Christian Franco Rodriguezte responderé partiendo
de tus últimas líneas, dónde me dices: " tu me inviertes y me dices que
hay muchas posibilidades " ... Empecemos, yo no pretendía invertir nada
excepto ir a la base o como llaman en lingüística: La raíz. Ahora, yo hice
una radicación somera y suficiente al parecer porque con esto me bastó para
llegar al Quid de Sema ( o significado en si ) que es para mi la explicación
para muchas palabras a las que los sabios del idioma no logran explicar muchas
veces y quedan en " etimo desconocido " o " posiblemente del
protoindo..." Narices que no sirven para aclarar el panorama por la simple
razón obnubilada y temerosa de salir del marco que dictan los académicos con
dizque autoridad, yo pregunto: ¿ que autoridad, Divina o humana ? Si es humana
por qué iban a ser superiores sus opiniones en materia de etimologia o
lingüística si no pueden aclarar ciertos puntos para partir de unas bases
firmes y desde alli despegar a construir rascacielos de cristal de lo que sea
en cualquier campo del saber pero siempre siendo conscientes de que usamos el lenguaje
y pues como al lenguaje escrito y hablado( pero no tanto al natural o mimico )
lo veo en su raiz significativa tan desVIRTUado( sin VIRTUD= FUERZA, no hay VIR
VERga VARa VARón WAR : GUERRa ) y ademas como nos "hemos olvidado"(
poco uso en vigilia, sobretodo los adultos ) al parecer de usar nuestro otro
hemisferio( el femenino, de la imaginación, simbología y sensaciones ) excepto
para soñar por las noches con la ayuda del DMT que se segrega para tener
visiones oniricas( que luego no entendemos por estar en esta matrix alfabetica
de la que se quejaba tanto FAUSTO: " el fatigable transitar de palabras
huecas " ) ... Pues es por eso que mis discurso divagador sin respeto por
la academia institucional sino por mis sentido común y explorador ha crecido. Y
así, llegué no sólo en este punto sino a otros a tocar el fondo fonético que
para mí es insuperable en su " Bereshit léxica "( LEX-ico LEX LEY
LEG-al LEC-tor LEC-ción LiC-ula: LenG-üita LOC-us LOC-uaz LOG-os GOL-a GUL-a
COLL-ar GLO-ta GLO-sa GLYK-os LIcK LIK-e... Todas resumidas en su onomatopeyica
representante GL / GLK sonido GUTURAL / LinG-ual ( LinK : eslabón,
que conecta
( como lo hace "la lengua" ) la realidad exterior sensible a nuestra
mente con la realidad interior, y en ese sentido es " La LenG-ua " la
que pone orden LEX-ico LOG-ico, porque en el principio era el VER-bo ( se decía
UER-bo : OR-be porque la UE es O como en pUErta es pOrtazo y pOrtal , OR en
ingles es la letra disyuntiva O porque es lo femenino una CAV-idad, osea un
hUEC-o u OK-edad con sonido OC de VAC-io como BOC y al revez COP de BOC-a y
COP-a como de VOX en latín es VOZ y VOC-al como nuestras cuerdas VOC-ales, pues
VOR-az se decía en latín clásico UOR-az relacionado con OR-al OR-aculo ...en
fin,e extiendo pero eso se debe a que hay muchas palabras que radicalizandolas
osea haciendo su Radicación incluso hasta quedarnos sin vocales como
originalmente eran las lenguas antiguas ( griego, hebreo... ) para llegar a sus
fonemas naturales aproximados en letras latinas: GL / GLK o también otras como
en PLX / FLX( estas son representaciones del sonido que hacen dos cuerpos
planos chocando como las palmas de las manos o de la arcilla siendo amoldada
por las manos o tambien pueda ser del agua en sPLSH, NO el sonido real
obviamente, sólo el aproximado gráfico ) y con estos llegamos a PLK PLG PLS PLZ
PLY FLG FLT PLT PLNT PLNCH PLSH ...etc
·
2 h
·
Me gusta
·
Responder
PLK( placa
) y a la inversa KLP( clap ) PLG( plaga, plegar, pliego, pliegue ) y a la
inversa GLP( golpe, galope ) y cambiando sonidos semejantes de L por R así:
GRP( grip ) y otro cambio de P por F así : GRF( garfio, garra es el
simplificado GR y cambiado en CL+W : claw( garra ) y clave ( llave ) ) PLS(
please and place, plus, Aplausse, placer, complacer ) PLZ( plaza ) PLY( 3 ply
and play ) FLG( flag sonido de una tela al sacudirla ) FLT( flat ) PLNT(
planta, platón, plantar) PLNCH( plancha ) PLSH( splash, al revez los sonidos
CHPL chapal-ear )
Oh santísima trinidad ayúdanos
Revisemos lo apofático
https://www.youtube.com/watch?v=EeI3Sfsrroo&t=7s
El Uno trascendente define lo que es uno y todo número y es
el principio, la causa, el número y orden del uno, del número y de todo ser. La
Deidad trascendente que celebramos como Unidad y Trinidad, no es ni Unidad ni
Trinidad conocida por nosotros o por algún otro ser, pero para poder celebrar
verdaderamente la Unidad trascendente y la fecundidad de Dios acudimos a los
nombres Trinidad y Unidad en referencia al que está sobre todo nombre, al que
trasciende todo ser. Pues ninguna unidad o trinidad, ni número, ni unicidad o
fecundidad, ni alguna otra cosa de cuanto existe o que conozcan los seres
existentes puede explicar este arcano, que supera toda razón e inteligencia, de
la Deidad trascendente que trasciende sobre esencialmente todo ser, ni puede
existir un nombre ni una idea propia de Ella, sino que está trascendente, en
lugar inaccesible.
Hemos llegado a lo apofático porque tú me llevas a la
potencialidad pura en el campo del lenguaje veamos mi sistema no sistema:
Fe
Juego recreativo
-sexual- afectivo- Espiritual
interpretativo
Razón
________________________________
Amor
___________________________________
Campo social
Campo linguistico
Campo ontológico
La fe es el logos y pondrá en acto al campo ontológico pero
la fe ¿En qué? En eso que no se puede decir, ante la potencialidad pura que es
ruido infernal, el silencio celestial y entonces la bondad se da en el misterio
pascual, el ser se invierte por bondad y se convierte por bondad en la fe.
El juego recreativo es logos y actualiza el campo
linguistico eso es lo que has estado haciendo y dices haber llegado a la
raíz misma de las palabras pero cuidado
el juego recreativo es un reflejo de lo que es, una vez el artista se siente
satisfecho con el cuadro muere.
La razón es logos pero ¿Que es la razón? Es nuestro espíritu
que respira entrecortadamente, que atiende fragmentariamente y que luego quiere
unir el rompecabezas, por esto mismo la razón es un tomar conciencia de la
relación que une a las piezas.
¿Veamos que une a las piezas en el campo ontológico? Una fe
en la bondad inefable
¿Qué une a las piezas en el campo linguístico? Un juego
recreativo en ese juego podemos distinguir relaciones de causalidad y su
inversión relaciones de casualidad, realizaciones jerárquicas de sustancia
accidente y relaciones horizontales reciprocas y entonces la razón actualiza en
base a esas relaciones el campo social.
Pero hay una relación más que une a todas las relaciones, es
una relación participativa transferencial donde el ser se dona en amor invirtiéndose
y lo que no es se convierte al ser en ese mismo amor, de pronto estamos en un
mismo espíritu, es decir respiramos juntos, nos redimimos y devenimos , inhalamos
y exhalamos, esta es la relación principal, la del amor la única que puede
superar todo campo ontológico, convirtiéndose.
«El hecho es que cuanto más alto volamos menos palabras
necesitamos, porque lo inteligible se presenta cada vez más simplificado. Por
tanto, ahora, a medida que nos adentramos en aquella oscuridad que el
entendimiento no puede comprender, llegamos a quedarnos no sólo cortos en
palabras, más aún, en perfecto silencio y sin pensar en nada. En aquellos
escritos el discurso procedía desde lo más alto a lo más bajo. Por aquel
sendero descendente aumentaba el caudal de las ideas, que se multiplicaban a
cada paso. Mas ahora que escalamos desde el suelo más bajo hasta la cumbre,
cuanto más subimos más escasas se hacen las palabras. Al coronar la cima reina
un completo silencio. Estamos unidos plenamente al Inefable» 33
Miguel Blásica
10 h ·
Mucha
gente pregunta ¿cómo definirías performance? yo respondería, no se puede
definir en castellano (compréndase bien "definir") si es un término
cuyo origen está en idioma inglés. Viene a colación una referencia que leí por
ahi, que en la búsqueda de precisión lo que para los sajones es acto, para los
franceses (cuyo patrón cultural de ilustración a estructuralistas a post
modernos tiene vigencia, no se puede negar) es representación. Entonces, yo
invito a mirar la siguiente imagen y reconocer que se ve aquí. ¿acto y
presentación? ¿acción escénica y representación? ¿Cuál es la separación entre
teatro y performance? ¿Cómo lo comprendemos desde esta orilla sin la referencia
occidental? la acción se define por si misma, se hace o no se hace, no es lo
suyo el juego de los espejos.
¿Qué causa la acción? la donación, que causa la donación ,
la propia bondad invirtiéndose, ¿Porqué se invierte la bondad? Porque es así
siempre se da, esa es la naturaleza de Dios. Entonces la primera acción no es
material es espiritual y toda la historia ha sido el tratar de conseguir el
reflejo de esta acción en la existencia material y el que lo consigue es Cristo
he aquí el primer cuerno se ha logrado
1→0→1
0←1←0
El segundo cuerno el del “arte” se trata del reflejo del primer cuerno,
primero es claro es la bondad, segundo es su reflejo la belleza:
1→0→1→0→1→1
1←0←1→1/2←0←1←0
Pero no hay simetría en nosotros más los santos logran
reflejar la bondad ¿Cómo vencen? Pues por el movimiento de la fe, cuando todo
está perdido ellos creen y crean, claro
el que crea es Dios en ellos, lo que ellos hacen es permitir el juego meta
expresivo alcanzando la vibración de la bondad:
________________ Ser
bondad
_________________ Logos Belleza
_________________ Espíritu Verdad
___________________
Amor
_________________Voluntad reflejo de verdad campo social
poder
________________ libido reflejo de belleza campo de lenguaje
sufrimiento
_________________ Energía reflejo de bondad campo
ontológico violencia
Ellos prenden el espejo espiritual y contemplan y así logran
que el reflejo realice la acción pascual.
1→0→1→0→1→1
1←0←1←0←1←0
Más aun los santos necesitan conceptualizar, comprender y
entonces reflexionan, he aquí el camino de razón, tratando de dar cuenta de
cada paso de cada relación, uniendo las piezas.
1→0→1→0→1→0→1→0→10
10→1/3←1←0→1/3←1←0←1→1/3←0←1←0
Todo en el pensamiento revela aporías, antinomias, contradicciones
¿Cómo superarlas?
Si no sé qué hay una
verdad, si no la supongo si no me aferro a esa fe será imposible superarlas.
Si no me abro como dos espejos a lo sensible y a lo
espiritual apofáticamente, revelando la potencialidad infinita del campo ontológico
y el actualizador innombrable, no podre concebir una síntesis que dé cuenta del redimir y del devenir del espíritu
es decir de mi libertad.
Pero sigamos viendo este paso más de cerca, desde el espejo
apofático ya revisamos a Dioniso aeropajita , revisemos a Escoto Erígena
En
su obra Sobre la división de la naturaleza escrita alrededor
del año 867, Escoto, siguiendo al Pseudo Dionisio Areopagita y Boecio, afirma la posibilidad
de creer en la existencia de Dios, y de comprendérselo por medio de sus
manifestaciones divinas otorgadas a las criaturas (teofanías). Ahora bien, así
como se puede decir algo de Dios (Dios es bondad), así también, en realidad, al
afirmarlo, se lo está "limitando al entendimiento", y Dios no se
agota en la razón humana; más bien, Dios está más allá de la razón humana,
porque desde el momento que se le atribuye una esencia - se lo piensa en el
plano del ser -, se lo determina y limita. Sin embargo, para el Erígena, Dios
está por encima del ser y de la razón humana.
Para
Escoto, ni siquiera Dios podría comprender su propia esencia en tanto que no es
todo lo que se le podría predicar o atribuir. Asimismo, Dios no puede
comprender su esencia porque si así lo hiciera, necesitaría verse a sí mismo en
sus criaturas (lo creado), esto es, en sus manifestaciones que están en el
plano del ser. Ergo, "Dios se crea, creando", y por esto si se
pensara a sí mismo, se limitaría.
Aquí está la clave da
la propia razón ella tendrá que ir hacia atrás descubrir a la naturaleza
increada creadora, ella es la que realiza
la acción, pero de ella nada se puede conocer más que por su reflejo, la
naturaleza creada y recreadora ahí están
los artistas y su obra donde las ideas y sus pasos se van revelando relación de
causalidad y de casualidad, relación sustancia accidente, relación reciproca,
relación de participación, más las ideas tienen encarnarse sensiblemente en una
naturaleza creada y no creadora, ahí viene todo el problema empirista, y por
ultimo todo debe de volver al bien atraído por el logrando una síntesis de la
naturaleza increada creadora con toda la naturaleza creada no creadora por medio de la naturaleza creada
recreadora.
Más esa síntesis es un límite, un límite que la razón, quiere
superar, es decir que ella da la norma y ella supera la norma dando nuevos caminos,
he aquí la libertad, este es el redimir y devenir del espíritu.
Y entonces Dios ¿No se conoce a si mismo?
Si y no, porque él es acto puro, conocimiento eterno pero en
su devenir él se va sorprendiendo.
¿Cuál es su verdad?
El movimiento de su bondad donándose y redimiéndose
Su belleza como
reflejo de ese movimiento
Y su libertad para concebir este reflejo de infinitas
maneras.
Y entonces Dios es un sujeto no sujetado puede invertir su
bondad en maldad, su belleza en fealdad, su verdad en falsedad y traspasar todo
no ser, volviendo a su ser puro, la maldad no lo vence, su violencia es
infinita pero no queda atrapado en su violencia, al final siempre vuelve a sí
mismo.
Pero en su volver hay una limitación así que se vuelve a
concebir a pensar.
¿Dónde quedo el Dios eterno?
Ahí siempre está ahí permaneciendo
en medio de todo este movimiento.
¿Entonces que causa la acción?
¿La bondad? ¿Su reflejo, la belleza que nos atrapa? ¿O este conocernos en este conocerse de Dios?
Es todo eso pero llevado en el amor.
Todo lo que hagas en tus obras debes cumplirlo únicamente
por el amor de Dios y mantenerte tan vacío de todo como vacía es la nada»
El camino te conduce
a un maravilloso desierto,
a lo ancho y largo,
sin límite se extiende.
El desierto no tiene
ni lugar ni tiempo,
de su modo tan sólo él sabe.
Hay dos tipos de pobreza: una pobreza exterior, que es buena
y digna de elogio en la persona que la toma consigo por amor de Nuestro Señor
Jesucristo, porque él mismo la asumió en la tierra. De esta pobreza no quiero
decir nada más, pero hay todavía otra pobreza, una pobreza interior, es la que
hay que entender en la palabra de nuestro Señor, cuando dice: Bienaventurados
son los pobres de espíritu.
El templo en el que Dios quiere dominar según su voluntad es
el alma del hombre… esa es la razón por la que Dios quiere tener el templo
vacío, para que ahí dentro no haya nada que no sea él. (35)
Si quieres vaciarte absolutamente de toda mercancía, de forma que Dios te deje
estar en el templo, todo lo que hagas en tus obras debes cumplirlo únicamente
por el amor de Dios y mantenerte tan vacío de todo como vacía es la nada, que
no está ni aquí ni allí. No tienes que pretender absolutamente nada. Si actúas
así, tus obras serán espirituales y divinas. 37
Cuando el alma alcanza la luz sin mezcla, entonces penetra en su nonada, tan
lejos de su ser creado que no puede regresar de ninguna manera por fuerza
propia a su ser creado. Y Dios, a causa de su ser increado, sostiene su nonada
y la contiene en su ser. El alma se ha arriesgado a ser anonadada y no puede,
por sí misma, retornar a sí misma…
La virginidad del alma
Virgen indica alguien que está vacío de toda imagen extraña,
tan vacío como cuando todavía no era. (…) Si estuviera en el ahora presente,
libre y vacío, por amor de la voluntad divina, para cumplirla sin interrupción,
entonces verdaderamente ninguna imagen se interpondría y yo sería, verdaderamente,
virgen como lo era cuando todavía no era. 41
Vivir sin porqué
Aquí el fondo de Dios es mi fondo, y mi fondo es el fondo de
Dios … Desde este fondo interior debes hacer todas tus obras, sin porqué… Si
alguien se imagina, verdaderamente, que por la interioridad, la devoción y la
gracia especial va a recibir más de Dios que junto al hogar o en el establo,
entonces no hace algo distinto que si tomara a Dios y le cubriera la cabeza con
una manta… Quien busca a Dios sin modo, lo comprende tal como es en sí mismo…
49
Ahora Dios no te pide otra cosa sino que salgas de tu modo de ser creatural y
que dejes a Dios ser Dios en ti. 49
Todas las cosas han sido creadas de la nada; por eso su
verdadero origen es la nada, y en la medida en que aquella noble voluntad se
inclina hacia las criaturas, cae con éstas en su propia nada. 50.
No hay que comprender a Dios ni considerarlo como algo ajeno a mí… Alguna gente
simple se imagina que deberían ver a Dios como si estuviera allí y ellos aquí.
Pero esto no es así. Dios y yo somos uno. 55.
El anillo del ser
Lo más pequeño que se conoce de Dios, aunque sólo sea una
flor, al tener un ser en Dios, es más noble que el mundo entero. Lo más pequeño
que en Dios es, en cuanto que es un ser, es mejor que conocer a un ángel… Para Dios
nada muere, todas las cosas viven en él. 59
Debes atravesar y superar todas las virtudes y, debes tomar la virtud sólo en
aquel fondo en donde es una con la naturaleza divina. 65
La imagen desnuda de Dios
[El hombre] no debe aceptar a Dios por su bondad o su
justicia, sino que debe comprenderlo en la sustancia pura y limpia en la que él
se comprende a sí mismo en su pureza. Pues la bondad y la justicia son un
vestido de Dios que le ocultan. Por eso, aparta de Dios todo cuanto lo reviste
y tómalo puro en el vestidor en donde está descubierto y desnudo en sí mismo.
Entonces permaneceréis en él. 67
Si el hombre se une a Dios por amor es desnudado de las
imágenes y formado y transformado en la uniformidad divina, en la que él es uno
con Dios. 69
Los pobres de espíritu
…un hombre pobre es el que nada quiere, nada sabe y nada tiene. 75
Si el hombre quiere ser verdaderamente pobre debe mantenerse
tan vacío de su voluntad creada como cuando todavía no era (…) Os digo que
mientras queráis cumplir con la voluntad de Dios y tengáis deseo de Dios, no
seréis pobres. (…) Por eso rogamos a Dios que nos vacíe de Dios y que
alcancemos la verdad y la disfrutemos eternamente, allí donde los ángeles
supremos y las moscas y las almas son iguales… 76-77.
El fruto de la nada
Cuando el alma llega a lo uno y allí entra en un rechazo
puro de sí misma, encuentra a Dios como en una nada. A un hombre le pareció en
un sueño – era un sueño de vigilia – que estaba preñado de la nada, como una
mujer lo está de un niño, y en esa nada había nacido Dios; él era el fruto de
la nada. Dios había nacido de la nada. (…) Veía a Dios, en quien todas las
criaturas son nada,.Veía a todas las criaturas como una nada, pues Dios tiene
en sí a todos los seres… La nada era Dios. (91)
Cuando el alma es ciega y no ve nada más, entonces ve a Dios… Un maestro dice:
en su pureza más alta, el ojo, en donde no tiene color [en sí mismo], ve todos
los colores… A través de lo que no tiene color se ven todos los colores. 93
Otros sermones:
Quien quiera ver a Dios tiene que ser ciego. (97)
El hombre debería estar en su anhelo tan separado de sí
mismo que no debería pensar en nadie ni en nada que no fuera deidad en sí
misma, ni tan siquiera en la bienaventuranza, ni en esto ni en lo otro, sino en
Dios como Dios y la deidad en sí misma… Por eso separa todo añadido de la
deidad y tómala desnuda en sí misma. 102
No se puede admitir que Dios esta ahí, esperando no se sabe
qué ser que tendría que venir a crear el mundo. En el mismo instante en que
Dios existió, y generó al Hijo, Dios coeterno y coesencial en todas las cosas
creó también el mundo.
Cuando el Padre generó todas las criaturas, entonces me
generó, y yo salí de él con todas las criaturas y sin embargo, permanecí
interiormente en el Padre. Como la palabra que ahora pronuncio surge en mí, en
un segundo momento me detengo en mi idea, en tercer lugar la expreso y vosotros
la recibís. Sin embargo, ella permanece verdaderamente en mí, del mismo modo yo
permanezco en el Padre
Toda la perfección del hombre consiste en alejarse y en
despojarse de la criatura; en comportarse uniformemente en y hacia todas las
cosas, no ser abatido por las adversidades, no exaltarse en la fortuna, no
alegrarse o temer o gozar de una cosa más que de otra… También si esto parece
arduo y difícil, en cambio es absolutamente leve y necesario; leve sobre todo
porque cuando se ha gustado del espíritu, se pierde el sabor de toda carne. De
hecho, el inconmensurable gusto de Dios anula todo lo demás. Secundariamente
porque, en efecto, para quien ama de verdad, todas las cosas son un puro nada
fuera de Dios, en cuanto fuera del ser.
El sexto grado es cuando el hombre ha sido desnudado de su
propia imagen y transfigurado por la eternidad divina, y ha conseguido un
olvido totalmente perfecto de la vida perecedera y temporal… Por encima no hay
más grados, y allí hay paz eterna y bienaventuranza. (…) Cuando un maestro hace
una imagen de madera o piedra, no introduce la imagen en la madera, sino que
corta las astillas que han ocultado y recubierto la imagen; no añade nada a la
madera, sino que golpea y esculpe la cobertura y saca la escoria y entonces
resplandece lo que estaba oculto debajo. Ese es el tesoro que estaba oculto en
el campo. (Mateo 13, 44). 118
Del ser separado
El recto ser separado no es otra cosa sino que el espíritu
permanezca inmóvil ante todo asalto del cuerpo y del dolor, honor, vergüenza y
oprobios, tanto como lo hace una montaña de plomo ante un viento débil. (…) Y
debe saber: estar vacío de todas las criaturas es estar lleno de Dios, y estar
lleno de todas las criaturas es estar vacío de Dios. 129
Distingue entre el hombre interior y el hombre exterior:
Una puerta se abre y se cierra en un gozne. Ahora yo comparo la plancha
exterior de la puerta con el hombre exterior; el gozne, sin embargo, lo tengo
por igual al hombre interior. Cuando la puerta se abre y cierra, entonces se
mueve la plancha exterior de aquí para allá y, con todo, el gozne permanece
inmóvil en su lugar y no por ello cambia. (…) El objeto del puro ser separado
no es ni esto ni lo otro. Se halla sobre una pura nada… 132
Si quiero escribir sobre una tablilla de cera, entonces no puede haber nada
escrito sobre ella, por muy noble que sea… Si a pesar de todo quiero escribir,
entonces debo borrar y vaciar todo lo que está sobre la tabla, y ésta nunca se
me presenta tan bien para escribir como cuando no hay absolutamente nada. De
forma muy parecida si Dios… debe escribir en mi corazón, entonces debe salir
todo de mi corazón. (…) El corazón separado no pide absolutamente nada,… Por
eso permanece vacío de todos los rezos, y su oración no es otra cosa que ser
uniforme con Dios. 13
Dionisio dice: la carrera no es más que un retorno de todas
las criaturas y un unirse en la descreación. Y cuando el alma llega a este
punto, entonces pierde su nombre y Dios la atrae hacia sí, de manera que se
anonada, así como el sol atrae hacia sí a la aurora para que se aniquile. (…)
Pero la paz absoluta no está en ninguna parte excepto en un corazón
separado.
Hazte como un niño, / ¡hazte sordo y ciego! / tu propio yo /
ha de ser nonada, / ¡atraviesa todo ser y toda nada! / Abandona el lugar,
abandona el tiempo / ¡y también la imagen! / Si vas sin camino / por la senda
estrecha, / alcanzarás la huella del desierto.
Oh alma mía, / sal fuera, Dios entra! / Hunde todo mi ser /
en la nada de Dios / ¡Húndete en el caudal sin fondo! / Si salgo de ti, / tú
vienes a mí, / si yo me pierdo, / a ti te encuentro. / ¡Oh Bien más allá del
ser!
¿Adónde tengo, pues, que ir? Absolutamente a ninguna parte,
a no ser a una naturaleza desnuda y vacía: ella me podría enseñar lo que yo le
preguntaba con palabras… Toda perfección reside en aceptar sufrir la pobreza,
la miseria, el oprobio, las contrariedades y todo aquello que pueda suceder…,
de forma voluntaria, jovial y libre, con placer y apaciblemente, sin
estremecerse, y así permanecer hasta la muerte sin ningún porqué. 1
En todo lo que hay sobre la tierra y sobre el cielo nada le
puede turbar, debe hallarse en tal paz que si el cielo y la tierra se hallarán
invertidos, encontraría paz en Dios.
Pues, mientras el hombre no se haga semejante a esta verdad,
No lo entenderá;
Es una verdad desvelada que ha surgido directamente del corazón de Dios”
Y que solo se logra en la docta ignorancia
Según la teología
negativa, no se encuentra en Dios otra cosa que la infinitud. Así que, según
ella, Dios no es cognoscible ni en este siglo, ni en el futuro, ya que toda
creatura es tinieblas en ese orden, por no poder comprender a la luz infinita,
que sólo de sí misma es conocida. Por todo esto es manifiesto que, en teología,
las negaciones son verdaderas, y la afirmaciones, insuficientes y, sin embargo,
las negaciones que remueven del ser perfectísimo las cosas más imperfectas son
más verdaderas que las demás, como que es más verdadero decir que Dios no es
piedra que el decir que no es vida o inteligencia, y que no es embriaguez más
que el que no es virtud. Lo contrario sucede en las afirmaciones; pues es más
verdadera la afirmación de que Dios es inteligencia y vida, que la de que es
tierra, piedra o cuerpo. [...] De todo ello concluimos que la exactitud de la
verdad brilla de manera incomprensible en medio de las tinieblas de nuestra
ignorancia. Ésta es la docta ignorancia que estábamos buscando.
La
Docta Ignorancia es
la obra capital de Nicolás de Cusa, y en los tres libros que la
componen,
dentro de una gran concisión y brevedad, se tratan los temas de Dios, el
Universo
y Jesucristo. Es decir, del ser máximo considerado absolutamente, el ser
máximo
contraído en la pluralidad de las cosas y, por último, el ser máximo en cuanto
absoluto
—Dios— y a la vez contraído —hombre—.
Todo
el proceso discursivo de Nicolás de Cusa se apoya en una concepción
perfectamente
delimitada del conocimiento humano. Ya el título de la obra indica,
cuál
es el principal punto de apoyo, partiendo del cual De Cusa edificará su
construcción
metafísica.
Sin
embargo, la concepción gnoseológica de Nicolás de Cusa se apoya a su vez en una
concepción
metafísica. Un inicial concepto de Dios determina el ámbito de la
cognoscibilidad
humana.
La
fórmula de San Anselmo está latente en todas las páginas de La Docta
Ignorancia.
Hay
un ser (el máximo) mayor que el cual no puede haber otro. De esta
primera
afirmación se pasa a la delimitación del campo del conocimiento. El máximo
es
uno (no es posible la existencia de dos seres máximos) y es absoluto (no está
ligado
por
nadie ni enfrentado con nada, en caso contrario se relativizaría y serla
contradictoria
la noción de absoluto que le adscribimos).
1
Establecido
esto veamos
algo
relativo al conocimiento. Nos damos cuenta de que hay un universo. Este
universo
es finito, mientras que el máximo absoluto es infinito. El infinito no guarda
ninguna
proporción con lo finito. Lo infinito no es susceptible de más o de menos. Por
el
contrario, lo finito si lo es. No hay ningún ser finito, desde el momento en
que
puede
recibir más y menos, que pueda considerarse rigurosamente igual a otro, pues
siempre
será posible una infinidad de seres aún más próximos a la igualdad con el
primero.
Trasladando esto del orden ontológico al gnoseológico se desprende que
nuestros
conceptos de las cosas sólo son aproximadamente exactos, pudiendo siempre
haber
una serie de conceptos constantemente más aproximados a las cosas. Por lo
tanto,
la verdad absoluta escapa siempre al conocimiento finito, consistiendo en una
gradual aproximación sin fin. La
aproximación al ser absoluto, así como a la esencia de las cosas, es una
constante posibilidad que nunca llega a su perfecta actualización.
Si
la sabiduría es un conocimiento total de las realidades, el hombre ha de
conformarse
con la ignorancia, pero no con una ignorancia por ausencia de
conocimiento,
sino con una ignorancia que resulta del conocimiento de las
limitaciones
del entendimiento humano. Ésta es la docta ignorancia, que no
desemboca
en un escepticismo, porque sabe que no sabe y lo sabe con total
certidumbre.
Además, partiendo de la incomprensibilidad de las cosas, puede
introducir
este mismo factor de lo incomprensible en su sistema, trascender los
moldes
impuestos al entendimiento humano por su limitación cognoscitiva y alcanzar
de
modo incomprensible las más altas realidades. El entendimiento sabe que no
sabe.
No
puede explicar ni concebir la esencia de las cosas, pero por medio de su
ignorancia
docta,
puede señalarlas más allá de su propia limitación y concebir sin precisión pero
con
certeza, un orden de cosas que trasciende sus débiles formas de conocer,
determinadas
por su finitud constitutiva. El capítulo IV del primer libro de La Docta
Ignorancia
lleva
el título "El máximo se entiende incomprensiblemente". El
pensamiento
gnoseológico de De Cusa queda en él perfectamente establecido. Para
nosotros
la contradicción es uno de los principales pilares del discurso. Una cosa no
puede
ser y no ser al mismo tiempo, reza la fórmula tradicional del principio de
contradicción.
Y con su guía edificamos todo nuestro mundo racional. La mente
humana
no puede superar esto. Sin embargo, en Dios lo contradictorio se armoniza
en
la unidad. Nuestra ciencia se detiene en este principio. Sabemos que hay un
universo
y cosas opuestas e inconciliables en él. Sabemos qué hay un ser absoluto.
Hasta
ahí nuestra razón. Por tanto, en este ser lo opuesto es uno, porque es la
unidad
absoluta.
Y esto no lo podemos comprender, sino sólo intuirlo de modo irracional. Y
esto es la docta ignorancia.
El
entendimiento del ser finito está profundamente ligado a la sensibilidad. De
ella
toma,
por medio de la fantasía, sus materiales para elevarse a lo universal. En esto
sigue
De Cusa a Aristóteles. Por tanto, cuando hay que elevarse con la ayuda de la
docta
ignorancia hasta el ser absoluto para intuir en él algo
sobre su modo de ser, hay
que
abandonar todo lo sensible, hay que despreciar el valor habitual de las
palabras y
trascender
su significado.
El
procedimiento favorito de Nicolás de Cusa es el que consiste en emplear signos
matemáticos
para realizar esta ascensión. Las figuras geométricas y los números, por
su
universalidad, están más preparados que los demás objetos mentales de las
condiciones
de lo temporal y, aunque en último término hay que dislocar también su
sentido
habitual para ver a través de ellos siquiera imperfectamente el ser absoluto,
son
el más adecuado vehículo.
Así, con la línea, el triángulo,
el círculo y la esfera, partiendo de su condición finita,
elevándolos
al infinito después y, por último—ya
incomprensiblemente, como gusta
de
decir Nicolás de Cusa—,
identificándolos
en la maximidad absoluta, describe el
autor
los rasgos más obvios de la estructura del ser máximo absoluto.
Este
procedimiento señala cómo la unidad es trina, así como las distintas relaciones
de
los componentes de esta trinidad; la imposibilidad de que haya más de tres en
esta
unidad, su simultaneidad,
etcétera.
El
segundo tema de la obra es el Universo. El Universo es infinito. Pero el
Universo
es
el conjunto de todo lo que es susceptible de más y de menos. ¿Cómo es infinito,
entonces,
siendo sus componentes finitos? Es infinito porque es ilimitado. Entonces
distingue
Nicolás de Cusa entre el infinito que es Dios, infinito negativo, y el infinito
que
es el Universo, por nada limitado, infinito privativo. Todo el Universo está
complicado
en Dios, es decir, todo lo que hay en el Universo en la forma de la
pluralidad
y la finitud, está en Dios en la unidad. El Universo explica en la
pluralidad
la unidad divina. La unidad divina se contrae en el Universo, que es una
explicación
de Dios. Y el Universo a través de distintos grados de contracción explica
esta
unidad máxima absoluta. El primer grado es el de la unidad misma del Universo
o
máximo contracto. El segundo es el de los predicamentos o categorías. El
tercero el
de
los individuos existentes en acto. La trinidad del máximo ser absoluto se
contrae en
el
Universo. Así, lo que desde el punto de vista humano se distingue en el ser
absoluto
como
Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el Universo contracto es la capacidad de
contracción,
el poder contrayente y el nexo entre ambos.
En
la explicación de esta trinidad del Universo disiente De Cusa de las
interpretaciones
aristotélica y platónica. La capacidad de contracción o posibilidad
indeterminada
era para los platónicos el mh\ o)/ n o materia
preexistente. En Aristóteles
es
la materia prima. Esta no es nada y puede ser todo. Es, según Nicolás de Cusa,
un
mínimo
(coincidente con el máximo, pues es lo absoluto). Pero el mínimo o lo máximo
no
puede darse en lo finito, siempre susceptible de más y de menos; por lo tanto,
esta
materia
universal no existe. Nada hay en el Universo que originariamente no esté ya
formado
por potencialidad y actualidad. Es lo que él significa al decir que toda
posibilidad
es contracta.
En
cuanto al segundo factor de la trinidad del Universo, los platónicos pensaban
que
la
unidad divina no podía contraer directamente los seres individuales. El paso de
la
unidad
a la pluralidad era dado por el alma del mundo, o explicación intermedia del
ejemplar
único divino en una pluralidad de formas que a su vez contraían a los
individuos
concretos. Esta teoría es rechazada. Dios ejemplifica las cosas sin el alma
del
mundo. La identidad dé la idea divina es el ejemplar único de la diversidad de
las
cosas.
El
nexo unitivo procedía del movimiento de las esferas. Gracias a él lo contraíble
o
materia
y la fuerza contrayente se unían, permitiendo así la información de los seres.
Esta
teoría de los antiguos es también rechazada. Para De Cusa no tiene fundamento
porque:
1°, el movimiento máximo se identifica con el mínimo, es decir, con la
quietud;
2°, no tiene objeto hablar de movimiento en torno de un centro, ni de
movimientos
circulares, etcétera, ya que el Universo, que es limitado, no tiene un
centro
preciso, siendo Dios su centro y circunferencia. Todas las esferas y astros se
mueven,
ya que oscila su ser entre el máximo (movimiento absoluto) y el mínimo
(quietud).
No hay, pues, intermedio en la conexión de las cosas, sino que proceden
directamente del verbo divino.
Se
ha dicho que Nicolás de Cusa era panteísta, ya que sus afirmaciones sobre Dios
y el
Universo
pueden dar a entender que el Universo está en Dios y es Él mismo, o que
Dios
está en el Universo como identificado con él.
Sin
embargo, al enjuiciar este aspecto de la obra de Nicolás de Cusa es exigible
que se
parta
de los supuestos de los que él partió. No es dable el panteísmo si éstos se
tienen
en
cuenta. Para Nicolás de Cusa, en última instancia, es incomprensible cómo Dios
está
en el mundo o cómo el mundo está en Dios. La construcción filosófica de De
Cusa
no pretende ser un sistema panteísta. Lo que no evita que su terminología sea
oscura
en este sentido. Pero no intenta hacer un sistema rigurosamente racional, sino
por
el contrario, superar las limitaciones de la contradicción, asomándose al
misterio,
intraducibie
a razones lógicas. De ahí su oscuridad en torno de creador y criatura,
aunque
su intención estuviera lejos de todo panteísmo.
La
Docta Ignorancia, en
el tercer libro, trata del máximo absoluto y contracto a la
vez,
es decir, de Jesucristo, Dios y hombre. El hecho de que un ser pueda ser Dios y
hombre
es incomprensible. Esto pone al problema en la vía de la docta ignorancia. Lo
evidente
es que una criatura máxima no puede subsistir en el Universo, sino en Dios.
Después
se considera qué especie de ser sería el más apto para asumir la maximidad.
Ha
de ser uno en el que todas las virtudes de los seres sean comprendidas. No el
ser
matemático,
porque carece de vida. Ni tampoco una inteligencia pura porque deja
fuera
los elementos inferiores de la realidad. La naturaleza humana es, pues, la más
apropiada,
ya que en ella se reúnen los distintos componentes de la realidad.
Nacimiento,
muerte, resurrección y juicio de Cristo son analizados en los últimos
capítulos,
que terminan con un fino análisis de la fe y de las postrimerías.
CAPÍTULO IX - DE LA ETERNA PROCESIÓN DE
LA CONEXIÓN
Lo mismo que la
generación de la unidad desde la unidad es una repetición
de la unidad, es
propia de la repetición de aquella unidad la procesión entre
ambas, o si se
prefiere decir de otro modo, la unión de la unidad y de la
igualdad de la
misma unidad. Y se llama procesión a una extensión de uno
hacia otro: lo
mismo que cuando dos cosas son iguales casi se extiende de la
una hacia la otra
una cierta igualdad, la cual, en cierto modo, las une y
conecta. Se dice,
por tanto, con razón, que la conexión procede de la unidad y
de la igualdad de
la unidad, pues la conexión no puede ser sólo de uno, sino
que la unidad
procede desde la unidad hacia la igualdad y desde la igualdad
de la unidad a la
unión. Con razón, pues, se dice que procede de ambas,
porque casi se
extiende de una a otra. Pero ni por la unidad ni por la igualdad
de la unidad
decimos que es engendrada la conexión, puesto que ni es engen-
drada por la
unidad por repetición o multiplicación, ni aunque la igualdad de
la unidad sea
engendrada por la unidad, y la conexión procede de ambas,
dejan de ser, sin
embargo, una misma cosa tanto la unidad como la igualdad
de la unidad y la
conexión que procede de una y otra.
Es, en un ejemplo,
como si se designara la misma cosa con los pronombres
hoc, id, idem. El llamado id se refiere al primero, y el
llamado idem se conecta y
une relativamente
también al primero. Así, pues, si de este pronombre id se
formara la palabra
ididad, para que de este modo
pudiéramos decir unidad,
ididad e
identidad, de tal forma que la ididad constituyera la relación con la
unidad, y la
identidad designara la conexión de la ididad y la unidad, todas
estas cosas
convendrían con mucha aproximación a la Trinidad. Por lo cual
nuestros
santísimos doctores llamaron a la unidad, Padre; a la igualdad, Hijo;
y a la conexión,
Espíritu Santo. Y esto se debió a que hallaron ciertas
semejanzas con las
cosas perecederas. En el padre y en el hijo existe, en
efecto, cierta
comunidad de naturaleza, que es una; de tal manera que, por la
misma naturaleza,
el hijo es igual al padre. Pues no hay mayor o menor
humanidad en el
hijo que en el padre, y entre ellos existe cierta conexión. En
efecto, el amor
natural une al uno con el otro, y esto es debido a la semejanza
de la naturaleza
que hay en ellos, la cual desciende desde el padre hacia el
hijo, amando el
padre a este hijo suyo más que a cualquier otro hombre que
sólo coincida en
la naturaleza con él. Por esto, aunque la semejanza 'sea muy
lejana, el padre
es llamado unidad; el hijo, igualdad, y amor o Espíritu Santo
a la Conexión,
pero sólo en relación a las criaturas, como mostraremos más
claramente en su
lugar.
Y ésta es, a mi juicio,
al lado de la investigación pitagórica, una muy evidente
investigación de
la trinidad en la unidad y de la unidad en la trinidad, que
siempre sea
adorada.
CAPÍTULO X - CÓMO LA COMPRENSIÓN DE LA
TRINIDAD EN LA
UNIDAD ESTÁ POR
ENCIMA DE TODAS LAS COSAS
Ahora inquiramos
qué quiere dar a entender Marciano, cuando dice que la
filosofía, si
quiere ascender al conocimiento de la divinidad ha de
desembarazarse de
círculos y esferas. En lo anterior se ha mostrado que hay
un único y
simplicísimo máximo, y que éste no es ni una figura corporal
perfectísima, como
la esfera; ni superficial, como es el círculo; ni rectilínea,
como es el
triángulo; ni consistente en la simple rectitud, como la línea; sino
que él mismo está
por encima de todas estas cosas, de tal manera que
aquéllas que, bien
por el sentido, o por la imaginación, o por la razón tienen
contacto con los
aditamentos naturales, hay qué removerlas necesariamente
para que
alcancemos la simplicísima y abstractísima inteligencia en donde
todas las cosas
son una única: donde la línea es triángulo, donde el círculo
esfera, donde la
unidad es trinidad, y viceversa, donde el accidente es
substancia, donde
el cuerpo es espíritu, el movimiento es quietud, y otras
cosas semejantes.
Y entonces se entiende, cuando cualquier cosa, una en sí
misma, se entiende
como una, que también el mismo uno es todas las cosas,
y, por
consiguiente, que cualquier cosa es en sí misma todas las cosas. Y no se
removió bien la
esfera y el círculo y otras cosas semejantes, si no se entiende
que la misma
unidad máxima es necesariamente trina; la unidad máxima,
pues, no puede de
ninguna manera entenderse rectamente si no se entiende
como trina. Para
ello usemos de ejemplos adecuados. Vemos que la unidad
del entendimiento
no es otra cosa que lo inteligente, lo inteligible y el
entender. Así,
pues, si partiendo de lo inteligente se quiere uno elevar al
máximo y decir que
el máximo es máximamente inteligente, y no se añade
que es también
máximamente inteligible y máximo entender, no se concibe
rectamente la
unidad máxima y perfectísima.
Si, en efecto, la
unidad es máxima y perfectísima intelección, la cual sin estas
tres correlaciones
no podría ser ni intelección ni perfectísima intelección, no
concibe rectamente
la unidad aquel a quien no se le alcance la trinidad de la
propia unidad.
La unidad, pues,
no es sino la trinidad, puesto que expresa indivisión,
discreción y
conexión. La indivisión proviene ciertamente de la unidad, y de
modo semejante la
discreción, y también la conexión. La máxima unidad,
pues, no es sino
indivisión, discreción y conexión. Y puesto que es indivisión
es, entonces,
eternidad o algo sin principio, pues lo eterno no está dividido de
nada. Y puesto que
es discreción, procede de una inmutable eternidad. Y
puesto que es
conexión o unión, procede de ambas. Y en todo momento,
cuando digo que la
unidad es máxima, hablo de la trinidad. En efecto,
cuando digo unidad
digo principio sin principio, y cuando máxima, principio
de principio.
Cuando por medio del verbo ser la copulo y uno, digo procesión
de ambas. Si, por
tanto, se ha probado evidentísimamente en lo anterior que
lo uno es máximo,
porque el mínimo, el máximo y la conexión son uno, de tal
manera que la
misma unidad es también mínima, máxima y unión; de ahí se
ve cómo es
necesario que todas las cosas imaginables y razonables hayan de
ser rechazadas por
la filosofía que quiera comprender con intelección
simplicísima que
la unidad máxima no es sino trina.
Y es de admirar
cómo por las cosas que hemos dicho, el que quiera
comprender el
máximo con una intelección simple tiene necesariamente que
trascender las
diferencias y diversidades de las cosas y todas las figuras
matemáticas,
puesto que dijimos que en el máximo se encontraba la línea, así
como la superficie,
el círculo y la esfera.
Por lo cual
intentaré, para agudizar el entendimiento, que lleguemos con
facilidad a ver
aquellas cosas necesarias y muy verdaderas, que nos traerán
una admirable
suavidad sin torpeza alguna, si nos elevamos del signo a la
verdad, y
entendemos las palabras transcendentemente, porque en la docta
ignorancia
llegaremos, siguiendo este camino, a poder ver, en cuanto esto es
posible al
estudioso, elevado según las fuerzas del humano ingenio, al propio
uno, sumamente
máximo, incomprensible, uno y trino Dios siempre bendito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario