Cuando hablamos de payasos y como payasos la gente asume que
no estamos hablando en serio, pero para nosotros hada hay más serio que esto
¿Cómo lograr integrar El Heguelianismo al budismo, es decir el devenir al
nirvana porque qué interés puede tener Heguel como ideólogo, ninguno pero como
filosofo descubriendo el devenir en el pensamiento es sustancial Y ¿qué interés puede haber en
el budismo? Ninguna simplemente es una
religión más con la peculiaridad de no
ser teísta, pero el nirvana como un lograr estar en la nada y hacer de nuestra
mente un real espejo que pueda contemplar lo real eso es magia pura y lo que descubrimos es que sin superar
el devenir no hay esa posibilidad, y entonces solo nos queda el reconocimiento
del error en nuestra constante negación de la negación, el saber que no sabemos
ergo solo queda el payaso, sino el trauma del error nos destruiría necesitamos
duplicarnos, ser nosotros mismos y nuestro doble y la máscara del payaso
su pequeña nariz, se convierte en una herramienta poderosa para la auto
investigación, ya comprenderemos que la filosofía o es Cómica como en Sócrates,
Platón , Aristóteles o es trágica como en Hegel, Marx, Nietzsche o Dramática
como en Kant donde el drama de la razón no se resuelve, aunque nuestro tiempo
es tragicómico acercándose cada vez más
a comedias trágicas para terminar en secuelas de zombis donde no pasa nada por
más acción que se le quiera meter, sino conseguimos distanciarnos del teatro
loco de este mundo, no podremos reflexionarlo.
Y yo no hay meta lenguaje todos estamos metidos en el mismo
sistema ideológico del capitalismo tardío pero mirarlo desde el error es
distinto porque resulta que todo es metafísico como un intento fracasado de
revelar el ser, el problema es que nuestro tiempo se está acabando, la crisis del calentamiento global,
no demanda pequeñas estrategias en el consumo y distribución del agua, sino un
cambio radial del estado y el sistema y es esto lo que estamos proponiendo solo
las comunidades organizadas podrán hacer frente a una crisis como esta o
aprendemos o a ser comunistas es decir a vivir en comunidad o no
sobrevivimos sobre todo los sectores más marginales que sufren de una vulnerabilidad cuyo único destino es la
muerte.
El banco mundial nos dice que en el Perú, la mitad de
la población no cuenta con acceso en su vivienda a agua de calidad con
continuidad y solo el 43 por ciento cuenta con saneamiento gestionado de manera
segura, reveló el estudio Perú: acciones
estratégicas para la seguridad hídrica presentado por el Banco Mundial este año 2023 , en
Lima.
El
documento también señala que, en las últimas tres décadas, la extracción de
agua se ha duplicado en el país, al tiempo que crece la demanda de los
usuarios, generando una mayor competencia entre sí. Por ejemplo, el sector
agrícola (específicamente la agricultura de regadío) utiliza la mayor parte del
agua y representa el 89 por ciento de las extracciones (superior al promedio
regional, del 70 por ciento). Le siguen los retiros para uso doméstico, con 9
por ciento, y para la industria, minería y otros sectores, que suman 2,3 por
ciento.
El cambio
climático reducirá aun más la disponibilidad de agua, amenazando el crecimiento
económico, el desarrollo y la estabilidad. Las sequias, inundaciones y
deslizamientos de tierras asociados con lluvias torrenciales, la contaminación
de las aguas y la falta de acceso a agua y saneamiento seguros le cuestan al
Perú entre 8.400 millones y 13.400 millones de dólares al año.
De igual
manera, el informe cuantifica la brecha de financiamiento para lograr acceso
universal para el año 2030, estimada entre 1.900 millones y 3.200 millones de
dólares por año.
Otros hallazgos del informe
señalan que:
- Una de cada tres escuelas no
tiene instalaciones sanitarias adecuadas, y solo una de cada cinco tiene
acceso a agua de calidad;
- Uno de cada cuatro peruanos
vive de la agricultura, y depende de la lluvia y el riego para subsistir y
generar ingresos.
- El agua se emplea para
generar más de la mitad de la electricidad que se consume en el Perú.
Además, las recomendaciones
compartidas con autoridades de gobierno y el sector y otros actores
involucrados señalan la necesidad de:
- Mejorar y expandir la
gestión de aguas residuales para abordar la calidad del agua en cuencas
críticas.
- Desarrollar enfoques
adaptados a la realidad rural y periurbana para cerrar las brechas de
acceso en estas áreas.
- Mejorar la eficiencia,
sostenibilidad y equidad de los servicios de riego y drenaje.
- Incrementar los reservorios
para abastecer las zonas altas para usos agrícolas e industriales.
¿Ahora como haces eso con un estado corrupto, con un país que
no puede reconocerse entre sus ciudadanos como iguales y con una sociedad que
ha olvidado por completo el bien común?
No se puede
¿Y entonces qué hacemos?
La izquierda nos ha enseñado des caminos ir por las armas lo
cual fue un tremendo fracaso, ir por la vía democrática lo cual fue un peor fracaso tenemos 7
presidentes corruptos, muchos de ellos pertenecientes a la llamada izquierda
caviar los cuales querían darle al
capitalismo un rostro humano y el rostro que obtuvimos fue el de los 300 mil y
tantos muertos por covid.
La derecha nos enseñó la dictadura militar ninguna funciono y la
corrupción democrática donde se compra el voto con clientelismo político,
compra de la opinión publica en medios y fraude electoral en mesa o en el
propio jurado copando instituciones.
Todos esos caminos nos han llevado hasta aquí, muchos no se
dan cuenta pero estamos al borde de un abismo.
Lo que proponemos es el camino más difícil, la construcción
de una madre estado, un nuevo estado no estado, empezando con el evangelio de
la Matria y la
redeconstrucción de nuestras familias en Arcas de la libertad donde se forme a los hijos y a los padres en
la libertad positiva supliendo necesidades, la libertad negativa mi derecho a decir
no a decidir y la libertad absoluta, en
la humildad del servicio que solo da el amor.
Coro de Arcángeles voces
principales Miguel y Gabriel
El primer
arcángel dijo: Una criatura prodigiosa ha nacido en la Tierra, y la Tierra está
brillante de luz.
El
segundo arcángel dijo: Un glorioso rey ha nacido para el Cielo, y el Cielo está
vibrante de alegría.
El
primero: El es el fruto de la unión del Cielo con la Tierra.
El
segundo: El es la unión eterna del padre, la madre y el hijo.
El
primero: En él la Tierra es exaltada.
El
segundo: En él el Cielo es justificado.
El
primero: El día duerme en sus ojos.
El
segundo: La noche está despierta en su corazón.
El
primero: Su pecho es un nido de tempestades.
El
segundo: Su garganta es una escala de canciones.
El
primero: Sus brazos abrazan las montañas.
El
segundo: Sus dedos pellizcan las estrellas.
El
primero: Mares braman en sus huesos.
El
segundo: Soles recorren sus venas.
El
primero: Su boca es una forja y un molde.
El
segundo: Su lengua es un yunque y un martillo.
El
primero: Envueltas en sus pies están las cadenas del mañana.
El
segundo: En su corazón está la llave de estas cadenas.
El
primero: Sin embargo, este niño todavía está en una cuna de polvo.
El
segundo: Pero envuelto en los eones.
El
primero: Al igual que Dios, él conoce todos los secretos de los números. Al
igual que Dios, él conoce el misterio de las palabras.
El
segundo: El sabe todos los números, excepto el número sagrado, que es el
primero y el último. El conoce todas las palabras, menos la Palabra Creadora,
que es la primera y la última.
El
primero: Y sin embargo él sabrá el Número y la Palabra.
El
segundo: Pero solamente cuando haya retirado sus pies de los páramos sin huella
del espacio; solamente cuando sus ojos ya no miren las tenebrosas cavernas del
tiempo.
El
primero: Maravilloso, extraordinariamente maravilloso es este hijo de la Tierra.
El
segundo: Glorioso, excelsamente glorioso es este rey de los Cielos.
El
primero: Aquél que no tiene nombre le llamó Hombre.
El
segundo: Y él llamó, a Aquel que no tiene nombre, Dios.
El
primero: El Hombre es la palabra de Dios.
El
segundo: Dios es la palabra del Hombre.
El
primero: Gloria a Aquél cuya palabra es Hombre.
El
segundo: Gloria a Aquél cuya palabra es Dios.
El
primero: Ahora y siempre.
El
segundo: Aquí y en todas partes.
Así
Cantaron los dos arcángeles en el polo superior del universo, con ocasión,
independiente del tiempo, del nacimiento del Hombre.
Al mismo
tiempo, dos archidemonios — Asmodeus y Samael voces principales-en el polo
inferior del universo— mantuvieron la siguiente conversación:
Dijo el
primer archidemonio: Un valiente guerrero se unió a nuestras filas. Con su
ayuda venceremos.
Dijo el
segundo archidemonio: Di más bien que es un cobarde quejumbroso y malicioso. Y
la traición está alojada en su cabeza. Sin embargo, es terrible en la cobardía
y en la traición.
El
primero: Impávida y feroz es su mirada.
El
segundo: Quejumbroso y desanimado es su corazón. Sin embargo, es temible en su
desánimo y sus lágrimas.
El
primero: Penetrante y perseverante es su mente.
El
segundo: Vago y estúpido es su oído. Mas es peligroso en su indolencia y su
estupidez.
El
primero: Rápida y precisa es su mano.
El
segundo: Inciertos y perezosos son sus pies. Mas es terrible en su pereza y
alarmante en su incertidumbre.
El
primero: Nuestro pan será acero para sus nervios. Nuestro vino será fuego para
su sangre.
El
segundo: El nos arrojará los cestos de nuestro pan y quebrará en nuestras
cabezas nuestros cántaros de vino.
El
primero: Su codicia por nuestro pan y su sed por nuestro vino será su carro en
la batalla.
El
segundo: Con un hambre insaciable y una sed inextinguible se hará invencible y
provocará la rebelión en nuestro campamento.
El
primero: Mas la muerte será la conductora del carro.
El
segundo: Con la muerte como conductora del carro, él llegará a ser inmortal.
El primero:
¿Puede la muerte conducirle a algo que no sea la muerte?
El
segundo: ¡Ay! Tan exhausta quedará la muerte de sus constantes lamentaciones
que acabará por conducirle al campo de la Vida.
El
primero: ¿La muerte traicionará a la muerte?
El
segundo: No. La Vida será fiel a la Vida.
El
primero: Excitaremos su paladar con frutos exóticos y deliciosos.
El
segundo: Sin embargo, él ansiará frutos que no crecen en este polo.
El
primero: Seduciremos su vista y su olfato con hermosas flores llenas de
fragancia.
El
segundo: Mas sus ojos buscarán otras flores y su olfato otras fragancias.
El
primero: Y asediaremos sus oídos con dulces y lejanas melodías.
El
segundo: Mas sus oídos se dirigirán hacia otros coros.
El
primero: El miedo le someterá a nosotros.
El segundo:
La esperanza le protegerá del miedo.
El
primero: El dolor le subyugará a nosotros.
El
segundo: La fe le liberará del dolor.
El
primero: Invadiremos su sueño con sueños misteriosos y esparciremos sombras
enigmáticas en su vigilia.
El
segundo: Su fantasía desvelará los misterios y desvanecerá sus sombras.
El
primero: Podremos contar con él como si fuese uno de los nuestros.
El
segundo: Cuéntale como uno de nosotros si así lo quieres; mas cuéntale también
como adversario nuestro.
El
primero: ¿Puede él estar, al mismo tiempo, a nuestro favor y en nuestra contra?
El
segundo: El es un guerrero solitario en el campo de batalla. Su único
adversario es su sombra. Conforme cambia su sombra, cambia la batalla. El está
con nosotros cuando su sombra está delante de él. Está contra nosotros cuando
su sombra está detrás de él.
El
primero: ¿No vamos a mantenerle, entonces, constantemente de espaldas al Sol?
El
segundo: ¿Mas quién conservará constantemente el Sol detrás de él?
El
primero: Este guerrero es un enigma.
El
segundo: Esta sombra es un enigma.
El
primero: Salve al caballero solitario.
El
segundo: Salve a la sombra solitaria.
El
primero: ¡Salve!, cuando está con nosotros.
El
segundo: ¡Salve!, cuando está contra nosotros.
El
primero: Ahora y siempre.
El segundo:
Aquí y en todas partes.
Así
hablaron dos archidemonios en el polo inferior del Universo, con ocasión del
nacimiento intemporal del Hombre.
(Oscuro se Escucha la voz de Shamadam En el Principio Era el Verbo y el
Verbo estaba con Dios y Era Dios. Y Dios dijo hágase la luz y el Metateatro
abrió su telón)
TE
KORE-TUA-TAHI (El primer vacío) Silencio hasta escuchar el origen de la Vida
TE
KORE-TUA-RUA (El segundo vacío) Silencio hasta escuchar el clamor de la tierra
Dios
mío Dios mío porque me has abandonado
TE
KORE-NUI (El vasto vacío) Silencio hasta escuchar la voz de Dios
Creación,
expulsión purgación Bendición Confusión llamado Redención
TE
KORE-ROA (El vacío que se extiende a lo lejos) Silencio hasta escuchar la voz
del Hombre
Pruebas,
Promesa, Liberación
TE
KORE-PARA (El vacío marchito) Silencio hasta escuchar la voz del Señor en la cruz
· "Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen." ...
· "Yo te
aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso." ...
· "Mujer, ahí
tienes a tu hijo. ...
· "¡Dios mío,
Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?" ...
· "Tengo
sed." ...
· "Todo está
cumplido." ...
· "Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu."
TE
KORE-WHIWHIA (El vacío que no posee) Silencio hasta escuchar la revelación
No
tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado. 6 No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo.
Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. 7 Vayan pronto y digan a los discípulos: “Ha
resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán.” Esto es lo
que yo tenía que decirles.
TE
KORE-RAWEA (El vacío delicioso) Silencio hasta escuchar la vida eterna y en
ella su Voz.
Aklla-
La nieve pinta la montaña hoy,
No hay huellas que seguir
En la soledad un reino,
Y la reina vive en mi
El viento ruge
Y hay tormenta en mi interior,
Una tempestad que de mi salio
Lo que hay en ti, no dejes ver,
Buena chica tu siempre debes ser
No has de abrir tu corazón
Pues ya se abrió
Libre soy, libre soy
No puedo ocultarlo mas
Libre soy, libre soy
Libertad sin vuelta atrás
¡que mas da!
No me importa ya
Gran tormenta habrá
El frío es parte también de mi
Mirando a la distancia,
Pequeño todo es
Y los miedos que me ataban
Muy lejos los deje
Voy a probar que puedo hacer,
Sin limitar ni proceder.
Ni mal ni bien obedecer
Jamas
Libre soy, libre soy
El viento me abrazara
Libre soy, libre soy
No me veré llorar
Firme así, me quedo aquí
Gran tormenta ven a mi
TE
KORE-TE-TEMAUA (El vacío limitado)
Todo tiempo es tiempo para la vida, Compañeros. No hay paradas ni
comienzos en el tiempo. Tampoco hay altos en el camino, donde los viajeros
puedan detenerse para refrescarse y descansar. El tiempo es una continuidad que
se superpone a sí misma. Su popa está unida a su proa. Nada termina ni nada es
puesto fuera del tiempo; nada es comenzado ni terminado. El tiempo es una rueda
creada por los sentidos, y lanzada por los sentidos para que gire en el
espacio. Vosotros sentís el deslumbrante cambio de las estaciones y creéis,
entonces, que todo está sujeto a las garras del cambio. Pero olvidáis que el
poder que hace aparecer y desaparecer las estaciones es eterno, único e
inalterable. Sentís crecer y menguar las cosas, y desalentadoramente declaráis
que la decadencia es el fin de todo lo que crece. Mas olvidáis que el poder que
hace que las cosas crezcan y mengüen, ése no crece ni mengua. Sentís la
velocidad del viento en relación con la brisa y decís que el viento es mucho
más rápido. Pero, a pesar de eso, admitís que lo que mueve el viento y la brisa
es lo mismo, y no corre con el viento ni se pasea con la brisa. ¡Qué crédulos
sois! ¡Cómo os dejáis engañar con los ardides que vuestros propios sentidos os
juegan! ¿Dónde está vuestra imaginación? Solamente con ella podréis ver que
todas las transformaciones que os dejan atónitos, no son más que trucos de
prestidigitación. ¿Cómo puede ser el viento más rápido que la brisa? ¿No es la
brisa la que da origen al viento? ¿No lleva el viento a la brisa consigo?
Vosotros, caminantes de la Tierra, ¿por qué medís las distancias que andáis en
pasos y leguas? Tanto si deambuláis lentamente, como a galope, ¿no estáis
siendo transportados, por el movimiento de la Tierra, por espacios y regiones
por donde la misma Tierra está siendo llevada? ¿No es, pues, vuestro paso igual
al paso de la Tierra? ¿No es la Tierra a su vez transportada por otros cuerpos
celestes, y su velocidad, entonces, igual a la de ellos? Sí, la lentitud es la
madre de la rapidez. La rapidez es la portadora de la lentitud. Y lentitud y
rapidez son inseparables en cualquier punto del tiempo y del espacio. ¿Por qué
decís que el crecimiento es crecimiento y la decadencia es decadencia, y que uno
es enemigo del otro? ¿Ha crecido alguna cosa sin que lo haya hecho a costa de
aquello que decreció? ¿Y decayó algo que no fuese en beneficio de lo que crece?
¿No crecéis vosotros por una decadencia continua? ¿Y no estáis en decadencia
por un continuo crecimiento? ¿No son los muertos el subsuelo de los vivos, y
los vivos el granero de los muertos? Si el crecimiento es hijo de la decadencia
y la decadencia hija del crecimiento, si la vida es hija de la muerte y la
muerte hija de la vida, entonces verdaderamente ambas son sólo una en todos los
puntos del tiempo y del espacio. Y en verdad vuestra alegría de vivir y de
crecer es tan estúpida como vuestro dolor por decaer y morir. ¿Por qué decís
que sólo el otoño es la estación de las uvas? En verdad os digo que las uvas
también están maduras en invierno, cuando no hay más que un leve e
imperceptible palpitar de la savia, y sueña sus sueños en la vid; y también en
primavera, cuando se forman sus tiernos racimos de menudas cuentas de color
esmeralda; y también en verano, cuando los racimos crecen y los granos se
hinchan, coloreando sus mejillas bajo el dorado Sol. Si cada estación contiene
en sí misma a las otras tres, entonces verdaderamente todas las estaciones
serán una en todos los puntos del tiempo y del espacio. ¡Ay!... Sí, el tiempo
es el mayor prestidigitador y los hombres los mayores incautos. Semejante a la
ardilla que hace girar su rueda, el hombre, que ha puesto la rueda del tiempo a
girar, está hasta tal punto dominado e impulsado por su movimiento, que ya no
puede creer que es él quien la hace moverse, ni «encuentra tiempo» para detener
el giro del tiempo. Y exactamente igual que el gato que hiere su lengua de
tanto lamer la piedra de pulir, creyendo que la sangre que está lamiendo fluye
de la piedra, el hombre lame su propia sangre derramada en la rueda del tiempo,
y mastica su propia carne lacerada por los radios del tiempo, con la ilusión de
que son la sangre y la carne del tiempo. La rueda del tiempo gira en el vacío
del espacio. En su llanta están situadas todas las cosas perceptibles por los
sentidos, incapaces de percibir algo distinto del tiempo y del espacio. Y así,
las cosas continúan apareciendo y desapareciendo. Lo que desaparece para unos,
en cierto punto del tiempo y del espacio, aparece para otros en otro punto. Lo
que puede ser arriba para unos, es abajo para otros. Lo que puede ser día para
unos, es noche para otros, dependiendo del «cuándo» y del «dónde» del
observador. Sólo uno es el camino de la vida y de la muerte, ¡oh, monjes!,
sobre la llanta de la rueda del tiempo, pues el movimiento en círculo jamás
puede alcanzar el fin, y jamás se agota. Y todo movimiento en el mundo es un
movimiento circular. ¿Acaso el hombre se podrá liberar algún día del círculo
vicioso del tiempo? Sí, el Hombre se liberará, pues él es el heredero de la
libertad sagrada de Dios. La rueda del tiempo gira, pero su eje está siempre en
reposo. Dios es el eje de la rueda del tiempo. Aunque todo gira alrededor de El
en el tiempo y en el espacio, El está siempre fuera del tiempo y del espacio.
Aunque todo proceda de su Palabra, su Palabra está tan desprovista del tiempo y
del espacio como El. En el eje, todo es paz. En la llanta todo es agitación.
¿Dónde preferís estar vosotros? En verdad os digo, deslizaos desde la llanta
del tiempo hacia el eje, y os libraréis de las náuseas del movimiento. Dejad
que el tiempo gire alrededor de vosotros, pero vosotros no giréis con el
tiempo.
TE PO (La Noche)
Escuchad el coro de la noche, pues en verdad ella es una cantante
incomparable. De los más oscuros escondrijos del pasado, de los más luminosos
castillos del futuro, de los pináculos de los cielos y de las entrañas de la
tierra, las voces de la noche surgen y se elevan hasta los más recónditos
rincones del universo. En poderosas ondas, ruedan y hacen remolinos en torno a
vuestros oídos. Limpiad bien vuestros oídos para que las podáis oír bien.
Aquello que el día, alborozada y despreocupadamente, extingue, la noche sin
apresurarse lo restaura con su extraordinaria magia. ¿No se esconden la Luna y
las estrellas en la intensa luz del día? Aquello que el día ahoga en su
aparente mezcla apresurada, la noche lo exalta en sus arrobadoras canciones.
Hasta los sueños de las plantas amplían el coro de la noche.
TE PO-TEKI (La noche que se acerca)
Escuchad con atención al coro de las esferas:
Conforme giran en los cielos, oídlas cantar canciones de cuna al niño
gigante adormecido en su cuna de arenas movedizas, al rey vestido de harapos,
al rayo encadenado, al dios envuelto en pañales. Escuchad a la Tierra, siempre
trabajando, amamantando, criando, casando y enterrando. Escuchad en la jungla
merodear a las fieras, rugiendo, aullando, desgarrando, desgarradas; reptiles,
siguiendo su camino; Insectos, zumbando sus místicas canciones, pájaros,
recitando en sus sueños fábulas de prados, canciones de arroyos; árboles y
arbustos y todo lo que respira sorbiendo la vida en la copa de la muerte. De lo
alto de la montaña y desde el valle; del desierto y desde el mar; del aire y
desde el subsuelo; se lanza el desafío al Dios velado por el tiempo. Escuchad a
las madres del mundo, cómo lloran, cómo se lamentan; y a los padres del mundo,
cómo gimen, cómo se afligen. Escuchad como sus hijos e hijas corren hacia las
armas y huyen de ellas, censurando a Dios y maldiciendo al destino, fingiendo
amor y respirando odio, bebiendo ardor y transpirando miedo, sembrando sonrisas
y recogiendo lágrimas, estimulando con su roja sangre la furia del diluvio que
se prepara. Escuchad cómo se crispan sus estómagos hambrientos y sus hinchados
párpados parpadean, y sus dedos consumidos van a tientas, buscando el caparazón
de la esperanza; y sus corazones se distienden y crujen de montón en montón y
de cúmulo en cúmulo. Escuchad los ingenios diabólicos zumbar y las arrogantes
ciudades derruirse; y las poderosas ciudadelas doblar los sones de sus propios
funerales; y los monumentos del pasado enlodarse en charcas de fango y sangre.
Escuchad las oraciones del justo repicar con los gritos de codicia. T el torpe
balbucear de la criatura en rapsodia con el perverso parlotear, y la ruborosa
sonrisa de la doncella armonizar con la astucia de la prostituta; y el éxtasis
del valiente canturrear las maquinaciones del bellaco. En cada tienda y choza
de todas las tribus y clanes, las trompetas nocturnas ejecutan el himno de
guerra del hombre.
TE PO-TEREA (La noche que se aleja)
Más la noche, la hechicera, funde las canciones de cuna, los desafíos,
los himnos de guerra y todo lo demás en una canción demasiado sutil para el
oído. Canción tan grandiosa, tan infinita en su alcance, de tan profundo tono,
tan melodioso estribillo, que hasta el coro y las sinfonías de los ángeles, en
comparación, no pasan de ser ruido y murmullo. Esa es la canción de triunfo del
vencedor. Las montañas que dormitan en el regazo de la noche; los reminiscentes
desiertos con sus dunas; las profundidades que vagan dormidas, las estrellas
errantes, los habitantes de las ciudades de los muertos, la Santa Trinidad y la
Voluntad Universal saludan y aclaman al hombre vencedor. Dichosos aquéllos que
oyen y comprenden. Dichosos aquéllos que, al encontrarse solos con la noche, se
sientan tranquilos, profundos y vastos como la propia noche, cuyos semblantes
no sean afectados, en la oscuridad, por las faltas que ellos cometieron en la
oscuridad; cuyos párpados no se escuezan con las lágrimas que hicieron verter a
sus semejantes; cuyas manos no estén al acecho de fechorías y codicias; cuyos
oídos no estén asediados por los silbidos de su lujuria; cuyo pensar no sea
mordido por sus pensamientos; cuyos corazones no sean morada para toda clase de
inquietudes que surgen ininterrumpidamente de todos los rincones del tiempo;
cuyos recelos no caven túneles en sus cerebros; que puedan decir con valor a la
noche: «Muéstranos el día», y decir al día: «Muéstranos la noche». Sí, tres
veces dichosos son los que, estando a solas con la noche, se sienten tan
armoniosos, tan en paz, tan infinitos como la noche. Solamente para ellos, la
noche canta la canción del vencedor. Si queréis enfrentaros a la calumnia del
día con la cabeza erguida y los ojos encendidos de fe, conquistad primero la
amistad de la noche.
TE PO- WHAWHA (La noche que se queja)
Sed amigos de la noche. Lavad concienzudamente vuestros corazones en la
propia sangre de vida y colocad-los en el corazón de la noche. Confiad vuestras
aspiraciones desnudas al seno de la noche e inmolad a sus pies vuestras
ambiciones, con excepción de la ambición de ser libre gracias a la Sagrada
Comprensión. Seréis entonces invulnerables a todos los dardos del día, y la
noche testimoniará por vosotros ante los hombres que realmente sois vencedores.
Aunque los días febriles os arrojen de un lado para otro; y las noches sin
estrellas os envuelvan en sus tinieblas; y seáis arrojados a las encrucijadas
del mundo, y aunque no haya rastros ni señales que os muestren el camino, no
temáis a ningún hombre ni circunstancia, ni tengáis la menor sombra de duda de
que los días y las noches, así como los hombres y las cosas, más tarde o más
temprano os buscarán y os pedirán humildemente que les guiéis, pues habréis
conquistado la confianza de la noche. Y el que conquista la confianza de la
noche puede fácilmente gobernar el día venidero. Escuchad el corazón de la
noche, pues en él late el corazón del vencedor. Si yo tuviese lágrimas, las
ofrecería esta noche a todas las estrellas que centellean y a toda mota de
polvo, a todo arroyo murmurador y a toda cigarra cantarína, a toda violeta que
exhala en el aire su alma olorosa, a todo viento que silba, a toda montaña y a
todo valle, a todo árbol y a toda brizna de hierba, a toda paz y a toda belleza
efímera de esta noche. Derramaría mis lágrimas delante de ellos, como apología
por la ingratitud y por la ignorancia salvaje de los hombres. Los hombres,
esclavos del nefasto dinero, están ocupados al servicio de su señor,
excesivamente ocupados para que puedan prestar atención a cualquier voz o
voluntad que no sea su propia voz y voluntad. Y es pavoroso el negocio del
señor de los hombres: transformar el mundo en un matadero en el que ellos son,
a la vez, los matarifes y las reses que han de ser abatidas. Y así, embriagados
de sangre, los hombres asesinan a los hombres en la ilusión de que el que mata
hereda la parte de los que ha matado, en todos los confines de la Tierra y la
magnificencia de los cielos. ¡Infelices ingenuos! ¿Desde cuándo el lobo se
transforma en cordero por haber despedazado a otro lobo? ¿Desde cuándo una
serpiente se transforma en paloma por haber aplastado y devorado a otras
serpientes? ¿Desde cuándo un hombre, por haber matado a otro hombre, sólo
hereda sus alegrías sin heredar también sus tristezas? ¿Desde cuándo un oído se
hace más afinado para las armonías de la vida al obstruir otros oídos, o un ojo
se hace más sensible a las emanaciones de la belleza al vaciar otros ojos?
¿Habrá un hombre o un grupo de hombres que pueda agotar las bendiciones de una
sola hora, sea de pan y vino o de luz y paz? La tierra no da a luz más seres de
los que puede alimentar. Los cielos no exigen ni hurtan la subsistencia de sus
hijos. Miente quien dice a los hombres: «Quien quiera llenar su arca, quite la
vida ajena y herede a quien mata.» ¿Cómo podrá prosperar con las lágrimas, la
sangre y la agonía de los hombres quien no pudo prosperar con el amor, la leche
y la miel de la tierra y con el profundo afecto de los cielos? Miente quien dice
a los hombres: «Cada nación para sí». ¿Cómo podría el ciempiés avanzar una sola
pulgada si cada una de sus patas se moviese en dirección diferente, u
obstaculizara el progreso de las demás, o planeara su destrucción? ¿Acaso no es
la humanidad un monstruoso ciempiés cuyas numerosas patas son las diversas
naciones? Miente quien dice a los hombres: «Dirigir es una honra. Ser dirigido,
una vergüenza.» ¿No es el cochero guiado por el asno que lo transporta? ¿No
está el carcelero preso por el prisionero? En verdad, el asno dirige a su
cochero y el delincuente encarcela a su carcelero. Miente quien dice a los
hombres: «La carrera es del más rápido, la razón del más fuerte.» La vida no es
ninguna competición de músculos y fuerza. El lisiado y el mutilado, a menudo,
alcanzan la victoria mucho más fácilmente que los demás. E incluso hasta un
mosquito vence a un gladiador. Miente quien dice a los hombres que el mal sólo
puede ser corregido por el propio mal. Un mal superpuesto a otro, jamás podrá
transformarse en bien. Aislad el mal, y él se destruirá a sí mismo. Pero los
hombres son crédulos en lo que respecta a la filosofía de su señor. El dinero y
los ávidos de él creen piadosamente y obedecen religiosamente sus más
extravagantes caprichos; al tiempo que no confian ni prestan atención a la
noche, que canta y anuncia la liberación, ni oyen o confían en el propio Dios.
Y vosotros, Compañeros, seréis catalogados como locos o impostores. No os
ofendáis por la ingratitud y por la dolorosa burla de los hombres; trabajad con
amor e inagotable paciencia para liberarles de sí mismos y del diluvio de
sangre y fuego que, en breve, caerá sobre ellos. Ya es tiempo de que los
hombres cesen de matar a los hombres. El Sol, la Luna y las estrellas están,
desde la eternidad, esperando ser vistos, oídos y comprendidos; el alfabeto de
la Tierra espera ser descifrado; las vías del espacio esperan ser surcadas; el
enmarañado hilo del tiempo espera ser desenredado; la fragancia del Universo,
ser inhalada; las catacumbas del dolor, ser demolidas; la guarida de la muerte,
ser devastada; el pan de la Comprensión, ser probado; y el Hombre, el Dios en
pañales, ser desvelado. Ya es tiempo de que los hombres cesen con el pillaje de
los hombres, y que unan filas para llevar a cabo una tarea común. Inmensa es la
tarea, pero dulce la victoria. Todo lo demás, en comparación, es trivial y
vacío. Sí, ya es tiempo. Pocos, todavía, serán receptivos a esto. Los demás
tendrán que aguardar una nueva llamada, una nueva alborada.
HINE-MAKE-MOE (La hija del sueño inquieto)
En el silencio de esta noche, a Mirdad le gustaría que meditaseis sobre
el Óvulo Materno. El espacio y todo lo que hay en él es un huevo, cuyo cascarón
es el tiempo. Es el Óvulo Materno. Este Óvulo es envuelto, tal como el aire
envuelve a la Tierra, por el Dios envolviente, el Macro-Dios, la Vida
incorpórea, infinita e inefable. Encerrado en este Óvulo está Dios latente, el
Micro-Dios, la Vida encarnada, también infinita e inefable. Aunque inmensurable
en lo que se refiere a las medidas humanas, el Óvulo Materno tiene límites.
Aunque él, propiamente, no sea infinito, está limitado por el infinito por
todos sus lados. Todas las cosas y todos los seres del universo tan sólo son
óvulos de espacio-tiempo que encierran el mismo Micro-Dios, pero en diversos
grados de desarrollo. El Micro-Dios que está en el hombre tiene una mayor
expansión espacio-temporal que el Micro-Dios que está en el animal; y el que
está en el animal tiene mayor expansión que el que está en la planta, y así
sucesivamente conforme se desciende en la escala de la creación. Los
innumerables óvulos que representan todas las cosas y seres, visibles e
invisibles, están de tal modo dispuestos dentro del Óvulo Materno, que el mayor
en expansión contiene el inmediatamente menor, con espacios intermedios, hasta
el óvulo menor de todos, que es el núcleo central encerrado en el
espacio-tiempo infinitesimal. Un óvulo dentro de un óvulo, dentro de otro
óvulo, desafiando los números humanos, todos fecundados por Dios: esto es el
universo, queridos Compañeros. No obstante, percibo que mis palabras son muy
escurridizas para vuestras mentes, mas gustosamente las haré peldaños seguros y
firmes, como nunca palabra alguna lo haya sido en la escalera que conduce a la
Comprensión perfecta. Apoyaos en algo más que en las palabras y en vuestras
mentes, si deseáis llegar a las alturas, profundidades y amplitudes que Mirdad
desea que alcancéis. Las palabras son, como mucho, relámpagos que nos revelan
el horizonte; ellas no son el camino hacia esos horizontes, ni mucho menos esos
horizontes. Por eso, cuando os hablo del Óvulo y de los óvulos, del Macro-Dios
y del Micro-Dios, no os apeguéis a la letra, sino seguid al relámpago. Así
verificaréis que mis palabras son poderosas alas para vuestra vacilante comprensión.
Meditad sobre la naturaleza que os rodea. ¿No observáis que está construida
sobre el principio del óvulo? En el óvulo encontraréis la llave de toda
creación. Vuestra cabeza, vuestro corazón y vuestros ojos son un óvulo. Y
óvulos son todos los frutos y semillas. Es un óvulo toda gota de agua, y la
semilla de toda criatura viva; y las innumerables esferas que trazan sus rutas
místicas sobre la faz de los cielos, ¿no son todas ellas óvulos que contienen
la quintaesencia de la Vida, el Micro-Dios en las varias etapas de desarrollo?
¿No está la vida, constantemente, terminando de incubar un óvulo para volver a
entrar en otro? Es realmente milagroso y continuo el proceso de la creación. La
corriente de la vida que va de la superficie del Óvulo Materno a su centro, y
del centro a la superficie, se desarrolla sin interrupción. A medida que se va
expandiendo en el tiempo y en el espacio, el Micro-Dios situado en el núcleo
central pasa de óvulo a óvulo, desde el más bajo al más alto orden de Vida,
siendo el más bajo el de menor expansión y el más alto el de mayor expansión en
el tiempo y en el espacio, variando el tiempo necesario para el paso de un
óvulo a otro, desde un guiño de ojos en algunos casos, hasta un eón en otros. Y
así prosigue el proceso hasta que el cascarón del Óvulo Materno sea roto y el
Micro- Dios emerja como Macro-Dios. La vida, pues, es un desarrollo, un
crecimiento y un progreso; pero no como los hombres acostumbran hablar sobre el
crecimiento y el progreso, pues crecimiento para ellos es un aumento de
volumen, y progreso un caminar hacia adelante. Mientras que, realmente, el
crecimiento es una expansión esférica en el tiempo y en el espacio, y progreso
es un movimiento que se extiende igualmente en todas direcciones: tanto hacia
adelante como hacia atrás, y tanto hacia abajo y lateralmente, como hacia
arriba. El crecimiento final es, por lo tanto, exceder en crecimiento al
espacio; y el progreso final es sobrepujar al tiempo, sumergiéndose de este
modo en el Macro-Dios y alcanzando la liberación de los límites del tiempo y el
espacio, que es la única liberación que merece tal nombre. Y ése es el destino
fijado para el hombre. Meditad bien sobre estas palabras, ¡oh, monjes! Salvo
que vuestra propia sangre las asimile con satisfacción, vuestros esfuerzos para
liberaros y liberar a los demás estarán abocados a aumentar los eslabones de
vuestras cadenas y de las de vuestro prójimo. Mirdad quiere haceros comprender
que podéis ayudar a comprender a todos los que también anhelan. Mirdad quiere
que os liberéis para que podáis guiar hacia la Libertad a la raza de aquéllos
que anhelan el triunfo y la liberación. Por eso intentará aclararos, todavía
mejor, este principio del óvulo, especialmente en aquello que se refiere al
hombre. Todos los órdenes de existencia inferiores al hombre están incluidos en
un óvulo-grupo. Hay, pues, para las plantas, tantos óvulos como variedades de
plantas existen, conteniendo las más evolucionadas a todas las menos
evolucionadas. Lo mismo sucede con los insectos, peces, mamíferos; siempre los
más evolucionados encierran todos los órdenes de vida menos evolucionados,
hasta llegar al núcleo central. Así como la yema y la clara, dentro de un huevo
común, sirven para alimentar y desarrollar el embrión del polluelo en él
encerrado, de la misma manera todos los óvulos encerrados en cualquier óvulo
sirven para alimentar y desarrollar el Micro-Dios allí encerrado. En cada óvulo
sucesivo, el Micro-Dios encuentra un alimento espacio-temporal ligeramente
diferente del que le fue suministrado en el óvulo precedente. De ahí la
diferencia en expansión espacio-temporal. Difuso e informe en el gas, se
concentra más y comienza a tomar forma en el líquido. En el mineral asume una
forma definida y una fijeza, permaneciendo desprovisto de cualquier atributo de
vida conforme se manifiestan en las formas superiores. En el vegetal toma forma
con capacidad de crecer, multiplicarse y sentir. En el animal siente, se mueve,
se propaga y posee memoria y rudimentos de la capacidad de pensar. Pero en el
hombre, además de todo eso, adquiere la personalidad y la capacidad de
contemplar, de expresarse y de crear. Es verdad que la creación del hombre en
comparación con la de Dios, es semejante a un castillo de naipes construido por
un niño, comparado con un magnífico templo o un elegante palacio construido por
un arquitecto formidable. No obstante, es una creación. Cada hombre llega a ser
un óvulo individual, en el que los más evolucionados encierran a los menos
evolucionados, y también a todos los óvulos animales, vegetales e inferiores
hasta el núcleo central. Mientras que el más evolucionado —el vencedor—
encierra a todos los óvulos humanos y subhumanos. El tamaño del óvulo que
encierra a cualquier hombre es medido por la amplitud de los horizontes
espacio-temporales de este hombre. Mientras que la conciencia del tiempo, de un
determinado hombre, no abarca más allá del corto período de tiempo que va desde
su infancia hasta el momento presente, y sus horizontes de espacio no abarcan
más allá de lo que sus ojos pueden alcanzar, los horizontes de otro, abarcan
pasados inmemoriales y futuros muy distantes y espacios todavía no alcanzados
por sus ojos. El alimento ofrecido a todos los hombres para su desarrollo es el
mismo; pero, sin embargo, es distinta su capacidad para alimentarse y digerir,
pues no han salido del mismo óvulo en el mismo momento y en el mismo lugar. De
ahí su diferencia en sus expansiones espacio-temporales; y en ello se encuentra
el motivo de que no existan dos hombres exactamente iguales. De la misma mesa,
tan rica y pródigamente puesta ante los hombres, uno se sacia con la pureza y
la belleza del oro hasta satisfacerse, mientras que otro come el propio oro y
está siempre hambriento. El cazador, tan pronto como ve un corzo, es impelido a
matarlo y comerlo. El poeta, al ver el mismo corzo, es transportado, como si
tuviese alas, a los espacios y tiempos jamás soñados por el cazador. Micayón,
viviendo en la misma Arca en que vive Shamadam, sueña con la libertad final y
con la cima de la montaña de la liberación de las cadenas del tiempo y el
espacio, mientras que Shamadam está constantemente atándose con los lazos, cada
vez más apretados y fuertes, del espacio y el tiempo. En realidad, Micayón y
Shamadam, aunque estén muy juntos, están muy lejos uno del otro. Micayón
contiene a Shamadam, sin embargo Shamadam no contiene a Micayón. Por eso
Micayón puede comprender a Shamadam, mientras que Shamadam no puede comprender
a Micayón. La vida de un vencedor está en contacto con la vida de todo hombre
por todos lados, pues contiene las vidas de todos los hombres. Mientras que la
vida de ningún hombre toca, por todos los lados, la vida de un vencedor. Al más
sencillo de los hombres, el vencedor da la imprensión de ser el más sencillo de
los hombres. El altamente evolucionado, le reconoce como altamente
evolucionado. Mas hay siempre aspectos del vencedor que solamente otro vencedor
puede percibir y comprender. Por eso, él es un solitario y se siente como quien
está en el mundo, pero no es de este mundo. El Micro-Dios no quiere permanecer
encerrado. Está siempre trabajando para su liberación de la prisión del tiempo
y del espacio, usando una inteligencia muy superior a la humana. En los seres
inferiores, los hombres la llaman instinto. En los hombres comunes, la llaman razón.
En los hombres superiores, la llaman sentido profético. Y es todo ello y mucho
más. Es aquel poder sin nombre al que algunos, muy adecuadamente, dieron el
nombre de Espíritu Santo y que Mirdad denomina el Espíritu de la Sagrada
Comprensión. El primer Hijo del Hombre que horadó la cascara del tiempo y
atravesó la frontera del espacio fue llamado, con mucha razón, el Hijo de Dios.
Su comprensión de la divinidad es denominada, adecuadamente, Espíritu Santo.
Podéis estar seguros de que también vosotros sois Hijos de Dios y de que
también el Espíritu Santo está intentando penetrar en vosotros. Trabajad con El
y jamás contra El. Mientras no hayáis horadado la cascara del tiempo y
atravesado la frontera del espacio, que nadie diga: «Yo soy Dios.» Antes diga: «Dios
es Yo.» Conservad bien esto en vuestras mentes para que el orgullo y la vana
imaginación no corrompan vuestros corazones y militen contra el trabajo del
Espíritu Santo dentro de vosotros, pues la mayor parte de los hombres trabaja
contra el Espíritu Santo, retrasando de este modo su liberación final. Para
conquistar el tiempo tendréis que combatir al tiempo con el tiempo. Para vencer
al espacio tendréis que dejar que el espacio devore al espacio. Convertirse en
amable anfitrión de cualquiera de ellos es permanecer prisionero de ambos y
rehén de la infinidad de travesuras del bien y del mal. Aquéllos que
descubrieron su destino y anhelan realizarlo no pierden tiempo mimando al
tiempo, ni pasos andando en el espacio. En la corta duración de una vida podrán
recorrer eones y aniquilar inmensas vastedades. No esperan que la muerte les
lleve a un óvulo próximo al suyo; confían en que la vida les auxiliará a
horadar la cascara de muchos óvulos de una sola vez. Por eso necesitáis estar
despegados de todo, para que el tiempo y el espacio no dominen vuestros
corazones. Cuanto más poseyereis, más seréis poseídos. Cuanto menos poseyereis,
menos seréis poseídos. Sí, careced de todo, excepto de vuestra Fe, de vuestro
Amor, y de vuestro anhelo de liberación por medio de la Sagrada Comprensión.
TE ATA (El Amanecer)
En el silencio de esta noche, Mirdad iluminará con fulgores vuestro
camino hacia Dios: Evitad las discusiones. La verdad es un axioma que no
necesita ser demostrado. Todo lo que necesita ser sustentado con argumentos y
pruebas, más tarde o más temprano, será demolido con pruebas y argumentos.
Demostrar algo es negar su opuesto. Demostrar lo opuesto es negar lo que había
sido afirmado. Dios no tiene opuestos. ¿Cómo podríais demostrar su existencia o
negarla? Para ser instrumento de la Verdad, la lengua no debe ser jamás mayal,
garfio, veleta, acróbata o barrendero. Hablad para aliviar al que está sin
habla. Callad para aliviaros. Las palabras son barcos que navegan por los mares
del espacio y atracan en muchos puertos. Tened cuidado con qué los cargáis;
pues habiendo seguido su curso, terminarán por descargar su carga en vuestro
puerta. Lo que la escoba es para la casa, la búsqueda de sí mismo lo es para el
corazón. Barred bien vuestros corazones. Un corazón bien barrido es una
fortaleza inexpugnable. Tal como vosotros os alimentéis de los hombres y de las
cosas, así ellos y ellas se alimentarán de vosotros. Sed alimento saludable
para el prójimo, si no queréis ser envenenados. Si dudaseis sobre el próximo
paso que debéis dar, permaneced quietos. Vosotros sois desagradables a las
cosas que os desagradan. Apreciadlas y dejadlas en paz, apartando así un
obstáculo de vuestro camino. La más insoportable molestia es considerar algo
como molesto. Escoged entre estas dos cosas: poseer todo o no poseer
absolutamente nada. Ningún término medio es posible. Toda piedra de tropiezo es
un aviso. Leed cuidadosamente la advertencia y la piedra se transformará en un
faro. Lo recto es hermano de lo torcido. Lo primero es un atajo, lo segundo es
un camino indirecto. Tened paciencia con lo tortuoso. La paciencia es salud
cuando se apoya en la Fe. Guando no está acompañada de la Fe, es parálisis.
Ser, sentir, pensar, imaginar, saber, es el orden de las principales etapas en
el circuito de la vida humana. Cuidaos de elogiar o de recibir elogios, aunque
sean sinceros y merecidos. En cuanto a la lisonja, sed sordos y mudos a sus
pérfidas promesas. Tomáis prestado todo cuanto dais, cuando sois conscientes de
estar dando. En realidad, no podéis dar nada que sea vuestro. Sólo podéis dar a
los hombres aquello de lo que sois depositarios para ellos. Aquello que en
verdad es vuestro —que es exclusivamente vuestro— no lo podríais dar aunque
quisieseis. Conservaos equilibrados y seréis el patrón y la balanza para que
los hombres se midan y se pesen a sí mismos. No hay pobreza ni riqueza. Existe
la habilidad de usar las cosas. Realmente pobre es aquél que usa mal lo que
tiene, rico quien usa bien lo que posee. Incluso un mendrugo de pan enmohecido
puede ser una riqueza incalculable. Como asimismo un granero rebosante de oro,
puede ser una irremediable pobreza. Cuando convergen muchos caminos no dudéis
sobre el que habéis de tomar. Para el corazón que busca a Dios, todos los
caminos conducen a El. Aproximaos reverentemente a todas las formas de vida. En
la más insignificante de ellas, está escondida la llave de la más
significativa. Todas las formas de vida son significativas. Sí, maravillosas,
incomparables e inimitables. La vida no se ocupa de niñerías inútiles. Para
salir de los talleres de la naturaleza, la obra necesita ser merecedora del
amoroso cuidado de la naturaleza y del más meticuloso arte. ¿No será, también,
merecedora de vuestro respeto? Si los mosquitos y las hormigas merecen respeto,
¿qué decir de nuestros semejantes? No despreciéis a nadie. Es mejor ser
despreciado por todos los hombres que despreciar a uno sólo de ellos.
Despreciar a un hombre es despreciar al Micro-Dios que hay en él. Y despreciar
al Micro-Dios en cualquier hombre, es despreciarle en vosotros mismos. ¿Cómo
podría alguien llegar a su puerto seguro, si menosprecia al único piloto que le
podría conducir a ese puerto? Mirad hacia arriba para poder ver lo que está
debajo. Mirad hacia abajo, para que podáis ver lo que está arriba. Descended
todo cuanto hayáis subido; en caso contrario, perderéis el equilibrio. Hoy sois
alumnos; mañana seréis maestros. Para ser buenos maestros tenéis que ser buenos
alumnos. No debéis intentar eliminar el mal del mundo; pues incluso la hierba
dañina sirve de buen abono. El entusiasmo mal aplicado, a menudo mata al
entusiasta. No solamente los árboles altos y frondosos componen el bosque. Es
necesario que también haya algunos arbustos y trepadoras. La hipocresía puede
ser conservada encubierta durante algún tiempo, pero no para siempre; ni
tampoco puede ser destruida o exterminada. Las pasiones oscuras se generan y
prosperan en las tinieblas. Colocadlas a la luz, y su generación disminuirá. Si
de entre mil hipócritas consiguieseis llevar a uno sólo a la sencilla
honestidad, en verdad os digo que grande habría sido vuestro éxito. Poned un
faro en lo alto y no vayáis llamando a los hombres para que lo vean. Aquéllos
que necesiten luz no precisarán que les invitéis a ello. La sabiduría es una
carga para el semi-sabio, del mismo modo que la tontería lo es para el tonto.
Ayudad al semi-sabio a cargar su carga y dejad de lado al tonto; el semi-sabio
podrá enseñarle mejor que vosotros. Muchas veces hallaréis que vuestro camino
es intransitable, sombrío y solitario. Sed perseverantes y continuad
afanosamente recorriéndolo; al girar en cada recodo encontraréis un nuevo
compañero. Ningún camino del espacio inviolado está aún inexplorado. Cuando las
huellas son escasas y distantes unas de otras, el camino es seguro y recto,
aunque rudo y solitario en algunos trechos. Los guías pueden mostrar el camino
a aquéllos a quienes debe ser mostrado, pero no les pueden obligar a
recorrerlo. Acordaos de que sois guías. Para guiar bien, se necesita estar bien
guiado. Confiad en vuestro guía. Muchos os dirán: «Mostradnos el camino.» Muy
pocos, poquísimos, os dirán: «Por favor, guiadnos por el camino.» En el camino
de la Realización, esos pocos valen más que los otros muchos. Arrastraos donde
no podáis andar. Andad donde no podáis correr. Corred donde no podáis volar.
Volad donde no podáis hacer parar todo el universo dentro de vosotros.
Levantad, no sólo una vez, ni dos, ni cien, al hombre que tropieza cuando
intenta seguir vuestra orientación. Continuad levantándole hasta que ya no
tropiece más, recordando que también vosotros fuisteis criaturas. Ungid
vuestros corazones y vuestras mentes con el perdón, para que podáis tener
sueños ungidos. La vida es una fiebre de intensidad variable y de diversas
especies, según la obsesión de cada hombre; y los hombres están siempre
delirando. Bienaventurados los que deliran con la Sagrada Libertad que es el
fruto de la Sagrada Comprensión. Las fiebres del hombre son transmutables. La
fiebre por la guerra puede ser transmutada en fiebre por la paz; la fiebre por
acumular riqueza, puede ser transmutada en fiebre por acumular amor. Esa es la
alquimia del Espíritu, que sois llamados a practicar y enseñar. Pedid vida para
el que esté muriendo; y para el que esté viviendo pedid muerte. Mas para aquél que
anhela la Realización, rogad que se libere de ambas. Grande es la diferencia
entre «poseer» y «ser poseído». Poseéis solamente aquello que amáis. Aquello
que odiáis os posee. Evitad ser poseídos. Más de una Tierra recorre su órbita
por los vacíos del tiempo y del espacio. La vuestra es la más joven de la
familia. ¡Y qué criatura tan robusta! Un movimiento estacionario, ¡qué
paradoja! Sin embargo, tal es el movimiento de los mundos en Dios. Mirad los
dedos de vuestras manos si queréis saber cómo las cosas diferentes pueden ser
iguales. El azar es el juguete de los sabios... los tontos son el juguete del
azar. Nunca os quejéis de nada. Quejarse de algo es transformarlo en castigo
del que se queja. Soportarlo bien es castigarlo bien. Pero comprenderlo es convertirlo
en un siervo fiel. Muchas veces sucede que el cazador, al apuntar a una corza,
dispara y yerra, matando a una liebre cuya presencia no había notado. El
cazador hábil dirá en ese caso: «Era realmente a la liebre a lo que había
apuntado, y no a la corza. Y obtuve mi pieza.» Apuntad bien y cualquier
resultado será un buen resultado. Lo que llega a vosotros es vuestro. Lo que se
demora en llegar no merece la pena de ser esperado. Dejad que lo que se demora,
espere. Jamás erraréis un objetivo si aquello a lo que apuntáis os apunta. Un
objetivo que se yerra es siempre un objetivo alcanzado. Haced que vuestros
corazones estén a prueba de decepciones. Las decepciones son aves de rapiña
empolladas por corazones débiles, criadas con la carroña de sus abortadas
esperanzas. Una esperanza que se realiza se transforma en madre de muchas
esperanzas abortadas. ¡Cuidado! No concertéis el matrimonio de vuestros
corazones con la esperanza, si no queréis que ellos se transformen en
cementerios. Una de cada cien huevas desovadas por un pez puede dar fruto. Sin
embargo, las otras noventa y nueve no se desperdician. La naturaleza se muestra
así, tan pródiga y tan discriminadamente indiscriminada. Sed igualmente
pródigos y discriminadamente indiscriminados al sembrar vuestros corazones y
vuestras mentes en los corazones y mentes de los hombres. No esperéis
recompensa alguna por el trabajo hecho. El propio trabajo es recompensa
suficiente para el trabajador que ama su trabajo. Recordad la Palabra Creadora
y el Equilibrio Perfecto. Cuando hayáis alcanzado ese Equilibrio por medio de
la Sagrada Comprensión, sólo entonces os habréis vuelto vencedores y vuestras
manos colaborarán con las manos de Dios. Puedan la paz y el silencio de esta
noche vibrar en vosotros hasta que los sumerjáis en la paz y el silencio de la
Sagrada Comprensión. Así enseñé a Noé. Así os enseño a vosotros.
https://www.youtube.com/watch?v=E-2ztm-0qls&t=22s
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