así ellos y ellas se alimentarán de vosotros. Sed alimento saludable para el prójimo, si no queréis ser envenenados. Si dudaseis sobre el próximo paso que debéis dar, permaneced quietos. Vosotros sois desagradables a las cosas que os desagradan. Apreciadlas y dejadlas en paz, apartando así un obstáculo de vuestro camino. La más insoportable molestia es considerar algo como molesto. Escoged entre estas dos cosas: poseer todo o no poseer absolutamente nada. Ningún término medio es posible. Toda piedra de tropiezo es un aviso. Leed cuidadosamente la advertencia y la piedra se transformará en un faro. Lo recto es hermano de lo torcido. Lo primero es un atajo, lo segundo es un camino indirecto. Tened paciencia con lo tortuoso. La paciencia es salud cuando se apoya en la Fe. Guando no está acompañada de la Fe, es parálisis. Ser, sentir, pensar, imaginar, saber, es el orden de las principales etapas en el circuito de la vida humana. Cuidaos de elogiar o de recibir elogios, aunque sean sinceros y merecidos. En cuanto a la lisonja, sed sordos y mudos a sus pérfidas promesas. Tomáis prestado todo cuanto dais, cuando sois conscientes de estar dando. En realidad, no podéis dar nada que sea vuestro. Sólo podéis dar a los hombres aquello de lo que sois depositarios para ellos. Aquello que en verdad es vuestro —que es exclusivamente vuestro— no lo podríais dar aunque quisieseis. Conservaos equilibrados y seréis el patrón y la balanza para que los hombres se midan y se pesen a sí mismos. No hay pobreza ni riqueza. Existe la habilidad de usar las cosas. Realmente pobre es aquél que usa mal lo que tiene, rico quien usa bien lo que posee. Incluso un mendrugo de pan enmohecido puede ser una riqueza incalculable. Como asimismo un granero rebosante de oro, puede ser una irremediable pobreza. Cuando convergen muchos caminos no dudéis sobre el que habéis de tomar. Para el corazón que busca a Dios, todos los caminos conducen a El. Aproximaos reverentemente a todas las formas de vida. En la más insignificante de ellas, está escondida la llave de la más significativa. Todas las formas de vida son significativas. Sí, maravillosas, incomparables e inimitables. La vida no se ocupa de niñerías inútiles. Para salir de los talleres de la naturaleza, la obra necesita ser merecedora del amoroso cuidado de la naturaleza y del más meticuloso arte. ¿No será, también, merecedora de vuestro respeto? Si los mosquitos y las hormigas merecen respeto, ¿qué decir de nuestros semejantes? No despreciéis a nadie. Es mejor ser despreciado por todos los hombres que despreciar a uno sólo de ellos. Despreciar a un hombre es despreciar al Micro-Dios que hay en él. Y despreciar al Micro-Dios en cualquier hombre, es despreciarle en vosotros mismos. ¿Cómo podría alguien llegar a su puerto seguro, si menosprecia al único piloto que le podría conducir a ese puerto? Mirad hacia arriba para poder ver lo que está debajo. Mirad hacia abajo, para que podáis ver lo que está arriba. Descended todo cuanto hayáis subido; en caso contrario, perderéis el equilibrio. Hoy sois alumnos; mañana seréis maestros. Para ser buenos maestros tenéis que ser buenos alumnos. No debéis intentar eliminar el mal del mundo; pues incluso la hierba dañina sirve de buen abono. El entusiasmo mal aplicado, a menudo mata al entusiasta. No solamente los árboles altos y frondosos componen el bosque. Es necesario que también haya algunos arbustos y trepadoras. La hipocresía puede ser conservada encubierta durante algún tiempo, pero no para siempre; ni tampoco puede ser destruida o exterminada. Las pasiones oscuras se generan y prosperan en las tinieblas. Colocadlas a la luz, y su generación disminuirá. Si de entre mil hipócritas consiguieseis llevar a uno sólo a la sencilla honestidad, en verdad os digo que grande habría sido vuestro éxito. Poned un faro en lo alto y no vayáis llamando a los hombres para que lo vean. Aquéllos que necesiten luz no precisarán que les invitéis a ello. La sabiduría es una carga para el semi-sabio, del mismo modo que la tontería lo es para el tonto. Ayudad al semi-sabio a cargar su carga y dejad de lado al tonto; el semi-sabio podrá enseñarle mejor que vosotros. Muchas veces hallaréis que vuestro camino es intransitable, sombrío y solitario. Sed perseverantes y continuad afanosamente recorriéndolo; al girar en cada recodo encontraréis un nuevo compañero. Ningún camino del espacio inviolado está aún inexplorado. Cuando las huellas son escasas y distantes unas de otras, el camino es seguro y recto, aunque rudo y solitario en algunos trechos. Los guías pueden mostrar el camino a aquéllos a quienes debe ser mostrado, pero no les pueden obligar a recorrerlo. Acordaos de que sois guías. Para guiar bien, se necesita estar bien guiado. Confiad en vuestro guía. Muchos os dirán: «Mostradnos el camino.» Muy pocos, poquísimos, os dirán: «Por favor, guiadnos por el camino.» En el camino de la Realización, esos pocos valen más que los otros muchos. Arrastraos donde no podáis andar. Andad donde no podáis correr. Corred donde no podáis volar. Volad donde no podáis hacer parar todo el universo dentro de vosotros. Levantad, no sólo una vez, ni dos, ni cien, al hombre que tropieza cuando intenta seguir vuestra orientación. Continuad levantándole hasta que ya no tropiece más, recordando que también vosotros fuisteis criaturas. Ungid vuestros corazones y vuestras mentes con el perdón, para que podáis tener sueños ungidos. La vida es una fiebre de intensidad variable y de diversas especies, según la obsesión de cada hombre; y los hombres están siempre delirando. Bienaventurados los que deliran con la Sagrada Libertad que es el fruto de la Sagrada Comprensión. Las fiebres del hombre son transmutables. La fiebre por la guerra puede ser transmutada en fiebre por la paz; la fiebre por acumular riqueza, puede ser transmutada en fiebre por acumular amor. Esa es la alquimia del Espíritu, que sois llamados a practicar y enseñar. Pedid vida para el que esté muriendo; y para el que esté viviendo pedid muerte. Mas para aquél que anhela la Realización, rogad que se libere de ambas. Grande es la diferencia entre «poseer» y «ser poseído». Poseéis solamente aquello que amáis. Aquello que odiáis os posee. Evitad ser poseídos. Más de una Tierra recorre su órbita por los vacíos del tiempo y del espacio. La vuestra es la más joven de la familia. ¡Y qué criatura tan robusta! Un movimiento estacionario, ¡qué paradoja! Sin embargo, tal es el movimiento de los mundos en Dios. Mirad los dedos de vuestras manos si queréis saber cómo las cosas diferentes pueden ser iguales. El azar es el juguete de los sabios... los tontos son el juguete del azar. Nunca os quejéis de nada. Quejarse de algo es transformarlo en castigo del que se queja. Soportarlo bien es castigarlo bien. Pero comprenderlo es convertirlo en un siervo fiel. Muchas veces sucede que el cazador, al apuntar a una corza, dispara y yerra, matando a una liebre cuya presencia no había notado. El cazador hábil dirá en ese caso: «Era realmente a la liebre a lo que había apuntado, y no a la corza. Y obtuve mi pieza.» Apuntad bien y cualquier resultado será un buen resultado. Lo que llega a vosotros es vuestro. Lo que se demora en llegar no merece la pena de ser esperado. Dejad que lo que se demora, espere. Jamás erraréis un objetivo si aquello a lo que apuntáis os apunta. Un objetivo que se yerra es siempre un objetivo alcanzado. Haced que vuestros corazones estén a prueba de decepciones. Las decepciones son aves de rapiña empolladas por corazones débiles, criadas con la carroña de sus abortadas esperanzas. Una esperanza que se realiza se transforma en madre de muchas esperanzas abortadas. ¡Cuidado! No concertéis el matrimonio de vuestros corazones con la esperanza, si no queréis que ellos se transformen en cementerios. Una de cada cien huevas desovadas por un pez puede dar fruto. Sin embargo, las otras noventa y nueve no se desperdician. La naturaleza se muestra así, tan pródiga y tan discriminadamente indiscriminada. Sed igualmente pródigos y discriminadamente indiscriminados al sembrar vuestros corazones y vuestras mentes en los corazones y mentes de los hombres. No esperéis recompensa alguna por el trabajo hecho. El propio trabajo es recompensa suficiente para el trabajador que ama su trabajo. Recordad la Palabra Creadora y el Equilibrio Perfecto. Cuando hayáis alcanzado ese Equilibrio por medio de la Sagrada Comprensión, sólo entonces os habréis vuelto vencedores y vuestras manos colaborarán con las manos de Dios. Puedan la paz y el silencio de esta noche vibrar en vosotros hasta que los sumerjáis en la paz y el silencio de la Sagrada Comprensión. Así enseñé a Noé. Así os enseño a vosotros.

 

 

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