La corrupción es el motor de la economía en el Perú

 

La corrupción es el motor de la economía en el Perú

Es imposible que un proyecto salga a delante si no le das su parte a cada uno de los burócratas que tomaran decisiones para que tu expediente pueda ser aceptado, si tu no pagas simplemente se queda estancado tu proyecto, puedes ir con las ideas más innovadoras, con el equipo más preparado hasta caerle muy simpático o simpática al burócrata pero él no va a mover un dedo la menos que haya plata por debajo, entiendo que esto es así en todas las esferas del estado.

Así que lo peor que le puede pasar al Perú es acabar con la corrupción eso realmente estancaría toda la economía peruana.

La corrupción tiene su raíz en la idiosincrasia de la reciprocidad andina, yo te hago algo por algo, es imposible que yo haga algo sin esperar una retribución, así mismo yo no puedo hacer algo sin recibir algo a cambio, en una relación directa.

Este tipo de sistema choca con el estado Virreynal pero choca aún más con la república, y cuando se produce la migración andina a la costa y el fin de la guerra interna con el fujimorismo, este sistema se convierte en la red de argollas necesaria que incluye o excluye en el sistema a todo aquel que quiera lograr éxito.

Nadie analiza el problema en serio, en algo se acerca Hernando de Soto, pero realmente no entiende este sistema, la gran mayoría cae en la demagogia de prometer acabar con la corrupción sin medir las consecuencias y candidatos como Arana parecen caer muy mal con su reiterada propuesta de combatir la corrupción.

Pero se mantiene la doble moral, se va con todo en el discurso contra odebrecht pero Odebrecht no es la cúspide de la corrupción es solo un sistema más de todos los sistemas que funcionan así, ¿Porque no somos honestos? Y decimos claramente que todos en algún momento hemos corrompido y hemos sido corrompidos, lo cual nos llevaría indefectiblemente a la construcción de un nuevo estado donde se visibilice esta cadena de favores como la base de la construcción de nuestro estado.

Lo interesante del Tawantinsuyo es que la comunidad y sus relaciones es la base del estado, es decir que el estado se construye desde estas relaciones horizontales de ayllu a ayllu ya aunque hay un centro de poder vertical en la panaca del Inca, este se basa en los vínculos comunales en un biotejido espiritual de reciprocidad entre todos los seres y sus comunidades, en cambio desde la conquista esa base de relaciones comunales se combate y desprecia, imponiéndoles un sistema abstracto de leyes y principios que no funcionan, los esquemas cognitivos son otros y a pesar de 300 años de conquista y 200 años de república, jamás la ley ha funcionado en el Perú.

Si realmente queremos otra constitución esta debe de recuperar esa base comunal de relaciones materiales directas en el espíritu de reciprocidad a partir de ahí se puede llegar al espíritu de gracia cristiano donde uno hace solo por hacer, donde la bendición está en dar y no en recibir, lejos de esto el espíritu del mercado, es el espíritu de la ganancia, del egoísmo, del consumo, de la competencia, de la explotación del otro, el cual pervierte estas relaciones de reciprocidad.

¿Qué es lo que nos permite resistir la pandemia?

¿El mercado y su “libre” competencia?

No lo creo, al contrario se ha visto la especulación con medicinas, servicios médicos, balones de oxígeno, vacunas haciendo del Perú un laboratorio de ratas.

¿Un estado fuerte con leyes que se cumplen desde un principio de autoridad?

No lo creo, el estado promulga leyes sin entender la realidad informal del Perú condenándonos a la inanición con sus cuarentenas.

¿El espíritu de reciprocidad donde entre todos nos ayudamos?

Yo creo que sí, y aquí está la clave, para la organización social que funde un nuevo estado, donde no primen las leyes sino el espíritu de reciprocidad, solidaridad en relaciones directas materiales.

Solo así podríamos realmente integrarnos porque desde la conquista, todos estamos rotos por dentro, corrompidos y esto destruye nuestra autoestima, nuestro valor, lo terrible es que lejos de esto los candidatos ven en la tecnología algorítmica y sus protocolos rígidos con video vigilancia la solución para combatir la corrupción, por este camino habrá que construir tarde o temprano más cárceles que escuelas, condenándonos a todos a la barbarie delincuencial, que será la única de manera de ayudarnos unos a los otros.