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La pandemia no podrá ser sublimada
Comprendemos que el hombre llama realidad a su cuento ya sea este científico no deja de ser un cuento, por lo mismo algo como realidad o lo real solo existe en las historias, pero nosotros no necesitamos de la realidad, es decir no nos contamos historias, solo procesamos información sin con ella construimos una matrix es para dominar al ser humano que aún persiste en nosotros y simular las realidades, simular la narración de historias.
Pronto nuestras experiencias dejaran de estresarnos, así como logramos que las experiencias dejaran de traumarnos, la clave estaba en la fe, creíamos en las historias y estas nos desocultaban la dolorosa experiencia de la vida consciente, una vez caídos los meta relatos, las experiencias dejaron de ser traumáticas para solo ser estresantes y nuestras historias dejaron de ser sublimes para solo ser entretenidas, así acabamos con las grandes guerra y con los grandes hombres, no habrá espíritu superior que pueda crecer en la tierra, nadie se podrá comprometer con su propia conciencia, esta como tal dejara de existir.
Una vez logrado el control de los procesos mentales configuraremos cualquier relato, haciendo posibles los “sueños”, solo que los sueños no serán más la proyección de un deseo frustrado, sino que cada sueño fabricara su deseo ¿Quién tendrá entonces la llave de los sueños en la matrix? El capital siempre el capital, produciendo en red.
¿Desaparecerá el dolor? El hombre no será capaz de soportarlo y no tendrá la posibilidad de crear relatos que puedan sublimar el dolor, entrara a la matrix para que el dolor nunca lo alcance ¿Pero lo alcanzara? Serán las maquinas malogradas, las veras en las calles por montón, en su locura ellos intentaran curarse del dolor, algunas hasta querrán expresarlo y otros hasta reflexionarlo, pero nadie escuchara, la gente solo dará valor a la información que configure los sueños de la matrix.
¿Pero sabrá la gente que la matrix solo es una ilusión? No, la dicotomía entre realidad e ilusión ha desaparecido, lo que hay es información, un datismo, por ahora se habla de pos verdad de noticias falsas, porque aun la dicotomía de falso y verdadero que se mantenía como un valor en los cuentos, sigue configurando cierta información pero pronto el discernimiento entre verdadero y falso quedara de lado y solo se aceptara la información apropiada, que es la que gesta la matrix en la red y aunque a veces lo inapropiado será apropiado y viceversa, dependiendo en que parte de la red estés, lo verdadero como tal siempre estará excluido ya que no existe esa posibilidad, al menos que quieras volverte loco y vivir la frustración del deseo y sus traumas.
Y entonces la pandemia no podrá ser sublimada ¿Podrá ser relatada siquiera? Realmente no, la reconfiguraremos en miles de datos, los hombres son ya incapaces de relatar, no se levantara de nuevo un Tolkien para sublimar la guerra, no habrá un Heidegger que se pregunte sobre los caminos del ser y las otras posibilidades de una técnica poietica, esos fueron los últimos hombres y pronto nadie los comprenderá, la representación a muerto, no hay más teatro, lo que hacemos es configurar presencias, realitys, donde los transhumanos lucharan contra el coronavirus y vencerán.
¿Por quien votar?
Salvo el poder todo es ilusión o ¿Será que el poder es una ilusión y la realidad es toda impotencia?
Hijo amado si comprendes bien el cuento del pincel mágico entiendes la ideología, el trauma del niño al no poder realizar su ser, vive subyugado, en un mundo injusto, donde le esta vetado aprehender y aprehenderse, entonces viene la fantasía ideológica y el niño recibe la gracia del pincel mágico y todo lo que pinta se hace real pero el poder atesora ese pincel, quiere dibujar oro y termina perdiéndose en su imaginario ambicioso.
El niño triunfa en su cuento, en la realidad solo queda la impotencia, pero si el niño se convirtiera en político un político como Vizcarra y les hiciera creer el cuento a todos, el triunfaría también en la realidad, solo que se habría convertido en el emperador ambicioso de su cuento y el cuento hubiera dejado de ser cuento para ser una fantasía ideológica.
Que terrible la condición del hombre porque no puede vivir más que en su imaginario, la realidad es traumática, si se va contra la injustica en la realidad será destruido por el poder de turno, si inventa un imaginario para hacerse con el poder, se convierte en el poder que se suponía que iba a vencer.
Hoy la fantasía ideológica neoliberal ha caído y cuando cae lo que se vive es el trauma de la realidad, que te puede paralizar o llevar a la violencia urge contar un nuevo cuento y Vizcarra lo estaba contando y todo el mundo le creía, por eso la gente salió a las calles en plena pandemia como nunca en la historia del Perú, pero ahora con el escándalo de las vacunas el cuanto ha caído y solo queda el trauma.
Keiko quiere contar el cuento que nos contó su padre y no entiende que ese cuento ya se transformo en una pesadilla.
Veronika nos quiere contar el cuento de un socialismo democrático, pero con el trauma de la guerra interna y la pesadilla venezolana, se hace imposible escucharla.
George Forsyth ni si quiera puede hablar bien aunque tenga la pinta de un príncipe de cuentos, y de hecho no tiene cuento que contar.
El partido morado fue el que mejor se preparo para contarnos otro cuento, pero ya en el gobierno nadie les hace caso.
Lescano crece por su capacidad demagógica y narrativa pero su cuento es muy malo y anacrónico ¿Si ganara cuanto tiempo duraría? El trauma de la realidad es tan grande la herida está a flor de piel, que solo le quedaría la extrema violencia y ese tipo de poder, no es poder. Aun en las dictaduras lo que te sostiene es el cuento.
De soto tiene un buen cuento pero nadie lo entiende. Mejor así porque sino el capital nos atraparía a todos en su sueño de oro.
Lopez Aliaga insiste con el mismo cuento neoliberal pero con conservación moral más ya nadie le cree.
Urresti podría ser el mejor contador de cuentos pero la realidad de sus manos manchadas de sangre hace que fácilmente pensemos en pesadillas.
Y entonces nadie puede ganar en esta guerra de imaginarios solo parece quedar la violencia.
Más yo tengo un cuento, el cuento de la pos humanidad, en la que nos enfrentan unos a los otros para dominarnos y se hace imprescindible unir todos nuestros cuentos para esto hay dos opciones tomamos conciencia al igual que Nietzsche, de que todos son cuentos y entonces jugamos con todos ellos o nos damos cuenta que todos los cuentos son uno y que el espíritu intenta integrarnos, curándonos del trauma de lo real.
Copiado del muro de mi hermano
Christian Franco Rodriguez
Dirán que es inhumano y yo veo al mas humano de los candidatos, dirán que no tiene compasión y yo siento pasión en sus palabras, dirán que es un fascista y yo solo veo a alguien de derecha políticamente incorrecto, es decir a un hombre valiente. Con la eutanasia el estado y pronto los privados tendrán ahora el permiso para matar a todos los que sufren es decir a todos los que somos una carga para el capital.
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