viernes, 3 de enero de 2025

Tiferet

 TIFIERET Soñar que residimos en una ciudad nueva y desconocida significa muerte próxima. En efecto, en otra parte residen los muertos, y no se sabe dónde. (Gerolamo Cardano, Somniorumásynesiorum, Basilea, 1562, 1, 58) Si Geburah es la sefirah del mal y del miedo, Tifieret es la sefirah de la belleza y la armonía. Decía Diotallevi: es la especulación esclarecedora, el árbol de la vida, el placer, la apariencia purpúrea. Es el acuerdo entre la Regla y la Libertad.  




4 comentarios:

Christian Franco dijo...

Yo os propongo meter el alma de dios en este mundo.
El cohen Gadol hacia bajar la bendición divina a este mundo con el nombre Nun-Lamed-caf. Las
iniciales de la oración de las velas de Jánuca.
Llama a la esencia divina a bajar a este mundo. No hay nada en ningún mundo como la luz de
Jánuca. La luz de Jánuca, valor numérico 100, No hay antídoto mas fuerte para proteger al ser
humano. El nombre de dios que pronunciaba el cohen el día de Yom kipur.
Decía mi maestro, que cuando en rosh hashana y kipur no habíamos conseguido hacer teshuva,
porque no teníamos la fuerza para hacer teshuva, la fuerza de Jánuca podía conseguir lo que
rosh hashana, kipur y sukot no habían conseguido.
En la meditación en vez de decir Ejad, decimos kadosh kadosh kadosh. El primer kadosh baja la
luz de keter a jofma y de jofma a Binah. El segundo kadosh baja la luz de jofma a Binah y de
Binaה a Jesed y el tercer kadosh baja la luz divina de binah a jesed y de jesed a guevura.
נלכ
1/ respiramos tres veces profundamente. Vemos las dos estrellas, y convocamos en la que hace
de pantalla las letras. 2/unimos las luces, pasa a nuestra estrella, la pasamos por cerebro, corazón e hígado, sube al
corazón y se queda ahí. Decimos kadosh, kadosh, kadosh, se dice barias veces.
3/proyectamos esta luz, de un blanco puro, hacia la tierra. Al decir kadosh, kadosh, kadosh,
vemos como esa luz interpenetra la tierra. Haciendo un enorme sistema inmunológico para la
tierra y sus habitantes.
4/ kadosh, kadosh, kadosh. Vemos esa luz, como trabaja, como penetra y como protege.
5/ kadosh, kadosh, kadosh. Ahora con mucha fuerza. Kadosh, kadosh, kadosh, otra vez…
6/ Ahora bajan Sandalfón y Metatrón y terminan el trabajo que nosotros hemos iniciado.
7/Acabamos de sentar a Hakadosh Baruj Hu en su trono en la tierra….
8/ respiramos tres veces profundamente y abrimos los ojos…

Christian Franco dijo...

--Anoche encontré por casualidad un manual para aprender a conducir. Habrá sido la
penumbra, o lo que me había dicho usted, pero empecé a sospechar que esas páginas
expresaban Algo Distinto. ¿Y si el automóvil sólo existiese como metáfora de la creación?
Pero no hay que limitarse a lo exterior, o a la ilusión del salpicadero, hay que ser capaz de ver
lo que sólo el Artífice ve, lo que hay debajo. Lo que está debajo es como lo que está arriba.
Es el árbol de las sefirot.
--No me diga. --No soy yo quien lo dice. Ello se dice. Ante todo, el árbol motor, como su mismo nombre
indica, es un Árbol. Pues bien, calcule, un motor, dos ruedas delanteras, embrague, cambio,
dos juntas, diferencial y dos ruedas traseras. Diez articulaciones, como las sefirot.
--Pero las posiciones no coinciden.
--¿Quién lo ha dicho? Diotallevi nos ha explicado que, en ciertas versiones, Tifieret no era la
sexta sino la octava sefirah, y estaba debajo de Nesah y de Hod. El mio es el árbol de
Belboth, que corresponde a otra tradición.
--Fiat.
--Pero veamos la dialéctica del Árbol. En lo alto, el Motor, Omnia Movens, del que diremos
que es la Fuente Creativa. El Motor comunica su energía creativa a las dos Ruedas Sublimes:
la Rueda de la Inteligencia y la Rueda del Saber.
--Sí, si es un coche de tracción delantera...
--Lo bueno del árbol de Belboth es que admite opciones metafísicas.
Imagen de un cosmos espiritual con tracción delantera, donde el Motor, delante, comunica
inmediatamente sus voluntades a las Ruedas Sublimes, mientras que en la versión
materialista es imagen de un cosmos degradado, en el que un Motor Ultimo imprime
Movimiento a las dos Ruedas Infimas: desde el fondo de la emanación cósmica se esparcen
las fuerzas inferiores de la materia.
--¿Y si el motor y la tracción están atrás?
--Satánico. Coincidencia de lo Superior y de lo Infimo. Dios se identifica con los movimientos
de la materia ordinaria trasera. Dios como aspiración eternamente fracasada a la divinidad.
Debe de ser por la Rotura de los Recipientes.
--¿No será la Rotura de la cámara del Silenciador?
--Eso en los Cosmos Abortados, en los que el soplo venenoso de los Arcontes se dispersa
por el Eter Cósmico. Pero no perdamos el hilo. Después del Motor y de las dos Ruedas viene
el Embrague, la sefirah de la Gracia que establece o interrumpe la corriente de Amor que
vincula al resto del Árbol con la Energía Suprema. Un Disco, un mandala que acaricia a otro
mandala. De allí el Cofre de la Mutación; o del cambio, como lo llaman los positivistas, y que
es el principio del Mal, porque permite a la voluntad humana acelerar o desacelerar el
proceso continuo de emanación.
Por eso el cambio automático es más caro, porque en ese caso es el Árbol mismo el que
decide conforme al Equilibrio Soberano. Después viene una Junta que, admirable casualidad,
lleva el nombre de un mago renacentista, Cardano, y después un Par Cónico; adviértase la
oposición con la Tétrada de los Cilindros en el motor, en el que hay una Corona (Keter Menor)
que transmite el movimiento a las ruedas terrestres. Y aquí se manifiesta la función de la
sefirah de la Diferencia, o diferencial, que con majestuoso sentido de la Belleza distribuye las
fuerzas cósmicas en las dos Ruedas de la Gloria y de la Victoria, que en un cosmos no
abortado (de tracción delantera) siguen el movimiento dictado por las Ruedas Sublimes.

Christian Franco dijo...

--La lectura es coherente. ¿Y el corazón del Motor, sede del Uno, Corona?
--Oh, basta leer con ojos de iniciado. El Sumo Motor vive de un movimiento de Aspiración y
Descarga. Una compleja respiración divina en la que originariamente las unidades, llamadas
Cilindros (evidente arquetipo geométrico), eran dos, después engendran un tercero y por
último se contemplan y se mueven por mutuo amor en la gloria del cuarto. En esa respiración,
en el Primer Cilindro (ninguno de ellos es primero por jerarquía, sino por admirable
alternancia de posición y relación), el Pistón (etimología de Pistis Sophia) desciende desde el
Punto Muerto Superior hasta el Punto Muerto Inferior, mientras el Cilindro se llena de energía
en estado puro. Estoy simplificando, porque aquí entrarían en juego jerarquías angélicas, o
Mediadores de la Distribución que, como dice mi manual, “permiten abrir y cerrar las válvulas
que comunican el interior de los cilindros con los conductos de aspiración de la mezcla...” La
sede interna del Motor sólo puede comunicarse con el resto del cosmos a través de esa
mediación, y aquí creo que se revela, quizá, pero no quisiera incurrir en herejía, la limitación
originaria del Uno que, para crear, depende de alguna manera de las Grandes Excéntricas.
Habrá que hacer una lectura más atenta del Texto. De todas formas, cuando el Cilindro se
llena de Energía, el Pistón vuelve a subir al Punto Muerto Superior y realiza la Compresión
Máxima.
Es el simsum. Y es entonces cuando acontece la gloria del Big Bang, la Explosión y la
Expansión. Salta una chispa, la Mezcla refulge y se inflama: ésta es, según el manual, la
única Fase Activa del Ciclo. Y que en la Mezcla no vayan a entrar las conchas, las gelippot,
gotas de materia impura como agua o Coca-Cola, porque entonces no se produce la
Expansión, o se produce a tirones abortivos...
--¿Shell no querrá decir gelippot? Pero entonces hay que desconfiar.
De ahora en adelante sólo Leche de Virgen...
--Habrá que verificarlo. Podría tratarse de una maquinación de las Siete Hermanas, principios
inferiores que quieren controlar la marcha de la Creación... Como quiera que sea, después de
la Expansión se produce el gran escape divino, que los textos más antiguos llaman Descarga.
El Pistón vuelve a subir hasta el Punto Muerto Superior y expele la materia informe ya
quemada. Sólo si consuma este acto de purificación puede iniciarse el Nuevo Ciclo que, si
bien se mira, también coincide con el mecanismo neoplatónico del Exodo y del Párodo,
admirable dialéctica del Camino Ascendente y el Camino Descendente.
--Quantum mortalia pectora caecae noctis habent! ¡Y los hijos de la materia nunca se habían
dado cuenta!
--Por eso los maestros de la Gnosis dicen que no hay que fiarse de los Hílicos sino de los
Pneumáticos.
--Para mañana prepararé una interpretación mística del listín de teléfonos. . .
--Siempre tan ambicioso nuestro Casaubon Mire que allí tendrá que resolver el problema
abismal del Uno y de los Muchos. Es mejor no apresurarse. Vea primero el mecanismo de la
lavadora.
--Eso son habas contadas. Transformación alquímica, de la obra en negro a la obra más
blanca que el blanco. Da Rosa, nada digamos agora...
(Sampayo Bruno, Os Cavaleiros do Amor, Lisboa, Guimaraes, 1960, p. 155)

Christian Franco dijo...

Ni siquiera sabemos con certeza si los Hermanos de la segunda línea poseyeron el
mismo saber que la primera, ni si pudieron acceder al conocimiento de todos los
secretos.
(Fama Fraternitatis, en Al/gemeine und general Reformation, Cassel, Wessel, 1614)