¿Es liberadora la propuesta de la izquierda?
No, la izquierda ha destruido el logos, por lo mismo no hay
en ella capacidad de razonamiento ni de relato de ningún mito, es decir no
pueden inspirar, ni movilizar ninguna fuerza liberadora.
Hay que separar la izquierda antes del muro de Berlín y la
izquierda después del muro, una es materialista, dialéctica, libertaria y la
otra es pos estructuralista, pos moderna promoviendo la identidad de género.
¿Tenía entonces la izquierda antes de la caída del muro de
Berlín potencial liberador?
Por supuesto, pero fue un potencial que llevado al acto, se
convirtió en una tragedia, luchando por la libertad termino esclavizando a
medio mundo, pero había un relato y un razonamiento, que te impulsaba a creer y
hasta a sacrificarte.
Se creía como lo creyó Rousseau que el hombre era bueno por
naturaleza y que la sociedad, la civilización lo corrompía, así que había que
corregir la civilización humana, enfrentarse al gran leviatán al estado, que
era el aparato de una clase social para dominar a la otra. Tomado el estado
instituir la dictadura del proletariado una negación necesaria de la libertad
para luego socializar los medios de producción y gozar la libertad en plenitud
sin clases sociales, sin estado, con un hombre íntegro que pueda trabajar
manualmente como intelectualmente, sin ser explotado por nadie.
Aquí les dejo el video de Kropotkin para dar una muestra de
esta izquierda
https://www.youtube.com/watch?v=gfzzlK-9czI...
Si bien Marx pone de cabeza a Hegel, no hace lo que hace
Nietzsche descentrar el logos y abrir la caja de pandora de la voluntad de
poder, Shopenhauer lo entendió muy bien la razón está dominada por la voluntad
de poder, por lo mismo la razón es una puta, que se presta para justificar
cualquier discurso de nuestro deseo, atrás quedo el ejercicio clásico de la
razón para encontrarse consigo misma en una conciencia espiritual, lo que queda
es la voluntad de poder recreando los imaginaros según su deseo, Michel
Foucault será el padre de la izquierda contemporánea y todo trata ahora de este
poder excluyente, vigilante que crea sus epistemes para legitimarse y la
izquierda que se supone luchaba contra ese poder deconstruyendolo se convierte
poco a poco en ese gran poder legitimador de discursos.
Si leemos el trabajo de Judit Butler https://drive.google.com/.../1TlZMuil61YlDj.../view...
veremos que ella trata de encontrar un intersticio, entre una materialidad y
una construcción cultural, ese intersticio es el espacio de la lucha
performatica del discurso, donde se construye la red de poder como en un juego
de go, la red reproduce los discursos sin necesidad de comprenderlos, la
cuestión es empoderar los nodos, jugando este juego performatico, aquel que no
juegue el juego queda fuera de todo espacio discursivo.
https://www.youtube.com/watch...
¿Esta izquierda que esta tan preocupada de legitimar y
deslegitimar discursos, puede hacerle frente al capitalismo del siglo XXI?
En una entrevista hecha ayer primero de marzo a Roque
Benavides en el programa de Milagros Leiva dijo que la izquierda era demagógica
que así cambien la constitución, hay tratados de libre comercio con otros
países, por lo mismo las propuestas de la izquierda como una nueva reforma
agraria o un estado regulador, están fuera de toda posibilidad.
Lo cierto es que no están fuera podemos renegociar los
tratados y cambiar la constitución que pone los contratos por sobre la ley,
pero para eso la ley tendría que tener logos, razón, espíritu y no la tiene, el
pueblo tendría que creer en un mito, tendría que haber un político con la
capacidad de Hugo Chávez de crear un relato liberador y no lo hay, solo puras
promesas que a la hora de tratar de llevarlas acabo chocaran con la realidad
construida por el capital y un pueblo sin logos, sin mito no puede superar el
trauma de la impotencia y la frustración.
Sagasti intenta ahora que se respete el principio de
equidad, pero no tiene la capacidad de relatar un cuento que nos integre a ese
principio, y no es un problema de falta de talento en él, sino que la izquierda
ya no produce relatos sino performances efectistas que logran una impresión
corta y luego se disuelven en la amnesia colectiva en la mar de información,
mucho menos con sus dos ministras vacunadas, ¿Por qué se vacunaron? ¿Porque no?
sino hay relato al que serle fiel, si no hay logos que nos haga razonar una
ética y si lo puedo hacer, simplemente aprovecho mi oportunidad-
La izquierda podrá movilizar a la gente para que libere toda
esa frustración en protestas violentas lo cual le hará imposible la gobernabilidad
a la derecha, que la izquierda ha deslegitimado en todos sus discursos sea el
de López, el de Keiko el de Soto o de cualquier otro más pero la izquierda no
puede integrarse a sí misma y mucho menos integrar al pueblo para luchar
realmente contra el capital.
Y el capital al que nos enfrentamos yo no solo es
explotador, ya no solo convierte en mercancía a los trabajadores sino a todos
en la red, donde a nadie se le paga y todos van trabajando creando contenidos,
información que se convierte en riqueza solo para los dueños de las redes, es
el mundo reality como en el programa yo soy donde se hace concursar a los
participantes se les exige el máximo esfuerzo y como premio solo tienen el
reconocimiento y como pago su existencia en los medios y a veces un paquete de
galletas y una botella de gaseosa con octágonos.
https://www.youtube.com/watch?v=Wm6YFpStf6s
Hoy que en la pandemia el capitalismo ha hecho de la muerte
con el oxígeno y las vacunas su gran negocio, se le dice a la izquierda que
deje atrás sus traumas ideológicos, pero son más bien sus cuentos ideológicos
los que dan la esperanza de superar el trauma, sin ellos solo queda la
barbarie, urge una izquierda con espíritu, que vuelva al logos, yendo a la raíz
de la voluntad de poder en ese vacío constitutivo, donde el ser se revela.
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