lunes, 7 de julio de 2025

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Sartre y Lacan

Intenté encontrar una referencia de lo que sería tratar de elaborar un sujeto sin sustancia sin recurrir a los matemas. El sujeto de Descartes es sin sustancia de modo muy fugitivo, lo encuentran en el quinto párrafo de la segunda meditación, pero inmediatamente recupera su sustancia. Alguien que se apoya en Descartes intentó elaborar el sujeto sin sustancia, alguien que no careció de influencia sobre Lacan, quien intentaba rechazar la promoción del psicoanálisis del yo en la experiencia analítica realizada por los anglosajones. Me refiero a Sartre, que es una de las referencias de Lacan al inicio del Seminario II, que contribuye al logro de un estatuto extremo del sujeto, un estatuto de total desustancialización que es una intuición de Sartre. Opone, por un lado, el en-sí, el ser como lo que es, que es una definición de Lacan en el Seminario III, cuando habla de la psicosis, diciendo que en ella se trata de lo real como lo que es, como el en-sí sartreano. Por otra parte, hay otro tipo de ser, el ser de la conciencia, que es muy difícil de delimitar, pues está por ser lo que es. Sartre intenta aislarlo mediante la magia del estilo así; en El ser y la nada dice: "El ser de la conciencia no coincide consigo mismo en una adecuación primera". Todavía se refiere al principio de identidad como una síntesis, como una unificación; pero, tratándose de este ser que se resquebraja, no hay identidad ni coincidencia consigo mismo. La barra que golpea al sujeto es la barra que al mismo tiempo lo aleja del puro y simple principio de identidad. Sartre percibe correctamente la consecuencia: el sujeto está sujeto a identificarse. Porque hay un déficit a nivel del principio de identidad, el ser en cuestión se identifica. Hay una relación inmediata entre este déficit a nivel del principio de identidad y la tendencia a la identificación, cosa que Sartre analizó muy bien a nivel de lo imaginario. Conocen, creo, el famoso ejemplo del mozo de café que se cree mozó de café, ejemplo de la identificación con lo imaginario sostenida por un sujeto que tiene un déficit de identidad.

Algunas fórmulas: "parecer su propia coincidencia", "escapar a su identidad", "el sujeto está separado de sí mismo y lo que lo separa de sí mismo no es nada", "el para-sí existe bajo la forma de un otro lado en relación a sí mismo", "es un ser afectado constantemente por una inconsistencia del ser". Sartre habla así de una falta de ser, de un defecto del ser. Tienen una serie de metáforas muy logradas, tienen el término falta, la conexión del deseo y de la falta. Sartre plantea que la realidad humana debe ser una falta en sí misma porque hace nacer la falta y, por ende, para probarlo bastaría con la existencia del deseo como hecho humano. El deseo no es un estado psíquico, es un escape de sí mismo, es una falta de ser. Sólo tomo aquí lo que nos permite percibir el parentesco de su esfuerzo con el tipo de ser que Lacan intentó captar en el caso del sujeto. La diferencia mayor es que el déficit de identidad del sujeto nunca es pensado en relación al en-sí opaco, y que, en ningún momento, es situado en relación con el lenguaje.

(...) El ocho interior es el modo más simple que tiene Lacan de representar la autodiferencia que Sartre perseguía. La autodiferenciación del significante en tanto que no puede significarse a sí mismo, la autodiferenciación del sujeto en tanto que es representado por un significante en relación a otro.  Más una vez logrado por Lacan la concepción  del sujeto diferenciado podemos ser conscientes de la herida que se produce entre el ser esencial  de la identidad y el ser diferenciado existencial todo nuestro esfuerzo filosófico es redeconstruir la ontológica para darnos cuenta que  el ser diferenciando es la inversión del ser de la identidad así como el ser  de la identidad es la conversión del ser diferenciado, lo que nos hace salir del paradigma de del lenguaje al paradigma de la experiencia ontológica transferencial retransferencial  y a partir de este paradigma superar todo conflicto en una cibernética de tercer orden, pero ese no es el camino que ha seguido el mundo, que ha preferido la cibernética algorítmica para evitar enfrentar el problema entre la identidad y la diferencia, yendo a una civilización automatizada donde la IA configure el código y muy pronto se encargue también de hacerlo cumplir , pero ¿Qué código el de la identidad o el de la diferencia?   Realmente ninguno de los dos, su código es el de la máxima eficacia a mínimos costos, que no es otro que el código de la selección  “natural”  pero configurado cibernéticamente logrando así la “mejor” funcionalidad.

 

Veamos cómo funciona una red neuronal 

 

https://www.youtube.com/watch?v=jKCQsndqEGQ  

 

https://www.youtube.com/watch?v=mwHiaTrQOiI  

https://www.youtube.com/watch?v=ScVpPS_CFYc

 

Una red neuronal es un modelo computacional inspirado en la estructura y función del cerebro humano, utilizado para el aprendizaje automático y la resolución de problemas complejos. Funciona procesando información a través de capas interconectadas de nodos, simulando neuronas biológicas. Estas redes aprenden de los datos, ajustando sus conexiones internas para mejorar su desempeño en tareas específicas. 

¿Cómo funciona una red neuronal?

1.   1. Estructura:

Una red neuronal consta de capas de nodos (neuronas artificiales) interconectadas. Las capas típicas incluyen una capa de entrada, una o más capas ocultas y una capa de salida.

2.   2. Entrada y procesamiento:

Los datos de entrada se introducen en la capa de entrada. Cada nodo en la red recibe entradas de nodos de la capa anterior, aplica una función matemática (función de activación) y produce una salida.

3.   3. Propagación hacia adelante:

La salida de cada capa se propaga a la siguiente capa, hasta llegar a la capa de salida.

4.   4. Aprendizaje:

La red compara su salida con la salida esperada (etiqueta) y calcula un error.

5.   5. Retropropagación:

El error se retropropaga a través de la red, ajustando los pesos de las conexiones entre los nodos para reducir el error en futuros cálculos.

6.   6. Iteración:

Este proceso de propagación hacia adelante, cálculo de errores y retropropagación se repite muchas veces, permitiendo a la red aprender y mejorar su capacidad para realizar la tarea deseada. 

En resumen, una red neuronal funciona imitando el proceso de aprendizaje del cerebro humano, donde la información se procesa a través de capas de nodos interconectados y se ajustan las conexiones para mejorar el rendimiento en una tarea específica. 

 

¿Pero realmente nosotros funcionamos así?

Claro si se piensa cibernéticamente desde la neurobiología diremos  que sí, pero y si pensamos desde la conciencia desde el espíritu veremos que más bien nuestros relaciones son transferenciales-retransferenciales  siendo estas las principales funciones.   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

F E1-  1→0→ 1

____________________________________________               

F E2-1→0→1→0→1→0

____________________________________________

F E3-1→0→1→0→1→0→1→0→10

_____________________________________________

 

F E4-1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0

F E6-0  0  1→←1  0 0→←1→←1 0 0 1→←1 

F E7-10←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←10

F E8-10→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→10

F E9-10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10

______________________________________________

F E5.3-10←1←0←1←0←1←0←1←0

_______________________________________________

F E5.2-1←0←1←0←1←0

______________________________________________

F E5.1- 0←1←0

_______________________________________________

 

Funciones transferenciales y retransferenciales simétricas

FE1-Funcióndel espíritu absoluto Religión Sagrada

F E2-Funcion del Espíritu revelado Arte  Sublime

F E3-Función del Espíritu subjetivo Filosofía Esencial

F E4- Función  del Espiritu objetivo ciencia  simple→←compleja

F E5.1-Función del Antiespíritu absoluto Religión profana   

F E5.2 Función del Antiespíritu revelado Arte abyecto

F E5.5 Función del Antiespiritu subjetivo Filosofía Existencial

F E6 Función del Espíritu desintegrado Algoritmo

F E7 Función del Espíritu integrado  alteración de sistemas

F E8 Función del Espíritu infernal contraalteración de sistemas

F E9 Función del Espíritu Santo Comunión sintransferencial 

 

Pero en la realidad  la conciencia humana está  herida ontológicamente

   

F E1-  1→0 0→ 1/3

____________________________________________               

F E2-1→0 0→1/3→0→1→←1→1/2

____________________________________________

F E3-1→0 0→1→0→1→←1→1/2→1→0 0→1/31/2

_____________________________________________

 

F E4-1→0 0→1/3→0→1→←1→1/2→1→0 0→1/31/2→←1/31/2←1→←1←0←1/3←0 0←1←1/2←1→←1←0

F E6-0  0  1→←1  0 0→←1→←1 0 0 1→←1 

F E7-1/31/2←1→←1←0←1/3←0 0←1←1/2←1→←1←0←1/3←0 0←1←1/2←1→←1←0←1/3←0 0←1/31/2

F E8-1/31/2→1→←1→0→1→0 0→1/3→0→1→←1→1/2→1→0 0→1/3→0→1→←1→1/2→1→0 0→1/31/2

F E9-1/31/2←1→←1←0←1/3←0 0←1←1/2←1→←1←0←→1→0 0→1/3→0→1→←1→1/2→1→0 0→1/31/2

______________________________________________

F E5.3-1/31/2←1→←1←0←1/3←0 0←1←1/2←1→←1←0

_______________________________________________

F E5.2-1/3←0 0←1←1/2←1→←1←0

______________________________________________

F E5.1- 1/2←1→←1←0

_______________________________________________

 

 

 

Una función herida que es como en la realidad somos se escribe así

1→0→1/3→0→1/3

  1/2←1←1/2←1←0

Comprendiendo que en el espíritu él un tercio que simboliza la idea, es quien media la herida y en el antiespíritu quien media es la partición alma cuerpo, un código de dualidad pero para simplificarlo lo escribimos así:

     1→0 0→ 1/3

     1/2←1→←1←0

Dando a entender que la transferencia y la retransferencia son imperfectas, estableciendo ideologías en el espíritu  y particiones en el inconsciente que impenden llegar al ser o al no ser , para lograrlo la ciencia del logos tiene su base en la mediación.

Pero ¿Quién puede mediar?

Un herido con otro herido solo lograran una contra transferencia 

1→0 0→1/3→←1/2←1→←1←0

Así que el único mediador es aquel que este en  el logos, es decir que haya logrado el misterio pascual y el misterio dharmico en su vida.

 

Persona herida1→0 0→1/3→ Mediador 0→1→0→Persona herida ahora curada1→0→(1)→0→10 

Persona curada10←1←(0)←1←0 ←1←0←1Mediador←1/2←1→←1←0 Persona Herida

 

¿Pero alguien puede estar realmente en el logos?

 

Tendría que ser una especie de Buda y Cristo integrado y de hecho no hay nadie que se pueda mantener en ese estado, estamos todos heridos por el pecado en un conflicto interior y en una ruptura muerte  que impide la inspiración del Espíritu pero a veces todos nos inspiramos entramos en la gracia en el Dharma y se logra la transferencia    y la retransferencia y a muy pocas veces hasta la comunión sintransferencial.

 

10←1←(0)←1←0←→1→0→(1)→ 0→10

 

Apostar por esto es muy distinto que apostar por una cibernética algorítmica aquí se hace necesaria la intuición es como escuchar una meta música

 

 

 

 

 

 

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____________________________________________

_______________________________0_______________

_____________________________0___________________

_________________________________0______________

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No hay nada exacto una tiene que creer e imaginar  

 

El espíritu absoluto en su transferencia condensa  el símbolo y en su retransferencia el anti espíritu absoluto  lo desplaza en una repetición y diferencia, haciéndolo divergir.

El espíritu revelado hacer la metáfora y el antiespíritu la metonimia

El espíritu subjetivo hace el concepto y el antiespíritu su deconstrucción 

El espíritu objetivo formula simplemente y complejamente

El espíritu desintegrado desintegra la identidad y la diferencia en redes

El espíritu integrado altera desde la diferencia

El espíritu infernal contraaltera desde la identidad

El espíritu santo logra la comunión sintransferencial  de la identidad y la diferencia.

 

 

Cada Espíritu ha primado en distinto tiempo:

 

El Espíritu absoluto en la edad antigua

El espíritu revelado en la edad media

El Espíritu subjetivo en la modernidad

El espíritu objetivo en la transmodernidad que va desde Napoleón hasta  el final de la guerra fría

El anti espíritu que prima en la pos modernidad que siempre ha estado presente como todos los espíritus pero que se configura en la transmodernidad  hasta la ciada de las torres gemelas

El espíritu desintegrado prima en la pos humanidad que se va configurando en el conflicto de la identidad y la diferencia como tal ha estado presente siempre, pero desde de la caída de las torres gemelas prima hasta nuestros días iniciando las guerras cibernéticas.  

El espíritu integrado prima en la meta humanidad siempre ha estado presente se configura en el tiempo de la desintegración.

El espíritu infernal requiérela vuelta del logos mismo, pero todo aquel que quiera integrar la identidad lo sufre

El espíritu Santo requiere una nueva tierra y un nuevo cielo, solo en un cuerpo resucitado  El espíritu y el anti espíritu entran en comunión, mas cualquiera que ame puede experimentar las primicias de esa comunión.

 

Dentro del ser esta él no ser

 

1→0→1→0→10

 

Y dentro del no ser esta el ser

 

10←1←0←1←0

 

Infinitamente nuestra conciencia puede encontrar una representación dentro de una representación hasta el infinito así podemos decir que dentro del ser están todas las funciones ontológicas

 

1→(

 

0←1←0

_______________

1←0←1←0←1←0

_______________ 

 

10←1←0←1←0←1←0←1←0

___________________________

1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0

0  0  1→←1  0 0→←1→←1 0 0 1→←1 

10←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←10

10→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→10

10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10

____________________________________________  

 

1→0→1→0→1→0→1→0→10

_____________________________________

 

1→0→1→0→1→0

_______________________________

 

1→0→1

 

                             )→1 

 

 

                                                                             )←0 

 

 

F E1-  1→0→ 1

____________________________________________               

F E2-1→0→1→0→1→0

____________________________________________

F E3-1→0→1→0→1→0→1→0→10

_____________________________________________

 

F E4-1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0

F E6-0  0  1→←1  0 0→←1→←1 0 0 1→←1 

F E7-10←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←10

F E8-10→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→10

F E9-10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10

______________________________________________

F E5.3-10←1←0←1←0←1←0←1←0

_______________________________________________

F E5.2-1←0←1←0←1←0

______________________________________________

F E5.1- 0←1←0

_______________________________________________

 

     0←( 

 

 

Lo que hace que seamos complementarios porque uno está  dentro del otro y otro dentro del uno  

 

Versión simplificada

 

Primera persona                        Segunda persona

 

   0  Existencial                                1 Sustancial  

_____________                                ______________________

 

      ← tranfesor          ←→                    Transfesor→ 

____________                                 _________________________

    

     1  sustancial                                   0  Existencial 

 

Versión amplificada  

 

 

0←1←0 ←                    →1→0→1

_______________

1←0←1←0←1←0 ←→1→0→1→0→1→0

 

_______________ 

 

10←1←0←1←0←1←0←1←0 ←→1→0→1→0→1→0→1→0→10

___________________________

1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0 ←10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10

0  0  1→←1  0 0→←1→←1 0 0 1→←1   ←1→←1 0 0 1→←1   0  0  1→←1  0 0

10←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←10←→10→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→10

10→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←1←0←10

10←1←0←1←0←1←0←1←0←→1→0→1→0→1→0→1→0→10→1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0

____________________________________________  

 

1→0→1→0→1→0→1→0→10→←10←1←0←1←0←1←0←1←0

_____________________________________

 

1→0→1→0→1→0→←1←0←1←0←1←0

_______________________________

 

1→0→1→← 0←1←0 

 

 

 

Pero recordemos que nuestras funciones están heridas:

 

Primera persona identidad       Segunda persona diferencia

 

1/3  sustancial                               ½ existencial

 

_____________                            ____________

    → transfesor         →←             Transfesor←

____________                          _______________

 

  ½  Existencial                        1/3 sustancial  

 

 

Pero el panorama es aún más complejo

 

Porque las personas en el tiempo algorítmico en el que estamos no actúan ni piensan transferencialmente sino algorítmicamente como si fueran maquinas

 

1→0 1 0(1/3) 1 0 →1 0 

 

1 0 ←1 0 (1/2)1 0←0 

 

 

Oculta esta la herida, pero los hombres han decidido no amar así no encaran la herida del ser al no poder ser imagen de Dios ni la herida del no ser al tener el deseo como carencia ni la herida del amor al no poder complementarse y se dejan configurar para ser eficientes ciborgs es decir organismo procesadores de información olvidando su ser y su espiritualidad, es decir renunciando a su libertad para ser uno más por esto en este tiempo no se trata de un lucha de clases sino de una lucha ontológica entre el ciborg y el ser humano, la cual solo se puede ganar desde una ciencia del logos alterando al ciborg y una vez tocada la herida, mediándolo.

 

    Ciborg 1→0 1 0(1/3) 1 0 →1 0→← Mediador1/2←1→←1←0  

   

Ciborg intenta eliminar al mediador del sistema por no ser funcional

 

   Ciborg  1→0 1 0(1/3) 1 0 →1 0→←Mediador 10←1←(0)←1←0

 

El mediador resiste y logra mediar al ciborg

 

 Ciborg consciente de su herida  1←0 0←1/3←mediador 10←1←(0)←1←0 ← Ciborg 1←0 1 0(1/3) 1 0 ←1 0

 

 

Luego de hacer el retraspaso  la alteración de sistemas el mediador hace el traspaso la contra alteración de sistemas

 

        Ciborg retraspasado 10←0←(1)←0← Mediador0←1←0 ← Ciborg1/3←0 0←1 

 

   Ciborg 0→1→←1→0→Mediador 1→0→1→Ciborg traspasado 0→1→(0)→1→01 

 

 

El proceso es mucho más complejo para verlo en la realidad veamos el conflicto entre el Perú oficial y el Perú profundo comprendiéndola diferencia fundamental entre un ciborg y un humano.

 

El ciborg ve a todos como medios aun así  mismo  para lograr el objetivo del sistema cumpliendo su código

El ser humano se busca encontrar a sí mismo en el misterio pascual encontrar su ser y en el misterio dharmico actúa sin buscar el fruto de su acción es decir que logra actuar incondicionalmente integrando ambos misterios tenemos el misterio trino del ahayu donde el ser humano ama como un fin en sí mismo.

 

Así el problema es medial el ciborg media para que te quedes atrapado en el sistema y olvides tu ser, le hombre en el logos media para te encuentres a ti mismo.  

 

Ahora abordemos el conflicto peruano desde Mariategui:

 

 

I. PONENCIAS BÁSICAS ¿CÓMO SE PLANTEA, en nuestra época, la cuestión del regionalismo? En algunos departamentos, sobre todo en los del sur, es demasiado evidente la existencia de un sentimiento regionalista. Pero las aspiraciones regionalistas son imprecisas; indefinidas; no se concretan en categóricas y vigorosas reivindicaciones. El regionalismo no es en el Perú un movimiento, una corriente, un programa. No es sino la expresión vaga de un malestar y de un descontento. Esto tiene su explicación en nuestra realidad económica y social y en nuestro proceso histórico. La cuestión del regionalismo se plantea, para nosotros, en términos nuevos. No podemos ya conocerla y estudiarla con la ideología jacobina o radicaloide del siglo XIX. Me parece que nos pueden orientar en la exploración del tema del regionalismo las siguientes proposiciones: 1a – La polémica entre federalistas y centralistas, es una polémica superada y anacrónica como la controversia entre conservadores y liberales. Teórica y prácticamente la lucha se desplaza del plano exclusivamente político a un plano social y económico. A la nueva generación no le preocupa en nuestro régimen lo formal –el mecanismo administrativo– sino lo substancial –la estructura económica. 2a – El federalismo no aparece en nuestra historia como una reivindicación popular, sino más bien como una reivindicación del gamonalismo y de su clientela. No la formulan las masas indígenas. Su proselitismo no desborda los límites de la pequeña burguesía de las antiguas ciudades coloniales. 

 

 

3a – El centralismo se apoya en el caciquismo y el gamonalismo regionales, dispuestos, intermitentemente, a sentirse o decirse federalistas. La tendencia federalista recluta sus adeptos entre los caciques o gamonales en desgracia ante el poder central. 4a – Uno de los vicios de nuestra organización política es, ciertamente, su centralismo. Pero la solución no reside en un federalismo de raíz e inspiración feudales. Nuestra organización política y económica necesita ser íntegramente revisada y transformada. 5a – Es difícil definir y demarcar en el Perú regiones existentes históricamente como tales. Los departamentos descienden de las artificiales intendencias del Virreinato. No tienen por consiguiente una tradición ni una realidad genuinamente emanadas de la gente y la historia peruanas. La idea federalista no muestra en nuestra historia raíces verdaderamente profundas. El único conflicto ideológico, el único contraste doctrinario de la primera media centuria de la república es el de conservadores y liberales, en el cual no se percibe la oposición entre la capital y las regiones sino el antagonismo entre los “encomenderos” o latifundistas, descendientes de la feudalidad y la aristocracia coloniales, y el demos mestizo de las ciudades, heredero de la retórica liberal de la Independencia. Esta lucha trasciende, naturalmente, al sistema administrativo. La Constitución conservadora de Huancayo166, suprimiendo los municipios, expresa la posición del conservatismo ante la idea del self government. Pero, así para los conservadores como para los liberales de entonces, la centralización o la descentralización administrativa no ocupa el primer plano de la polémica. Posteriormente, cuando los antiguos “encomenderos” y aristócratas, unidos a algunos comerciantes enriquecidos por los contratos y negocios con el Estado, se convierten en clase capitalista, y reconocen que el ideario liberal se conforma más con los intereses y las necesidades del capitalismo que el ideario aristocrático, la descentralización encuentra propugnadores más o menos platónicos lo mismo en uno que en otro de los dos bandos políticos. Conservadores o liberales, indistintamente, se declaran relativamente favorables o contrarios a la descentralización. Es cierto que, en este nuevo período, el conservatismo y el liberalismo, que ya no se designan siquiera con estos nombres, no corresponden tampoco a los mismos impulsos de clase. (Los ricos en ese curioso período, devienen un poco liberales, las masas se vuelven, por el contrario, un poco conservadoras). Mas, de toda suerte, el caso es que el caudillo civilista Manuel Pardo, bosqueja una política descentralizadora con la creación en 1873 de los concejos departamentales y que, años más tarde, el caudillo demócrata Nicolás de Piérola –político y estadista de mentalidad y espíritu conservadores, aunque en apariencia insinúen lo contrario sus condiciones de agitador y demagogo–, inscribe o acepta en la “declaración de principios” de su partido la siguiente tesis: “Nuestra diversidad de razas, lenguas, clima y territorio, no menos que el alejamiento entre nuestros centros de población, reclaman desde luego, como medio de satisfacer nuestras necesidades de hoy y de mañana, el establecimiento de la forma federativa; pero en las condiciones aconsejadas por la experiencia de ese régimen en pueblos semejantes al nuestro y por las peculiares del Perú”*. Después del 95 las declaraciones anticentralistas se multiplican. El partido liberal de Augusto Durand se pronuncia a favor de la forma federal. El partido radical no ahorra ataques ni críticas al centralismo. Y hasta aparece, de repente, como por ensalmo, un partido federal. La tesis centralista resulta entonces exclusivamente sostenida por los civilistas que en 1873 se mostraron inclinados a actuar una política descentralizadora. Pero toda ésta era una especulación teórica. En realidad, los partidos no sentían urgencia de liquidar el centralismo. Los federalistas sinceros, además de ser muy pocos, distribuidos en diversos partidos, no ejercían influencia efectiva sobre la opinión. No representaban un anhelo popular. Piérola y el partido demócrata, habían gobernado varios años. Durand y sus amigos habían compartido con los demócratas, durante algún tiempo, los honores y las responsabilidades del poder. Ni los unos ni los otros se habían ocupado, en esa oportunidad, del problema del régimen ni de reformar la Constitución. El partido liberal, después del deceso del precario partido federal y de la disolución espontánea del radicalismo gonzález-pradista, sigue agitando la bandera del federalismo. Durand se da cuenta de que la idea federalista –que en el partido demócrata se había agotado en una platónica y mesurada declaración escrita– puede servirle al partido liberal para robustecer su fuerza en provincias, atrayéndole a los elementos enemistados con el poder central. Bajo, o mejor dicho, contra el gobierno de José Pardo, publica un manifiesto federalista. Pero su política ulterior demuestra, demasiado claramente, que el partido liberal no obstante su profesión de fe federalista, sólo esgrime la idea de la federación con fines de propaganda. Los liberales forman parte del ministerio y de la mayoría parlamentaria durante el segundo gobierno de Pardo168. Y no muestran, ni como ministros ni como parlamentarios, ninguna intención de reanudar la batalla federalista. También Billinghurst –acaso con más apasionada convicción que otros políticos que usaban esta plataforma– quería la descentralización. No se le puede reprochar, como a los demócratas y los liberales, su olvido de este principio en el poder: su experimento gubernamental fue demasiado breve. Pero, objetiva e imparcialmente, no se puede tampoco dejar de constatar que con Billinghurst llegó a la presidencia un enemigo del centralismo sin ningún beneficio para la campaña anticentralista. A primera vista les parecerá a algunos que esta rápida revisión de la actitud de los partidos peruanos frente al centralismo, prueba que, sobre todo, de la fecha de la declaración de principios del partido demócrata a la del manifiesto federalista del doctor Durand, ha habido en el Perú una efectiva y definida corriente federalista. Pero sería contentarse con la apariencia de las cosas. Lo que prueba, realmente, esta revisión, es que la idea federalista no ha suscitado ni ardorosas y explícitas resistencias ni enérgicas y apasionadas adhesiones. Ha sido un lema o un principio sin valor y sin eficacia para, por sí solo, significar el programa de un movimiento o de un partido. Esto no convalida ni recomienda absolutamente el centralismo burocrático. Pero evidencia que el regionalismo difuso del sur del Perú no se ha concretado, hasta hoy, en una activa e intensa afirmación federalista.

 

II. REGIONALISMO Y GAMONALISMO A todos los observadores agudos de nuestro proceso histórico, cualquiera que sea su punto de vista particular, tiene que parecerles igualmente evidente el hecho de que las preocupaciones actuales del pensamiento peruano no son exclusivamente políticas –la palabra “política” tiene en este caso la acepción de “vieja política” o “política burguesa”– sino, sobre todo, sociales y económicas. El “problema del indio”, la “cuestión agraria” interesan mucho más a los peruanos de nuestro tiempo que el “principio de la autoridad”, la “soberanía popular”, el “sufragio universal”, la “soberanía de la inteligencia” y demás temas del diálogo entre liberales y conservadores. Esto no depende de que la mentalidad política de las anteriores generaciones fuese más abstractista, más filosófica, más universal; y de que diversa u opuestamente, la mentalidad política de la generación contemporánea sea –como es– más realista, más peruana. Depende de que la polémica entre liberales y conservadores se inspiraba, de ambos lados, en los intereses y en las aspiraciones de una sola clase social. La clase proletaria carecía de reivindicaciones y de ideología propias. Liberales y conservadores consideraban al indio desde su plano de clase superior y distinta. Cuando no se esforzaban por eludir o ignorar el problema del indio, se empeñaban en reducirlo a un problema filantrópico o humanitario. En esta época, con la aparición de una ideología nueva que traduce los intereses y las aspiraciones de la masa –la cual adquiere gradualmente conciencia y espíritu de clase– surge una corriente o una tendencia nacional que se siente solidaria con la suerte del indio. Para esta corriente la solución del problema del indio es la base de un programa de renovación o reconstrucción peruana. El problema del indio cesa de ser, como en la época del diálogo de liberales y conservadores, un tema adjetivo o secundario. Pasa a representar el tema capital. He aquí, justamente, uno de los hechos que, contra lo que suponen e insinúan superficiales y sedicentes nacionalistas, demuestra que el programa que se elabora en la conciencia de esta generación es mil veces más nacional que el que, en el pasado, se alimentó únicamente de sentimientos y supersticiones aristocráticas o de conceptos y fórmulas jacobinas. Un  criterio que sostiene la supremacía del problema del indio, es simultáneamente muy humano y muy nacional, muy idealista y muy realista. Y su arraigo en el espíritu de nuestro tiempo está demostrado por la coincidencia entre la actitud de sus propugnadores de dentro y el juicio de sus críticos de fuera. Eugenio d’Ors, verbigracia. Este profesor español cuyo pensamiento es tan estimado y aun superestimado por quienes en el Perú identifican nacionalismo y conservatismo, ha escrito con motivo del centenario de Bolivia: “En ciertos pueblos americanos especialmente, creo ver muy claro cuál debe ser, es, la justificación de la independencia, según la ley del Buen Servicio; cuáles son, cuáles deben ser el trabajo, la tarea, la obra, la misión. Creo, por ejemplo, verlos de este modo en su país. Bolivia tiene, como tiene el Perú, como tiene México, un gran problema local –que significa a la vez, un gran problema universal. Tiene el problema del indio; el de la situación del indio ante la cultura. ¿Qué hacer con esta razón? Se sabe que ha habido, tradicionalmente, dos métodos opuestos. Que el método sajón ha consistido en hacerla retroceder, en diezmarla, en, lentamente, exterminarla. El método español, al contrario, intentó la aproximación, la redención, la mezcla. No quiero decir ahora cuál de los dos métodos debe preferirse. Lo que hay que establecer con franca entereza es la obligación de trabajar con uno o con el otro de ellos. Es la imposibilidad moral de contentarse con una línea de conducta que esquive simplemente el problema, y tolere la existencia y pululación de los indios al lado de la población blanca, sin preocuparse de su situación, más que en el sentido de aprovecharla –egoísta, avara, cruelmente– para las miserables faenas obscuras de la fatiga y la domesticidad”*. No me parece esta la ocasión de contradecir el concepto de Eugenio d’Ors sobre la oposición, respecto del indio, entre el presunto humanitarismo del método español y la implacable voluntad de exterminio del método sajón. (Probablemente para Eugenio d’Ors el método español está representado por el generoso espíritu del padre de Las Casas y no por la política de la Conquista y del Virreinato totalmente impregnada de prejuicios adversos no sólo al indio sino hasta al mestizo). En la opinión de Eugenio d’Ors no quiero señalar más que un testimonio reciente de la igualdad en que interpretan el mensaje de la época los agonistas iluminados y los espectadores inteligentes de nuestro drama histórico. Admitida la prioridad del debate del “problema del indio” y de la “cuestión agraria” sobre cualquier debate relativo al mecanismo del régimen más que a la estructura del Estado, resulta absolutamente imposible considerar la cuestión del regionalismo o, más precisamente, de la descentralización administrativa, desde puntos de vista no subordinados a la necesidad de solucionar de manera radical y orgánica los dos primeros problemas. Una descentralización, que no se dirija hacia esta meta, no merece ya ser ni siquiera discutida. Y bien, la descentralización en sí misma, la descentralización como reforma simplemente política y administrativa, no significaría ningún progreso en el camino de la solución del “problema indio” y del “problema de la tierra”, que, en el fondo, se reducen a un único problema. Por el contrario, la descentralización, actuada sin otro propósito que el de otorgar a las regiones o a los departamentos una autonomía más o menos amplia, aumentaría el poder del gamonalismo contra una solución inspirada en el interés de las masas indígenas. Para adquirir esta convicción, basta preguntarse qué casta, qué categoría, qué clase se opone a la redención del indio. La respuesta no puede ser sino una y categórica: el gamonalismo, el feudalismo, el caciquismo. Por consiguiente, ¿cómo dudar de que una administración regional de gamonales y de caciques, cuanto más autónoma tanto más sabotearía y rechazaría toda efectiva reivindicación indígena? No caben ilusiones. Los grupos, las capas sanas de las ciudades no conseguirían prevalecer jamás contra el gamonalismo en la administración regional. La experiencia de más de un siglo es suficiente para saber a qué atenerse respecto a la posibilidad de que, en un futuro cercano, llegue a funcionar en el Perú un sistema democrático que asegure, formalmente al menos, la satisfacción del principio jacobino de la “soberanía popular”. Las masas rurales, las comunidades indígenas, en todo caso, se mantendrían extrañas al sufragio y a sus resultados. Y, en consecuencia, aunque no fuera sino porque los ausentes no tienen nunca razón –“Les absents ont toujour tort”– los organismos y los poderes que se crearían “electivamente”, pero sin su voto, no podrían ni sabrían hacerles nunca justicia. ¿Quién tiene la ingenuidad de imaginarse a las regiones –dentro de su realidad económica y política presente– regidas por el “sufragio universal”? Tanto el sistema de “concejos departamentales” del presidente Manuel Pardo como la república federal preconizada en los manifiestos de Augusto Durand y otros asertores de la federación, no han representado ni podían representar otra cosa que una aspiración del gamonalismo. Los “concejos departamentales”, en la práctica, transferían a los caciques del departamento una suma de funciones que detenta el poder central. La república federal, aproximadamente, habría tenido la misma función y la misma eficacia. Tienen plena razón las regiones, las provincias, cuando condenan el centralismo, sus métodos y sus instituciones. Tienen plena razón cuando denuncian una organización que concentra en la capital la administración de la república. Pero no tienen razón absolutamente cuando, engañadas por un miraje, creen que la descentralización bastaría para resolver sus problemas esenciales. El gamonalismo dentro de la república central y unitaria, es el aliado y el agente de la capital en las regiones y en las provincias. De todos los defectos, de todos los vicios del régimen central, el gamonalismo es solidario y responsable. Por ende, si la descentralización no sirve sino para colocar, directamente, bajo el dominio de los gamonales, la administración regional y el régimen local, la sustitución de un sistema por otro no aporta ni promete el remedio de ningún mal profundo. Luis E. Valcárcel está en el empeño de demostrar “la supervivencia del Inkario sin el Inka”. He ahí un estudio más trascendente que el de los superados temas de la vieja política. He ahí también un tema que confirma la aserción de que las preocupaciones de nuestra época no son superficial y exclusivamente políticas, sino, principalmente, económicas y sociales. El empeño de Valcárcel toca en lo vivo de la cuestión del indio y de la tierra. Busca la solución no en el gamonalismo sino en el ayllu.

 

  Y es aquí en el ayllu que se resuelve el problema entre el Perú oficial y el Perú profundo pero para comprender el Ayllu hay que comprender su cibernética de tercer orden, hay que dar luz primero a las cibernéticas pre históricas para luego dar luz sobre las cibernéticas pre hispánicas y comprender su funcionamiento Transferencial  chaupi quipu y retransferencial koshi kene.  



  

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