Sincronicidad
Mas a todos
los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios;
13los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
¿Qué significa ser Hijo de Dios?
Pues parece
que ir de coincidencia significativa a coincidencia significativa más allá de toda causa y de toda casualidad es decir
ir de sincronicidad en sincronicidad
Una señora joven a la que estaba tratando tuvo, en un
momento crítico, un sueño en el que le daban un escarabajo dorado. Mientras me
contaba el sueño, me senté de espaldas a la ventana, que estaba cerrada. De
pronto oí un ruido detrás de mí, como un ligero golpeteo. Me di la vuelta y vi
un insecto que golpeaba contra el cristal por la parte exterior. Abrí la
ventana y cogí al animalito en el aire al entrar. Era lo más parecido al
escarabajo dorado que se encuentra en nuestras latitudes: un escarabajo
escarabeido, la centonia dorada común (Centonia aurata), que, en contra de sus
costumbres habituales, había sentido, sin duda, la necesidad de entrar en una
habitación oscura en aquel preciso momento. He de admitir que no me había
sucedido nada parecido ni antes ni después y que el sueño de la paciente ha permanecido
como algo único en mi experiencia
Sincronicidad significa, por tanto, el acontecimiento
simultáneo de un cierto estado psíquico con uno o más sucesos externos que
aparecen como paralelos significativos en el estado subjetivo momentáneo —y
viceversa en algunos casos.
Pero ¿Podemos crear sincronicidades?
Los hijos de Dios pueden,
pero ¿Quiénes son los hijos de Dios?
El otro día vi esta película: https://www.youtube.com/watch?v=9d6yprNjYUI&list=PL6rJERX6hPKDGuZVwALD4EkdeQekPPru9
El gran cuaderno basada en la novela de Agota Kristof
https://andrespr5.wordpress.com/wp-content/uploads/2019/09/3.2.-a.kristof.-el-gran-cuaderno.pdf
“Sí, hay un medio de pasar
la frontera: hacer que alguien pase antes que uno”
El
gran cuaderno es la primera novela de una trilogía publicada en España por la
editorial El Aleph bajo el título Claus y Lucas. Las dos novelas que siguen a
El gran cuaderno son La prueba y La tercera mentira.
Dicen
los críticos que la mejor novela de las tres es El gran cuaderno y
que sólo por ella Agota Kristof merece estar entre los mejores
escritores europeos del siglo XX, tanto por lo que cuenta como por la manera en
que lo cuenta. La novela asombra por la dureza, intensidad y crueldad de alguna
de sus páginas y por su ordenación en capítulos muy breves, de frases muy
sencillas y cortas.
Agota
Kristof nació en Hungría en 1935, huyó a Suiza tras el fracaso de la Revolución
de Hungría en 1956 y comenzó entonces, a la edad de 21 años a estudiar francés,
idioma en el que escribiría su obra.
Los
protagonistas de El gran cuaderno son dos hermanos gemelos que son entregados
por su Madre al cuidado de su Abuela, con la condición de que, para comer y
dormir en la casa, tienen que trabajar.
Ningún
personaje tiene nombre, tampoco ningún lugar.
Los
chicos vienen de la Gran Ciudad al Pueblo donde encontrarán al carpintero, al
librero, al cura, a la criada del cura, etc., lo que da a este relato un
carácter de universalidad. Solo hay un personaje individualizado, con un
mote, Bec-de-Lievre. (Labio leporino). Por lo que las
peripecias que viven estos muchachos las puede vivir cualquier muchacho en
cualquier parte del mundo que esté en guerra.
No
les resulta fácil convivir con la Abuela, a quien en el pueblo llaman Bruja,
una mujer que huele mal porque no se lava y que tampoco les lava a ellos —no
hay con qué hacerlo—. Todo es suciedad en la casa. Los utensilios de cocina
están llenos de mugre. La Abuela no se cambia nunca de ropa; tampoco lleva
bragas. Si tiene que orinar se agacha y lo hace donde le pilla. Y siempre para
dirigirse a ellos los llama hijos de puta más la relación que logran tener con la abuela se hace cada vez más estrecha
al punto de no querer abandonarla.
En
el Pueblo no hay ni escuela ni maestro, pero ellos encuentran el medio para
aprender. Se hacen inmunes al dolor o los insultos de los aldeanos. Consiguen,
por medio de la lógica, que el librero les proporcione lápiz y papel para hacer
ejercicios de escritura: “…Las palabras que definen los sentimientos son muy
vagas; es mejor evitar usarlas y atenerse a la descripción de los objetos, de
los seres humanos y de uno mismo, es decir, a la descripción fiel de los
hechos”, escriben en el Gran Cuaderno.
A
lo largo de la novela vemos cómo estos niños se adaptan al medio, cómo aprenden
a utilizar los recursos que tienen a su alcance, cómo evolucionan. Es
interesante ver cómo se comportan frente a un desertor o un oficial, cómo
aprenden a matar. Más peculiar, sin embargo, es cómo conocen y viven el sexo.
Dentro de la dureza de la novela, hay capítulos que te sacan una sonrisa,
aunque sea amarga.
Acabada
la guerra prefieren quedarse en el Pueblo a marcharse con su madre.
Finalmente
aparece el Padre, mutilado. Necesita cruzar la frontera y pide ayuda a sus
hijos. Los chicos no se la niegan.
Desde
mi punto de vista es una novela de supervivencia, muy cruda, descarnada, en la
que la guerra aparece como telón de fondo de todos los acontecimientos. La
guerra es el escenario cruel que convierte a los dos hermanos en una alegoría
estremecedora de lo que un enfrentamiento armado puede hacer con los seres
humanos. La reflexión final resulta tan descarnada como la novela: ¿Es
consolador que unos chiquillos aprendan a convivir con una realidad tan cruel?
Si aceptamos que además de una purificación erótica, hay una
purificación tanatica, al respuesta es que si, mientras en el erotismo nos
sacrificamos para alcanzar la luz ¿Qué
sacrificamos? Nuestras pulsiones las cuales quedan reprimidas,
convertidas y suspendidas en el tanatismo
sacrificamos esa luz para que las pulsiones acontezcan con toda su fuerza en la
acción.
Teniendo estos dos movimientos y haciendo que estos
movimientos coincidan en una unidad es que logramos la sintransferencia y
logrando la sintransferencia es que logramos la sintergia y la sincronicidad.
Veamos esto haciendo un breve repaso de las nociones “científicas” y es que si
hablamos de ciencia desde la sintergia,
la sintrafeencia, y la sincronicidad todo aquello que este determinado por
causalidades y casualidades no es realmente verdadero:
Desde la época que los historiadores consideran como los
tiempos modernos, la humanidad ha creído que la naturaleza del universo era
ordenada y, por lo tanto, previsible y explicable. Veamos, por ejemplo, a René
Descartes, un matemático y filósofo del siglo xvii que creó muchos conceptos
que en la actualidad siguen siendo muy importantes para las matemáticas y otros
campos (al menos eso creo, ¿te suena de algo «Pienso, luego existo»?), pero
que, sin embargo, lanzó una teoría que nos ha hecho en realidad más mal que
bien. Descartes fue el defensor del modelo mecanicista del universo: la idea de
que el universo está regido por leyes previsibles.
En lo que respecta al pensamiento humano, Descartes se
enfrentó con un auténtico reto: la mente humana poseía demasiadas variables
como para encajar en alguna ley física. Al no poder unir su conocimiento del
mundo físico con el de la mente, aunque tuviera que tener ambos en cuenta,
Descartes recurrió a un ingenioso juego mental (un juego de palabras). Dijo
que, como la mente no estaba sujeta a las leyes del mundo físico objetivo,
estaba fuera del alcance de la investigación científica. El estudio de la
materia era competencia de la ciencia (la materia, y no la mente). En cambio,
la mente, al ser el instrumento de Dios, era a la religión a la que le competía
estudiarla (la mente, y no la materia). Descartes inició un sistema de
creencias que imponía una dualidad entre los conceptos de mente y materia.
Durante siglos esta división se consideró un conocimiento aceptado de la
naturaleza de la realidad. Los experimentos y las teorías de Isaac newton
ayudaron a perpetuar las ideas cartesianas. El matemático y científico inglés
no sólo consolidó el concepto del universo como una máquina, sino que creó una
serie de leyes que afirmaban que los seres humanos podíamos determinar,
calcular y predecir con precisión las formas ordenadas con las que el mundo
físico funcionaba. Según el modelo físico newtoniano «clásico», todo se
consideraba sólido. Por ejemplo, la energía se interpretaba como una fuerza que
movía los objetos o cambiaba el estado físico de la materia. Pero, como verás,
la energía es mucho más que una fuerza exterior ejercida sobre la materia. La
energía es el entramado mismo de lo material y responde a la mente. Por
extensión, la labor científica de Descartes y newton estableció un modo de
pensar según el cual la realidad estaba gobernada por principios mecanicistas,
la humanidad apenas podía influir en los resultados. Toda la realidad estaba
predeterminada. Dada esta visión, no es extraño que los seres humanos empezaran
a dudar sobre la idea de que sus acciones importaran y ni se plantearan que sus
pensamientos fueran importantes o que el libre albedrío desempeñara un papel en
el universo. ¿Acaso muchos de nosotros no seguimos suponiendo (de manera consciente
o inconsciente) que los seres humanos somos a menudo poco más que víctimas?
Como estas apreciadas ideas de Descartes y newton prevalecieron durante siglos,
fue necesario un pensamiento revolucionario para contrarrestarlas.
Einstein: no sólo se agitan las aguas, sino también el
universo Cerca de doscientos años después de newton, Albert Einstein creó su
famosa ecuación E = mc2 , que evidenció que la energía y la materia están tan
inextricablemente ligadas que son lo mismo. Su labor científica demostró que la
materia y la energía son totalmente intercambiables. Esta teoría contradecía el
pensamiento de newton y Descartes y marcaba el comienzo de una nueva
comprensión del funcionamiento del universo. Einstein no destruyó nuestra
antigua idea de la naturaleza de la realidad. Pero socavó sus fundamentos, con
lo que algunas de las estrechas y rígidas formas de pensar acabaron
desmoronándose. Sus teorías desencadenaron una investigación sobre la extraña
conducta de la luz. Los científicos observaron que la luz algunas veces se
comportaba como una onda (cuando, por ejemplo, doblaba una esquina) y otras
como una partícula. ¿Cómo era posible que la luz fuera onda y partícula a la
vez? Según la visión de Descartes y de newton, esto era imposible, un fenómeno
tenía que ser una cosa o la otra. Se hizo patente rápidamente que el modelo
dualista cartesiano/ newtoniano era imperfecto a nivel básico: el subatómico.
(Subatómico se refiere a las partes —electrones, protones, neutrones, etc.— de
los átomos, los elementos básicos que integran la materia.) Los componentes
esenciales de nuestro llamado mundo físico son tanto ondas (energía) como
partículas (materia física), dependiendo de la mente del observador
(profundizaré en este tema más adelante). Para entender cómo funciona el mundo,
tenemos que analizar sus componentes más diminutos.
El nuevo campo científico llamado física cuántica surgió de
estos experimentos en particular. La tierra que nos sostiene... no es tan
sólida Este cambio alteró por completo la imagen del mundo donde creíamos vivir
y nos llevó a la proverbial situación de «descubrirnos colgando del vacío»
cuando creíamos estar con los pies bien plantados en la tierra. ¿Cómo ocurrió?
Acuérdate de los antiguos modelos del átomo fabricados con palillos y bolitas
de poliestireno. Antes de la aparición de la física cuántica, se creía que el
átomo se componía de un núcleo relativamente sólido formado por objetos menos
sólidos situados dentro o alrededor de él. Como los científicos pensaban que
podrían medir (calcular la masa) y contar las partículas subatómicas de un
átomo con un instrumento lo bastante potente, el átomo les parecía tan sólido
como vacas pastando. Creían que los átomos estaban hechos de materia sólida.
Pero el modelo cuántico reveló que no era así. Los átomos se componen
principalmente de espacio vacío, son energía. Piensa en lo siguiente: en tu
vida todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos o de
patrones de frecuencia de información. La materia es más «nada» (energía) que
«algo» (partículas).
Figura 1C. Éste es el modelo más realista de un átomo.
Materialmente es «nada», pero potencialmente lo es todo.
Otro enigma: las partículas subatómicas y los objetos de
mayor tamaño no están sujetos a las mismas leyes Pero esto solo no bastaba para
explicar la naturaleza de la realidad. Einstein y otros científicos tenían otro
enigma que resolver: la materia no parecía comportarse siempre de la misma
forma. Cuando los físicos empezaron a observar y medir el diminuto mundo del
átomo, descubrieron que a nivel subatómico los elementos básicos del átomo, a
diferencia de los objetos de mayor tamaño, no se regían por las leyes de la
física clásica.
Los hechos relacionados con el comportamiento de los objetos
«de mayor tamaño» eran previsibles, reproductibles y constantes. Cuando aquella
manzana legendaria cayó del árbol y se dirigió hacia el centro de la Tierra
hasta chocar contra la cabeza de newton, su masa se fue acelerando con una
fuerza constante. Pero los electrones, como partículas, se comportaban de
manera imprevisible e inusual. Cuando interactuaban con el núcleo del átomo y
se dirigían a su centro, ganaban y perdían energía, aparecían y desaparecían, y
surgían por todas partes sin respetar los límites del tiempo y el espacio.
¿Acaso el mundo de lo pequeño se regía por unas leyes muy distintas a las del
mundo de lo grande? Si las partículas subatómicas, como los electrones, eran el
componente básico de todo lo existente en la naturaleza, ¿cómo era posible que
estuvieran sujetas a unas leyes distintas a las de las cosas que creaban? De la
materia a la energía: las partículas son el no va más en el arte de esfumarse
Los científicos pueden medir, a nivel de los electrones, características que
dependen de la energía, como las longitudes de onda, el potencial eléctrico y
otras, pero estas partículas tienen una masa tan infinitesimalmente pequeña y
una existencia tan efímera que son casi inexistentes. Por eso el mundo
subatómico es único. Posee tanto cualidades físicas como cualidades
energéticas. De hecho, la materia a nivel subatómico existe como un fenómeno
momentáneo. Es tan fugaz que está constantemente apareciendo y desapareciendo,
aparece en las tres dimensiones y desaparece en la nada —en el campo cuántico,
en el sin espacio y sin tiempo—, transformándose de partícula (materia) en onda
(energía) y viceversa. Pero ¿adónde va cuando se esfuma?
El electrón existe como una onda de probabilidad en un
instante y al siguiente aparece como partícula sólida, después desaparece en la
nada y reaparece en otro lugar
La creación de la realidad: la energía responde a la
atención Volvamos al modelo de la vieja escuela de la estructura del átomo
fabricado con palillos y bolitas de poliestireno. En aquel tiempo se creía que
los electrones orbitaban alrededor del núcleo como los planetas orbitan
alrededor del Sol. Pero si fuera así, podríamos señalar dónde se encuentran,
¿verdad? La respuesta es sí, por decirlo de alguna manera, pero no por la razón
que se creía. Lo que los físicos cuánticos descubrieron es que la persona que
está observando (o midiendo) las infinitesimales partículas del átomo afecta la
conducta de la energía y la materia. Los experimentos cuánticos demostraron que
los electrones existen como una infinidad de posibilidades o de probabilidades
en un campo invisible de energía. Pero sólo cuando el observador se fija en
cualquier localización de un electrón, es cuando aparece ese electrón. En suma,
una partícula no puede manifestarse en la realidad, es decir, en el
espacio-tiempo tal como nosotros lo conocemos, hasta que es observada.1 La
física cuántica llama a este fenómeno «colapso de la función de onda» o «efecto
observador». Ahora sabemos que en el momento en que el observador busca un
electrón hay un punto concreto en el tiempo y el espacio en el que todas las
posibilidades del electrón se colapsan en un suceso físico. Con este
descubrimiento, mente y materia ya no pueden seguir considerándose dos cosas
distintas; están intrínsecamente ligadas, porque la mente subjetiva ejerce
cambios perceptibles en el mundo físico objetivo. A nivel subatómico, la
energía responde a tu atención y se convierte en materia. ¿Cómo cambiaría tu
vida si aprendieras a dirigir el efecto observador y a colapsar infinitas ondas
de probabilidad en la realidad que eliges? ¿Serías un mejor observador de la
vida que deseas vivir? Al observador le están esperando una infinidad de
posibles realidades Piensa en lo siguiente: todo cuanto existe en el universo
físico está hecho de partículas subatómicas como los electrones. Por
naturaleza, estas partículas, cuando existen como puro potencial, están en
estado de onda mientras no son observadas. Potencialmente son «todo» y «nada»
hasta que las observan. Existen por todas partes y en ningún lugar hasta que
son observadas. Por lo tanto, todo lo que existe en nuestra realidad física
existe como puro potencial. Si las partículas subatómicas pueden existir de
forma simultánea en una infinidad de posibles lugares, somos en potencia
capaces de colapsar en una infinidad de posibles realidades. Es decir, si
puedes imaginar un acontecimiento futuro en tu vida basándote en cualquiera de
tus deseos, esta realidad ya existe como posibilidad en el campo cuántico,
esperando a que la observes. Si tu mente puede influir en la aparición de un
electrón, en teoría también puede influir en la aparición de cualquier
posibilidad. ¿Significa que el campo cuántico contiene una realidad en la que
estás sano y eres rico y feliz, y que ya posees todas las cualidades y
capacidades de tu yo ideal en el que piensas?
No la filosofía descubre este en si potencia metafísico en
la filosofía clásica, pero en la filosofía moderna lo que se descubre es el
para sí y en esta para en el que estamos todos nuestra conciencia no accede al
noúmeno, vive en los fenómenos y si intentara acceder al noúmeno, nuestra
conciencia quedaría envuelta en una contradicción y entonces se necesita un
proceso dialectico en el que desde el
para sí hagamos la negación volviendo al en sí y luego la negación de la negación
para superar el para sí y lograrla síntesis del en si para sí, la base de esta
experiencia es el misterio pascual, por lo mismo si creemos que con nuestra mente
podemos cambiar la realidad estamos muy equivocados porque nuestra mente es un
lugar de permanente y esa contradicción
solo se resuelve en Dios, solo los hijos de Dios es decir aquellos que superan
la contradicción de su conciencia en Cristo pueden realizar la biodramaturgia y
esto es muy importante la realidad es oposición, no es que vas a recrear la
realidad según tu deseo sino que tu acción siempre va a entrar en oposición a
otra conciencia así como el misterio pascual
nos religa con Dios el misterio dharmico permite que Dios acontezca superando
toda oposición
Pero sigamos leyendo y veremos la
mediación de la atención, siendo
esta no nuestra atención sino la atención De Dios en Dios del Padre en el hijo,
para colapsar las partículas cuánticas y organizar una infinidad de ondas
subatómicas de probabilidad en una situación física deseada llamada experiencia
vital. Su mente moldea la energía de las posibilidades infinitas como si se
tratara de arcilla. Y si la materia está hecha de energía, tiene sentido que la
conciencia («mente», en este caso, como newton y Descartes la llamaban) y la
energía («materia», según el modelo cuántico) estén tan íntimamente ligadas que
sean lo mismo. Mente y materia están entretejidas. Tu conciencia (mente) afecta
la energía (materia) porque tu conciencia es energía y la energía tiene
conciencia. Más tú no Eres lo bastante poderoso como para influir en
la materia porque si bien a nivel básico
eres energía con conciencia, tu conciencia no está integrada a tu trabajo es decir
a tu energía porque tu conciencia se
separó de la conciencia divina y solo
cuando resucites tu conciencia y tú trabajo serán uno solo, si bien la primera
resurrección es espiritual, la segunda al de tu alma modificando todos los
comportamientos, la tercera es la de tu cuerpo y hasta que esta no suceda no
estarás realmente integrado, es decir nos eras completamente libe y los
sistemas que se rigen por causalidad y casualidad te seguirá determinando .
Eres materia consciente. En el modelo cuántico, el universo físico es un campo
de información inmaterial, interconectado y unificado, que en potencia lo es
todo pero físicamente no es nada. El universo cuántico está esperando a que un
observador consciente integrado en Dios (tú o yo) llegue e influya en la energía en
forma de materia potencial con su mente y su conciencia (que son en sí mismas
energía) para que las ondas de probabilidades energéticas se manifiesten en
materia física. Al igual que la onda de posibilidad del electrón se manifiesta
como partícula en un hecho momentáneo en concreto, nosotros, los observadores,
podemos hacer que una partícula o grupos de partículas se manifiesten en
experiencias físicas en forma de acontecimientos en nuestra vida. Esto es
crucial para entender cómo puedes producir un efecto o hacer un cambio en tu
vida. Cuando aprendes a mejorar tu capacidad de observación para afectar tu
destino, ya estás en camino de vivir la versión ideal de tu vida al convertirte
en la versión idealizada, arquetípica que Dios ha creado.
En el campo cuántico estamos conectados a todo Como todo
cuanto existe en el universo, nosotros también estamos conectados a un mar de
información que se encuentra en una dimensión más allá del tiempo y el espacio.
En el campo cuántico, no necesitamos estar en contacto con ningún elemento
físico, o ni siquiera cerca de él, para afectarlo o para que nos afecte. El
cuerpo físico se compone de patrones energéticos organizados o de información
que forman una unidad con todo cuanto existe en el campo cuántico. Tú, como
todo el mundo, emites un patrón energético característico o una impronta. En
realidad, toda la materia está emitiendo siempre un determinado patrón
energético. Y esta energía acarrea una información. Tus cambiantes estados
mentales modifican de manera consciente o inconsciente esta impronta a cada
instante porque no eres sólo un cuerpo físico, sino también una conciencia
valiéndose de un cuerpo y un cerebro para expresar distintos estados mentales.
Otra forma de ver la interconexión entre los seres humanos y el campo cuántico
es por medio del concepto del entramado cuántico o la conexión no local
cuántica. Básicamente, en cuanto dos partículas se vinculan de algún modo,
siempre estarán unidas más allá del espacio y el tiempo. Por eso, todo lo que
se haga con una se hará con la otra, aunque estén separadas en el espacio. Y
como los seres humanos también estamos hechos de partículas, estamos
implícitamente conectados más allá del espacio y el tiempo. Lo que hacemos a
los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos. Piensa en las implicaciones de
este concepto. Si puedes asimilarlo, tendrás que aceptar que ese «yo» tuyo que
existe en un probable futuro ya está conectado a tu «yo» actual, en una dimensión
más allá del tiempo y el espacio. Una
extraña ciencia: ¿podemos influir en el pasado? Como todos estamos
interconectados más allá del espacio y el tiempo, como todo está biotejido espiritualmente, si volvemos al
biotejido y entrelazado cuanticamente ¿nuestros pensamientos y sentimientos pueden
influir en las situaciones del pasado y en las que deseamos del futuro? En
julio de 2000, el médico israelí Leonard Leibovici realizó una prueba
controlada aleatoria de doble ciego con 3.393 pacientes hospitalizados, divididos
en un grupo de control y un grupo de «intercesión». Quería comprobar si la
oración tenía un efecto en la enfermedad de estas personas.2 Los experimentos
llevados a cabo con la oración son importantes ejemplos de cómo la mente afecta
a la materia desde lejos. Pero sigue leyendo, porque no todo es siempre lo que
parece. Leibovici seleccionó a pacientes hospitalizados aquejados de sepsis
(una infección). Después los dividió al azar en dos grupos. Uno sería objeto de
oraciones y el otro no. Comparó los resultados basándose en tres factores: la
duración de la fiebre, la duración de la estancia en el hospital y el número de
muertes provocadas por la infección. A los pacientes objeto de oraciones la
fiebre les duró menos y fueron dados de alta más pronto. La diferencia en la
mortalidad de ambos grupos no fue demasiado importante, aunque en el grupo
objeto de oraciones el porcentaje de muertes fue menor. Es una poderosa
demostración de los beneficios de la oración y de cómo podemos transmitir con nuestros pensamientos
y sentimientos una intención al campo cuántico. no obstante, hay otro elemento
de esta historia que debes conocer. ¿no te parece extraño que en julio de 2000 un hospital tuviera más
de tres mil casos de pacientes hospitalizados por esta infección? ¿Dejaban
mucho que desear las condiciones de limpieza o proliferó en él alguna clase de
contagio? Pero los investigadores descubrieron que las personas que rezaron no
habían estado rezando por los pacientes infectados en el año 2000, sino que,
sin saberlo, rezaron por las personas que habían estado en el hospital desde
1990 hasta 1996, ¡de cuatro a diez años antes del experimento! Los pacientes
objeto de las oraciones mejoraron en la década de 1990 por el experimento
realizado varios años más tarde. Lo explicaré de otro modo: a los pacientes que
fueron objeto de las oraciones en el año 2000, les mejoró visiblemente la
salud, pero estos cambios ocurrieron varios años antes. Un análisis estadístico
de este experimento reveló que estos efectos no fueron en absoluto una
casualidad, lo que demostró que nuestras intenciones, pensamientos y
sentimientos, e incluso nuestras plegarias, no sólo afectan nuestro presente o
futuro, sino también nuestro pasado. Este hecho nos lleva a una pregunta: si
rezaras (o te centraras en una intención) para que tu vida mejorara, ¿podrías
afectar el pasado, el presente y el futuro? La ley cuántica dice que todas las
posibilidades existen simultáneamente. nuestros pensamientos y sentimientos
afectan todos los aspectos de nuestra vida, más allá del espacio y el tiempo.
Nuestro estado del ser o estado mental: cuando mente y cuerpo son uno En este
libro me referiré de manera intercambiable a tener y crear un estado del ser o
un estado mental. Por ejemplo, se podría decir que lo que piensas y sientes
crea un estado del ser. Ten en cuenta que cuando uso los términos estado del ser y estado
mental, tu cuerpo físico forma parte de este estado. En realidad, como verás
más adelante, mucha gente existe en un estado en el que el cuerpo se ha «convertido»
en la mente, cuando se rigen sólo por el cuerpo y lo que éste siente. Cuando
hablo del observador causando un efecto, no es sólo el cerebro el que está
influyendo en la materia, sino también el cuerpo. Es tu estado del ser (cuando
mente y cuerpo son uno), como observador, el que afecta el mundo exterior.
Pensamientos + sentimientos producen resultados en los tubos de ensayo nos
comunicamos con el campo cuántico sobre todo por medio de los pensamientos y
sentimientos. Como nuestros pensamientos son en sí mismos energía —como ya
sabes, los impulsos eléctricos del cerebro se pueden medir con un
electroencefalograma—, son uno de los principales medios con los que enviamos
señales al campo. Antes de explicar con más detalle cómo funciona, me gustaría
compartir contigo un estudio sorprendente que demuestra cómo nuestros
pensamientos y sentimientos influyen en la materia. Glen Rein, biólogo celular,
creó una serie de experimentos para comprobar la capacidad de los sanadores de
afectar los sistemas biológicos. Como el ADn es más estable que sustancias como
las células o los cultivos bacteriológicos, decidió que los sanadores
sostuvieran tubos de ensayo que contenían ADn.3 Este estudio tuvo lugar en el
Centro de Investigación HeartMath de California. Los científicos del centro
habían estado realizando investigaciones extraordinarias sobre la fisiología de
las emociones, las interacciones entre el corazón y el cerebro, y muchas otras
más. Habían descubierto, junto con otros investigadores, que existe una relación
entre los estados emocionales y el ritmo cardíaco. Cuando tenemos emociones
negativas (como la ira y el miedo), el ritmo cardíaco se vuelve desacompasado y
desorganizado. En cambio, emociones positivas (como el amor y la dicha) generan
patrones sumamente regulares y organizados a los que los investigadores del
HeartMath llaman coherencia cardíaca. En el experimento del doctor Rein, se
estudió primero a un grupo de diez sujetos habituados a aplicar las técnicas
del HeartMath en las que uno se concentra en el corazón para aumentar la
coherencia cardíaca. Los participantes, valiéndose de estas técnicas, generaron
sentimientos intensos y elevados como el amor y el agradecimiento, y después
durante dos minutos sostuvieron tubos de ensayo con muestras de ADn suspendidas
en agua desionizada. Pero al analizar las muestras, no se apreció
estadísticamente ningún cambio importante en ellas. Un segundo grupo de
participantes entrenados hizo lo mismo, pero en vez de generar sólo emociones
positivas (un sentimiento) de amor y agradecimiento, las combinaron con la
intención (un pensamiento) de enrollar y desenrollar las hebras del ADn. Este
grupo produjo estadísticamente cambios importantes en la configuración (forma)
de las muestras de ADn. En algunos casos el ADn se enrolló y desenrolló ¡hasta
un 25 por ciento! El tercer grupo de sujetos entrenados mantuvo la clara
intención de cambiar el ADn, pero les dijeron que no entraran en un estado
emocional positivo. Es decir, sólo utilizaron el pensamiento (la intención)
para afectar la materia. ¿El resultado? Las muestras de ADn no acusaron ningún
cambio. El estado emocional positivo del primer grupo de participantes no
modificó el ADn. El otro grupo, que generó una intención sin acompañarla de una
emoción, tampoco lo alteró. Los únicos que lograron producir el efecto deseado
fueron los participantes que pensaron en un objetivo claro y lo acompañaron con
una emoción elevada. Un pensamiento en forma de intención necesita un elemento
energizador, un catalizador: y esta energía es una emoción elevada. El corazón
y la mente actuando como uno. Los sentimientos y los pensamientos unidos en un
estado del ser. Si un estado del ser puede enrollar y desenrollar hebras de ADn en dos minutos,
¿qué nos está mostrando sobre nuestra capacidad de crear una realidad? El
experimento del HeartMath demuestra que el campo cuántico no responde
simplemente a nuestros deseos: nuestras peticiones emocionales. ni tampoco a
nuestras intenciones: nuestros pensamientos. Sólo nos responde cuando estos dos
factores son afines o coherentes, es decir, cuando emiten la misma señal.
Cuando combinamos una emoción elevada con un corazón abierto, y una intención
consciente con un pensamiento claro, hacemos que el campo nos responda de forma
asombrosa. El campo cuántico no responde a lo que queremos, sino a quién
estamos siendo.
Y entonces
entramos de lleno al plano ontológico el problema es que este plano no puede
ser probado por lo empírico fenoménico podemos citar un montón de experimentos
pero estos no prueban anda porque pónganse a pensar si la conciencia puede
recrear la realidad, ¿Cómo esta recreación va a poder ser probada, por la conciencia
que cree haberla recreado por las conciencia que no pero que según esta
conciencia biodramaturgia si fueron recreadas por ella? Hay que comprender entramos
en una guerra de imaginarios en una metafísica de la violencia donde cada imaginario
cada metafísica se va a objetivar en un sistema desde un cibernética de tercer
orden ¿Cómo se prueba un sistema de tercer orden? Sus bases en el idealismo
absoluto y en el empirismo puro como en la coincidencia de opuestos, son místicas
y por lo mismo no pueden ser probadas desde fuera y una vez desde dentro ¿Qué te dice a ti que
no solo una sugestión provocada por la transferencia de alguien o de ti mismo? Pero a diferencia del empirismo que realmente
no penetra en la materialidad o del idealismo que no penetra en la idea, aquí la
idea ilumina y la materia es transformada por el solo lenguaje, mas no puede
ser probada porque no hay causa que probar ni probabilidad que medir, las cosas
acontecen desde la comunión, esos intentos de describir experimentos son solo
llamados para ver más allá de los
sistemas, pero los sistemas de tercer orden no poder ser probados estos solo
pueden ser percibidos en su alteración de los sistemas de primer y de segundo
orden revelando y develando una extrañeza que no puede ser explicada porque no
necesita explicación.
¿Y entonces
porque seguir explicando? Porque el verbo sigue llamando, como llamo a la
materia y muy poca llego a la luz.
Los
pensamientos y sentimientos: enviando nuestra señal electromagnética al campo
cuántico Dado que cada potencial en el universo es por naturaleza una onda de
probabilidad que irradia un campo electromagnético y se compone de energía, es
lógico que nuestros pensamientos y sentimientos no sean una excepción. El
modelo según el cual los pensamientos se ven como la carga eléctrica y los
sentimientos como la carga magnética en el campo cuántico me parece muy útil.
nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo. Y nuestros
sentimientos atraen magnéticamente situaciones en la vida. Al unirse, lo que
pensamos y lo que sentimos produce un estado del ser que genera una huella
electromagnética que a su vez influye en cada átomo de nuestro mundo. Este
hecho hace que nos preguntemos: ¿Qué estoy transmitiendo (de manera consciente
o inconsciente) en la vida cotidiana? Todas las experiencias existen en
potencia como improntas electromagnéticas en el campo cuántico. Hay una
infinidad de posibles huellas electromagnéticas —de genialidad, riqueza,
libertad, salud— que ya existen como un
patrón de frecuencia de energía. Si al cambiar tu estado del ser crearas un nuevo
campo electromagnético que coincidiera con este potencial en el campo cuántico
de la información, ¿es posible que te toparas con esta situación al ser atraído
por ella o que la situación te encontrara a ti?
Para
experimentar un cambio, observa un nuevo resultado con una nueva mente Es muy sencillo,
nuestra rutina cotidiana y los pensamientos y sentimientos de siempre perpetúan
el mismo estado del ser, el cual crea las mismas conductas y la misma realidad.
Si queremos cambiar algún aspecto de nuestra realidad, tenemos que pensar,
sentir y actuar de nuevas formas, tenemos que «ser» distintos en cuanto a cómo
respondemos a las experiencias. Tenemos que «convertirnos» en otra persona y
crear el nuevo estado mental necesario para observar un nuevo resultado con
esta nueva mente. Desde un punto de vista cuántico, debemos crear un estado
distinto del ser como observador y generar una nueva huella electromagnética.
Así haremos que la realidad que queremos materializar coincida con la que
existe en el campo como una posibilidad electromagnética. En cuanto coincide
quien estamos siendo (lo que estamos transmitiendo) con la posibilidad
electromagnética en el campo cuántico, esta realidad potencial nos atraerá o
nos encontrará a nosotros. Sé que es frustrante cuando nuestra vida parece ser
una serie interminable de pequeñas variaciones con los mismos resultados
negativos. Pero mientras sigas siendo el mismo de siempre, mientras tu huella
electromagnética siga siendo la misma, no puedes esperar obtener un nuevo
resultado. Cambiar tu vida es cambiar tu energía, para poder hacer un cambio
básico en tu mente y en tus emociones. Si deseas obtener un nuevo resultado,
debes suprimir el hábito de ser el mismo de siempre y reinventarte. El cambio
requiere coherencia: alinea tus pensamientos y sentimientos ¿En qué se parece
tu estado del ser con un rayo láser? Esta comparación ilustra otra cosa que
necesitas saber si quieres que tu vida cambie. Un rayo láser es el ejemplo de
una señal muy coherente. Cuando los
físicos hablan de una señal coherente, se refieren a una señal con ondas
«en fase»: los valles (puntos más bajos) y montes (puntos más altos) son
paralelos. Cuando estas ondas son coherentes, son mucho más potentes. Las ondas
de una señal están alineadas o desalineadas, son coherentes o incoherentes. Con
tus pensamientos y sentimientos ocurre lo mismo. ¿Cuántas veces has intentado
crear algo, creyendo en tu mente que lo lograrías, mientras el corazón te decía
lo contrario? ¿Qué resultado produjo aquella señal incoherente/desfasada que
estabas enviando? ¿Por qué no se manifestó nada en tu vida? Como acabas de ver
en el estudio del HeartMath, la creación cuántica sólo funciona cuando tus
pensamientos están alineados con tus pensamientos. Las ondas de una señal son
mucho más potentes cuando son coherentes, y lo mismo ocurre cuando tus
pensamientos están alineados con tus
sentimientos. Cuando tus pensamientos claros y centrados en tu objetivo van
acompañados de una apasionada implicación emocional, transmites una señal
electromagnética más potente que te atrae hacia una posible realidad que
coincide con la que tú deseas. En mis talleres suelo hablar con frecuencia de
una abuela, una mujer a la que yo adoraba. Era una italiana chapada a la
antigua, su sentimiento católico de culpa era tan fuerte como su costumbre de
hacer salsa de tomate para acompañar la pasta. Estaba siempre rezando para que
se cumplieran sus deseos y pensaba en cambiar de vida, pero el sentimiento de
culpa que le habían inculcado en la infancia distorsionaba la señal que
enviaba. Sólo conseguía manifestar más razones para sentirse culpable. Si tus
intenciones y deseos no han producido lo que tú querías, seguramente significa
que has estado enviando un mensaje incoherente y confuso al campo. A lo mejor
quieres la abundancia, tienes pensamientos «de ser rico», pero si te sientes
pobre, no vas a atraer la abundancia en tu vida. ¿Por qué no? Porque los
pensamientos son el lenguaje del cerebro, y los sentimientos el lenguaje del
cuerpo. Estás pensando una cosa y sintiendo otra totalmente distinta. Y cuando la
mente va en contra del cuerpo (o viceversa), el campo no responde de forma
coherente. Pero cuando la mente y el cuerpo actúan unidos, cuando nuestros
pensamientos son afines a nuestros sentimientos, cuando nos encontramos en un
nuevo estado del ser, estamos enviando una señal coherente a la «antena» de lo
invisible.
Pero comprendamos
la mente no coincide con el cuerpo y no coincidirán plenamente hasta la
resurrección y entonces ¿Qué hacemos? Traspasamos con la conciencia el
cuerpo y no religamos en un idealismo absoluto y luego traspasamos con nuestro
cuerpo es decir con nuestra voluntad la conciencia para que acontezca la
acción, estando la clave en el amor que es una ficción que une la conciencia con
la voluntad, el problema es que nosotros entendemos la ficción como una mentira
cuando más bien es la develación de lo real en la realidad, es decir la
revelación de la fe.
Por esto los
resultados cuánticos deben sorprendernos Hay otro elemento que debemos tener en
cuenta. Para poder cambiar nuestra realidad, los resultados que atraemos deben
sorprendernos, incluso dejarnos pasmados, en su forma de manifestarse. no
debemos intentar predecir nunca cómo nuestras nuevas creaciones se
manifestarán, deben llegar inesperadamente, despertarnos del sueño de la realidad
rutinaria a la que nos hemos acostumbrado. Estas manifestaciones tienen que
dejarnos convencidos de que nuestra conciencia ha entrado en contacto con el
campo cuántico de inteligencia, para inspirarnos a volver a hacerlo. El proceso
creativo tiene esta parte tan agradable. ¿Por qué habrías de querer tener una
sorpresa cuántica? Porque si puedes prever un acontecimiento, ya no es una
novedad, sino algo rutinario y automático, y esta experiencia ya la has vivido
de sobra. Si puedes predecirlo, significa que tu yo de siempre ha creado el
mismo resultado de siempre. De hecho, si intentas controlar cómo ocurrirá un
resultado, te estás conduciendo como un «newtoniano». La física (clásica)
newtoniana consistía en intentar anticipar y predecir los acontecimientos, era
una cuestión de causa y efecto. ¿Qué significa «conducirse como un newtoniano»
cuando lo aplicas a tu capacidad de crear? Quiere decir que el mundo exterior
está controlando tu mundo interior (pensamientos/sentimientos). Esto es la
causa y el efecto. En su lugar, si cambias tu mundo interior —el modo de pensar
y sentir—, verás que el mundo exterior cambia gracias a tus esfuerzos. Intenta
crear una experiencia nueva y desconocida en tu vida. Y cuando te ocurra de
manera inesperada, te llevarás una grata sorpresa. Significará que te acabas de
convertir en un creador cuántico. Que has pasado de la «causa y efecto» a ¿«causar
un efecto»?. No otra vez no hay efectos sino acontecimientos que develan a los
hijos de Dios. Mantén una clara intención de lo que quieres, pero deja que el
imprevisible campo cuántico se ocupe de los detalles del «cómo» se manifestará.
Deja que organice un acontecimiento en tu vida del modo más apropiado para ti.
En el caso de esperar algo, espera sólo lo inesperado. Entrégate, confía en el
campo cuántico y no intentes decidir cómo la situación deseada acaecerá en tu
vida. Éste es el mayor obstáculo que la mayoría de personas debemos superar,
porque los seres humanos siempre queremos controlar una realidad futura
intentando recrear cómo ocurrió una realidad pasada.
Aquí está la clave solo puede develar a Dios matando a
Dios, no se trata de tener una idea mentalizarte en ella y luego realizarla tal
cual, así no funciona, nos religamos con una idea después de superar su
contradicción lo cual puede significar superar millones de contradicciones hasta
llegar a lo absoluto, para luego olvidarnos de la idea y que acontezca la pura
intuición en la nada, solo así se logra la biodramaturgia, la reflexión debe de
haber interiorizado la idea y es que más bien lo que hizo fue revelarla, para
que luego esta acontezca como total intuición como un artista que practica y
practica una técnica, hará poder
olvidarse de la técnica y está acontezca
orgánicamente sin ningún esfuerzo.
La creación
cuántica o biodramaturgia : antes de alcanzar un resultado, agradécelo Acabo de
hablar de alinear los pensamientos con los sentimientos para crear el resultado
deseado, sin preocuparnos de los detalles de cómo se manifestará la situación.
Es todo un acto de fe que debemos hacer si queremos cambiar una vida rutinaria
y previsible por una vida “feliz” con experiencias nuevas y sorpresas
cuánticas. Pero todos necesitamos hacer otro acto de fe para crear lo que
deseamos. ¿En qué circunstancias te sientes agradecido? Tal vez respondas: Doy
gracias por la familia, la casa bonita, los amigos y el trabajo que tengo. Lo
que todo esto tiene en común es que ya está en tu vida. Por lo general, nos
sentimos agradecidos por algo que ha ocurrido o que ya está presente en nuestra
vida. A ti y a mí nos han hecho creer que necesitamos una razón para ser
felices, un motivo para sentirnos agradecidos, y una causa para sentir amor.
Que la realidad exterior es lo que nos hace sentir distintos por dentro, es el
modelo newtoniano. Pero el nuevo modelo de realidad nos reta, como creadores
cuánticos biodramaturgos, a cambiar algo en nuestro interior —en la mente y el
cuerpo, en los pensamientos y sentimientos—, antes de experimentar la evidencia
física con nuestros sentidos. ¿Puedes agradecer una situación deseada antes de
que ocurra en tu vida y sentir las emociones elevadas que te produce? ¿Puedes
imaginarte esa realidad tan plenamente que empieces a estar ahora en esa vida
futura? En términos de la creación cuántica, ¿puedes sentirte agradecido por
algo que existe como una posible situación en el campo cuántico, pero que aún
no ha ocurrido en tu realidad? Si es así, estás pasando de la causa y el efecto
(querer que algo del exterior te produzca un cambio interior), a causar un efecto
(cambiar algo de tu interior para producir un efecto en el exterior). Cuando te
encuentras en un estado de gratitud, le transmites al campo la señal de que
esta situación ya ha ocurrido. La gratitud no es tan sólo un proceso mental intelectual. Debes
sentir como si lo que deseas ya existiera en tu realidad en este instante. Tu
cuerpo (que sólo entiende los sentimientos) debe estar convencido de estar
experimentando el resultado emocional de la situación futura.
Más este
sentimiento de agradecimiento, que no es otra cosa que es sentir la gracia
divina, esta precedido por una angustia mortal, ese vacío de Dios desde el que
se ora ese desgarro desde el que tu espíritu gime, no intentes superar la
contradicción sin vivir plenamente la contradicción, lo que realmente está sucediendo es que estas muriendo a este tejido
del mundo para resucitar en el tejido de Dios.
La
inteligencia universal y el campo cuántico ¿Espero que a estas alturas ya estés
de acuerdo con algunos conceptos básicos del modelo cuántico? No cuestiona
critica, reflexiona si asumes estos conceptos sin mayor critica no estas
superando tus contradicciones interiores solo las evades así que piensa críticamente: Toda realidad física no es más que energía
que existe en una inmensa red interconectada más allá del espacio y el tiempo.
Esta red, es el biotejido, el campo
cuántico, contiene todas las posibilidades, y nosotros podemos hacer que se
materialicen por medio de nuestros pensamientos (conciencia), en tantos estos
pensamientos sean los de Dios es decir sean realmente los nuestros, los de nuestra
interioridad, observación, sentimientos
y estado del ser. Pero ¿la realidad no es más que fuerzas electromagnéticas
indiferentes actuando y respondiéndose las unas a las otras? ¿Es el espíritu
que nos anima simplemente una función biológica aleatoria? He mantenido
conversaciones con personas que así lo creían. Al final la discusión nos llevó
a un diálogo parecido a éste: ¿De dónde viene la inteligencia que hace que
nuestro corazón siga latiendo? Forma parte del sistema nervioso autónomo.
¿Dónde se encuentra este sistema? En el cerebro. El sistema límbico del cerebro
forma parte del sistema nervioso autónomo. Y en el cerebro, ¿hay unos tejidos que
sean responsables de que el corazón siga latiendo? Sí.
¿De qué
están hechos estos tejidos? De células. ¿De qué están hechas estas células? De
moléculas. ¿De qué están hechas estas moléculas? De átomos. ¿Y de qué están
hechos estos átomos? De partículas subatómicas. ¿Y de qué se componen
principalmente estas partículas subatómicas? De energía.
Y ¿Que es la
energía? Información y ¿Qué es la información? Lenguaje y ¿Que es el lenguaje?
El acontecer de una conciencia. Cuando
llegamos a la conclusión de que nuestro vehículo fisiológico está hecho de lo
mismo que el resto del universo y estas personas se topan con la idea de que lo
que anima al cuerpo es una forma de energía (el mismo 99,99999 por ciento de
«nada» del que se compone el universo físico) se encogen de hombros y se alejan
sin más, o bien aceptan la idea de que en toda la realidad física hay un
principio unificador. ¿No te parece irónico que centremos toda nuestra atención
en el 00,00001 por ciento de realidad física? ¿Estamos pasando algo por alto?
Si esta nada se compone de ondas de energía que acarrean información y esta
fuerza organiza nuestras estructuras físicas y su funcionamiento, en este caso
tiene sentido referirse al campo cuántico como una inteligencia invisible. Y
dado que la energía es la base de cualquier realidad física, la inteligencia
que acabo de describirte se ha organizado a sí misma en materia. Considera la
conversación anterior como una plantilla de cómo esta inteligencia ha
construido la realidad. El campo cuántico es energía potencial invisible capaz
de organizarse a partir de ella en partículas subatómicas, átomos, moléculas y,
por último, en cualquier cosa del universo. Desde una perspectiva fisiológica,
organiza las moléculas en células, tejidos, órganos, sistemas y por último en
el cuerpo como un todo. Es decir, esta energía potencial se origina como
frecuencia de patrones de onda hasta aparecer como sólida. Esta inteligencia
universal es la que da vida al campo cuántico y a todo cuanto hay en él, como a
ti y a mí. Esta fuerza es la mente universal que anima cada aspecto del
universo material. Esta inteligencia es la que hace que el corazón nos siga
latiendo y el estómago digiriendo la comida, y la que supervisa la cantidad
incalculable de reacciones químicas por segundo que se dan en cada célula. Esta
conciencia es también la que anima a los árboles a producir frutos y a las
lejanas galaxias a formarse y desintegrarse. Como existe en cualquier momento y
lugar, y actúa en nuestro interior y en el exterior, esta inteligencia es tanto
personal como universal. Y esta Conciencia
es el señor, nuestro salvador el cual nos hace hijos suyos. ¿Cómo sabemos que
somos sus hijos? Porque pensamos, actuamos y sentimos sintergica,
sintranferencialmente,sincrónicamente , sincausualmente.
Derribo a si
todo sistema causal o casual toda familia, toda comunidad, todo estado, todo
mundo ¿Qué puede detener a los hijos de Dios? Dios
solo dios y es en el temor a el que actuamos y obedecemos a toda familia, a
toda comunidad, a todo estado a todo el mundo pero si la familia, la comunidad,
el estado, el mundo no escucha el
llamado, deben de ser alterados y contra alterados, es decir deben de ser
llamados y recontra llamados para que vuelvan a la unidad de amor.
El amigo del oficial El oficial vuelve a veces con un amigo,
otro oficial más joven. Pasan la tarde juntos y el amigo se queda también a
dormir. Nosotros les hemos observado varias veces por el agujero practicado en
el techo. Es una tarde de verano. El ordenanza prepara algo en el infiernillo
de alcohol. Pone un mantel en la mesa y nosotros colocamos unas flores. El
oficial y su amigo están sentados a la mesa y beben. Más tarde, comen. El
ordenanza come junto a la puerta, sentado en un taburete. Después, beben más
aún. Mientras tanto nosotros nos ocupamos de la música. Cambiamos los discos,
damos cuerda al gramófono. El amigo del oficial dice: —Esos críos me ponen
nervioso. Échalos fuera. El oficial le pregunta: —¿Celoso? El amigo responde:
—¿De ésos? ¡Grotesco! Son dos pequeños salvajes. —Pero son muy guapos, ¿no te
parece? —Quizá. No los he mirado. —Vaya, así que no los has mirado. Entonces
míralos. El amigo se pone rojo. —¿Pero qué quieres? Me ponen nervioso con su
aire hipócrita. Como si nos escuchasen y nos espiasen. —Es que nos escuchan.
Hablan perfectamente nuestro idioma. Lo entienden todo. El amigo se pone
pálido, se levanta: —¡Esto es demasiado! ¡Me voy! El oficial dice: —No seas
idiota. Salid, chicos. Nosotros salimos de la habitación y subimos al desván.
Miramos y escuchamos. El amigo del oficial dice: —Me has dejado en ridículo
delante de esos críos estúpidos. El oficial dice: —Son los niños más
inteligentes que he visto jamás. El amigo dice: —Dices eso para herirme, para
hacerme daño. Lo haces para atormentarme, para humillarme. ¡Un día te mataré!
El oficial echa su revólver encima de la mesa. —¡No pido otra cosa! Cógela.
¡Mátame! ¡Venga! El amigo coge el revólver y apunta al oficial. —Lo haré. Ya lo
verás, lo haré. La próxima vez que me hables de él, del otro, te mato. El
oficial cierra los ojos, sonríe. —Era guapo... joven... fuerte... gracioso...
delicado... cultivado... tierno... soñador... valiente.. insolente... Yo le
amaba. Murió en el frente del Este. Tenía diecinueve años. No puedo vivir sin
él. El amigo arroja el revólver encima de la mesa y dice: —¡Cabrón! El oficial
abre los ojos y mira a su amigo. —¡Qué falta de valor! ¡Qué falta de carácter!
El amigo dice: —Sólo tienes que hacerlo tú mismo, si tanto valor tienes, si
tanta pena sientes. Si no puedes vivir sin él, síguele en la muerte. ¿Quieres
que te ayude? ¡No estoy loco! ¡Revienta! ¡Muérete tú solo! El oficial coge el
revólver y se lo apoya en la sien. Nosotros bajamos del desván. El ordenanza
está sentado delante de la puerta abierta de la habitación. Le preguntamos:
—¿Crees que se va a matar? El ordenanza se ríe. —No tener miedo. Ellos siempre
hacer esto cuando demasiado beber. Yo descargar dos revólveres antes. Entramos
en la habitación y le decimos al oficial: —Nosotros le mataremos si de verdad
lo quiere. Denos su revólver. El amigo dice: —¡Pequeños monstruos! El oficial
dice, sonriente: —Gracias. Sois muy amables. Sólo estábamos jugando. Id a
dormir. Se levanta para cerrar la puerta después de nosotros, y ve al
ordenanza: —¿Aún estás ahí? —No he recibido permiso para retirarme. —¡Vete!
¡Quiero que me dejen en paz! ¿Entendido? A través de la puerta le oímos aún
decir a su amigo: —¡Qué lección para ti, blanducho! Oímos también ruidos de
pelea, de golpes, estruendo de sillas volcadas, una caída, gritos, jadeos.
Después el silencio.
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