La imposibilidad de un centro visiones irreconciliables

 

La imposibilidad de un centro; visiones irreconciliables

El comercio les pidió a los candidatos que escribieran sobre sus visiones del Perú y 15 candidatos lo hicieron.

Lo primero que salta a la vista es que no saben en qué mundo están y donde está ubicado el Perú en este mundo.

Están en el mundo pos histórico, con la caída del muro de Berlín se acabó la historia del mundo le gusto a quien le gusto, el estado liberal republicano democrático burgués se impuso como la formula industrial en todo el mundo y pasamos a la globalización.

Pero la meta historia no se ha acabado y la globalización hace agua por todos lados, si la historia estaba enfocada en las estructuras, la meta historia lo está en las meta estructuras y aquí la integración del ser humano está en juego, y esta integración se hace imposible en el mundo global capitalista pos humano.

El capitalismo nos propone el absoluto algorítmico para conseguir la máxima efectividad en la producción de riqueza, pero esta es una riqueza simulada, el algoritmo no nos dejara nunca ver la realidad, y la inteligencia de las máquinas y sus cálculos desplazara la inteligencia humana, cuanto gente muere en esta pandemia no lo sabemos y no lo sabremos jamás, porque no somos nosotros los que manejamos los datos.

La meta historia exige una lucha espiritual, ninguno de los candidatos está dispuesta a darla, el algoritmo divide a la humanidad, los expone a cierta información que reafirma sus creencias logrando una polarización tremenda, como si estuviéramos en plena guerra fría, cuando estamos más bien en una guerra de imaginarios dominada por la inteligencia artificial.

Uno a otro se imaginan como lo peor, para la derecha la izquierda es terrorista, cuando los partidos políticos que compiten son liberales reciclando sociales democracias y para la izquierda los de la derecha son corruptos cuando es más bien mucha la gente de izquierda la que ha propiciado en Latinoamérica con odebrecht la corrupción.

En el fondo hay un debate meta histórico entre los transhumanos que están dispuestos a un progreso que nos altere genéticamente, lo que exige romper todos los códigos tradicionales sobre todo los de la familia heterosexual y los bioconservadores que quieren mantener esos códigos y el poder que ellos dan al ser blancos, occidentales, heterosexuales, burgueses tecnócratas, cristianos, pero lejos de entrar al debate de fondo, en las redes manejadas por el algoritmo saltan la violencia por todos lados que lejos de ser una violencia transformadora es una decadente que nos va hundiendo en la miseria intelectual.

Las visones de los candidatos se pueden dividir en tres las que pretenden conservar el estado fujimorista neoliberal, las que pretenden cambiar la constitución y las que quieren un centro para mediar en este proceso.

Keiko encabeza la primera facción de candidatos que pretende conservar el estado fujimorista a sangre y a fuego, sin lograr una autocrítica ya que fue ella la que termino destruyendo este estado, se lanza con un escrito de cuento de ficción sin poder ver la realidad de la crisis en la pandemia, el estado que construyo su padre, es incapaz de dar salud, educación, alimentación, agua, mínima sobrevivencia a los peruanos, pero ella está dispuesta a defenderlo sin dar tregua y esta es la posición con algunos matices de todos los sectores de la derecha ,que no quieren que el Perú se convierta en Venezuela, cuando son ellos los que se comportan peor que la derecha venezolana y van cavando su tumba al no querer abandonar sus privilegios.

Verónica encabeza la facción de la izquierda que quiere un cambio y plantea ir con todo para recuperarnos de la pandemia alucinando con un estado fuerte que no somos, con una bonanza económica que no tenemos y con una inversión que no vendrá si ella llega al poder, si la globalización se impuso en el mundo con el fin de la guerra fría, en el Perú la guerra fría recién termina con la derrota de Sendero en el año 92, convirtiendo luego de eso al estado en un botín, destruyendo cualquier posibilidad de una industrialización, y relegándonos a una economía primario exportadora y de servicios turísticos, totalmente dependientes del capital exterior, cortar con esto será casi imposible y cualquier intento de intentar una real transformación provocara una crisis en todos los niveles, ¿Es Verónica consciente de esto?

George Forsyth representa el centro, uno imposible demostrado con Vizcarra, con Merino y con el partido Morado, no es tiempo de centros hay un proceso de cambio, lo intentaran detener , pero es imposible , el estado fujimorista se cae a pedazos y urge un nuevo pacto social ,!Que tiene que pasar para que lo entiendan! Pero los centros juegan a la apariencia igual que Vizcarra en apariencia combatirán la corrupción y escogerán algún chivo expiatorio para que se vea que están haciendo algo, como ahora el partido morado hace con Sagastegui y la operación olimpo encarcelando a muchos acusados de apología al terrorismo, ese es el juego con el algoritmo la apariencia, solo que el algoritmo no podrá ocultar la verdad por mucho tiempo los cadáveres apestan y los vacíos dejados por los muertos no se llenan, las burbujas se reventaran y tarde o temprano la barbarie desplazara todo orden simulado, ¿George es capaz de siquiera entender esto? Lo dudo basta leer su texto de autoayuda carente de visión.

Estamos en una crisis mucho más profunda de la que nos imaginamos el hombre muere y con él la vida como la conocemos, estamos en un tiempo apocalíptico de revelación donde todo lo que se quiera esconder terminara expuesto, las tensiones de clases, de etnia, de género, de especie que la modernidad no pudo resolver sino que más bien agudizo estallaran, prepararnos para eso, integrarnos, es lo que toca pero ningún candidato quiere hacerlo, la pelota en la pos historia no está en la cancha de los políticos, sino en el de la gente organizándose y resistiendo, luego de la pandemia no nos espera una normalidad al menos que entendamos que la norma será la crisis del capitalismo global y de todas sus estructuras, hoy no podemos fiarnos de ellas, sino que tenemos que construir las nuestras.