La recomposición de la estructura ontológica
GABOR MATÉ ontológico : En Estados Unidos, la sociedad más rica de la
historia, la mitad de los ciudadanos padecen un trastorno crónico como presión
arterial alta o diabetes. La ansiedad entre los jóvenes está aumentando
rápidamente. Los casos de asma y las enfermedades autoinmunes se están
incrementando, al igual que las adicciones. La depresión está en aumento. El
suicidio juvenil está en aumento. No todo está bien.
JAMES: Empecé
con la heroína a los 26 años. Eso es lo que realmente me destruyó. Pero me
quita el dolor.
SIN IDENTIFICAR: Es
fácil querer escapar de la realidad por completo, en lugar de enfrentarla.
GABOR MATÉ ontológico : Entonces, la pregunta es: ¿Podemos ser seres
humanos dentro de esta civilización? Porque lo que llamamos civilización
requiere la negación de las necesidades humanas.
PRESENTADORA: Démosle
la bienvenida al Dr. Ontológico Gabor
Maté.
GABOR MATÉ ontológico : Todo ser humano tiene un yo verdadero, genuino y
auténtico, he aquí el ser. El trauma es la desconexión con ese yo y sanar
significa reconectarse con el mismo, con su ser . ¿Por qué nos desconectamos?
Porque ser nosotros mismos es demasiado doloroso.
RUSSELL BRAND: Eres un poco como Neo en la película The Matrix,
cuando él ve que todo está hecho de números. Miras a la gente y ves todos sus
traumas y daños.
GABOR MATÉ ontológico: Lo que yo veo es esto 1→←1 y esto
produce esto 0 0 El
trauma no viene de las cosas malas que te pasan, sino de lo que sucede dentro
de ti como resultado de lo que te pasa. Y lo que nos pasa es una muerte
espiritual, eso es lo que pasa en el fondo, nuestro espíritu transfiere nuestro
ser, y el ser se transfiere al no ser, teniendo el devenir, cuando un ser se
enfrenta a otro ser hay un conflicto y
si ninguno sede surge una desintegración o cuando un no ser esta con un no ser
no hay transferencia, hay indiferencia y sufrimos la muerte espiritual.
GABOR MATÉ ontológico: ¿Con quién hablabas sobre tu dolor?
ALICIA: Con
nadie.
GABOR MATÉ ontológico : Sí, ese es el trauma, la muerte espiritual . En
otras palabras, para cuando tenías 5 años ya estabas completamente sola
desintegrada. La gente ahora está mucho más sola y aislada de lo que solía
estar estamos en el tiempo del espíritu desintegrado. Eso literalmente causa
inflamación en el cuerpo y suprime el sistema inmunitario. Te han diagnosticado
un cáncer de próstata.
TIM McCARTHY: Correcto.
GABOR MATÉ ontológico : En mi opinión, a las personas que desarrollan
cáncer es porque han internalizado una contra transferencia un conflicto y
entonces su cuerpo se altera.
RUSSELL BRAND: Hillary Clinton contra Donald Trump. Eran dos
personas traumatizadas luchando por gobernar un mundo traumatizado.
GABOR MATÉ ontológico : Eso es exactamente a lo que me refiero. Y estas
son las personas a quienes nuestra sociedad premia con el poder. Nuestras
escuelas están llenas de niños con dificultades de aprendizaje y problemas de
salud mental causados por el trauma, pero el profesor promedio no recibe una
sola clase sobre el trauma y mucho menos comprende la estructura del ser. Y
esta es muy clara tenemos el ser representado por 1 este se transfiere al pensar representado por
0 y tenemos el logos representado por 1 otra vez porque el ser quiere ser
revelado con su belleza, bondad, unidad, verdad. Superpuesta a esta estructura
tenemos la otra la del no ser he aquí el 0 que representa ahora mi voluntad de
poder, el 1 que representa mi deseo y el 0 que representa al no ser que se
llena de mundo de representaciones así tenemos 1→0→1 y 0→1→0, estas dos
estructuras son complementarias el resein o ser redimido y el dasein o ser
existente que es un ser en el mundo, proyectado y perdido en él. Todo nuestro
mundo se basa en nuestro ego, nuestra voluntad de poder proyectada, luchando con
otros egos por afirmarse. ¿Pero afirmarse en qué? En el vacío, en la banalidad
del mal, se necesita pasar a un resein,
encontrarte con el ser, que no es otra cosa que Dios, porque en él está
la belleza, la bondad, la verdad, la unidad y el ser y él no ser integrados. Necesitamos que el ser
fluya y se integre Si tuviéramos una
sociedad donde el biotejido del ser se recomponga tendríamos una sociedad mucho más compasiva en
comunión
TESSA ROSE: Ya no siento que soy una mala persona. Hola, ¿cómo
están?
DUANE: ¿Cómo
estás?
GABOR MATÉ ontológico: Sí, yo solo quiero que la gente vea la verdad. Las
personas generan soluciones cuando se enfrentan a la verdad, cuando no tienen
miedo de la verdad.
. AMY GOODMAN: ¿Y Cuál es la verdad?
GABOR MATÉ ontológico: La pandemia nos mostró de verdad lo tóxica que ha
sido nuestra idea de normalidad, porque nos enseñó la necesidad desesperada que
todos tenemos de una conexión humana. Pero esto sucede en una cultura que ha
estado aislando y atomizando a las personas durante mucho tiempo, en la que la
soledad ha sido una epidemia durante décadas. Y nos mostró los efectos nocivos
del racismo y la desigualdad, porque las personas que tenían el mayor riesgo de
verse afectadas por la COVID-19 eran las de un
estrato social bajo y las comunidades de color. La normalidad que teníamos
antes de la pandemia, en mi opinión, ya era una normalidad tóxica. No queremos
volver a ella porque, y yo argumento esto en mi libro, lo que consideramos
normal en esta sociedad en realidad no es natural o saludable, y, de hecho, es
causa de muchas patologías humanas, tanto mentales como físicas. En realidad,
las patologías de las personas, lo que llamamos anormalidades, sean
enfermedades mentales o físicas, son respuestas normales a una cultura anormal.
NERMEEN SHAIKH: Dr. Gabor Maté, usted dice en su libro que no hay
diferencias claras entre lo normal y lo anormal. ¿Podría explicar a qué se
refiere con eso y cómo entiende el espectro que abarca todo esto?
GABOR MATÉ: La
clave aquí es el trauma. El trauma es una muerte espiritual que las personas soportan. Y a lo que me
refiero es que en esta sociedad, la mayoría de nosotros, debido a la naturaleza
de nuestra cultura, a la forma en que criamos a los niños, a la forma en que
tenemos que relacionarnos entre nosotros, los valores mismos de la sociedad son
traumatizantes para muchas personas. Así que es falso decir que algunas
personas son normales y otras son anormales. De hecho, todos estamos en un
espectro de heridas, que tiene un gran impacto en nuestras relaciones
interpersonales y en nuestra salud. Teniendo esta descomposición en nuestra
estructura ontológica formada por nuestros padres, porque cuando necesitamos la
transferencia de su amor no estuvieron y entonces nos desintegramos y cuando estuvieron entramos en conflicto
desintegrándonos así no tenemos contacto con nuestro ser
0 0 ←1 y el mundo habla en nosotros, porque no
podemos pensar tanta información y nuestro deseo es manejado por el mundo 1 ←1←1 creándonos un yo y estas estructura de
nuestro ser y nuestro yo dominadas por el mundo nos desintegran, no nos dejan
ser
(Ser)
0 (pensamiento) 0 ←(palabra)1 ← (VP ego)1 ←(deseo)1←(no ser)1
NERMEEN SHAIKH: Dr. Gabor Maté ontológico, en su libro usted dice
que el término “trauma” proviene del griego…
GABOR MATÉ ontológico: Sí.
NERMEEN SHAIKH: …pero ha pasado a significar algo muy diferente.
Es decir, en el griego el término se refiere a una lesión o herida física. Pero
en psiquiatría, en la obra de Freud, en el psicoanálisis y en la literatura
médica en general, ahora se entiende el trauma como una herida en la mente.
GABOR MATÉ ontológico: Es una muerte espiritual en todo nuestro ser: Cuerpo,
mente y en el alma. Y el trauma no es lo que nos pasa. La gente, cuando piensa
en el trauma, por lo general piensa en eventos catastróficos, como un tsunami,
una guerra, la muerte de un padre o una madre o el abuso sexual, físico o
emocional de un menor. Estos eventos son traumáticos, pero no son el trauma. El
trauma es la muerte espiritual que
sufrimos. Y nuestros muertes espirituales tienen impactos de por vida. En mi práctica
encontré que ese trauma, esta muerte, es la base de lo que llamamos enfermedad, ya sea una
enfermedad autoinmune o un cáncer o cualquiera de los diversos trastornos de la
salud mental. En nuestra sociedad la muerte espirituale s la norma puede decir
sin temor a equivocarme que somos Zombies y es más bien iluso creer que algunas personas
tienen traumas y otras no. Creo que hay un espectro del trauma que atraviesa
todos los niveles y todos los segmentos de la sociedad. Naturalmente, el mayor
peso aparentemente recae sobre
determinados sectores: personas de color, personas con identidades de género
que no son plenamente aceptadas por la sociedad, personas en condiciones de
desigualdad económica que sufren más debido a la desigualdad. Pero es posible
en estas comunidades marginadas lograr el resein la redención del ser, mientras
que en las clases altas teniendo amplio poder para la proyección en el mundo,
la gente queda desintegrada en el mundo siendo una dasman un uno más del
monton. Así que la muerte espiritual es
la base en nuestra cultura global.
AMY GOODMAN: Gabor, me preguntaba si podría hablar sobre su
propia experiencia con la muerte espiritual
y cómo eso lo formó, desde su infancia en la Hungría ocupada por los
nazis hasta ahora y en qué manera eso ha influido en su persona.
GABOR MATÉ ontologico: El primer capítulo del libro comienza con mi
llegada a casa en Vancouver, donde vivo, tras un viaje de conferencias. Yo
estaba de buen ánimo y muy satisfecho conmigo mismo porque fue un buen viaje,
mi charla fue bien recibida, y tuve un buen vuelo a casa. Y cuando llegué al
aeropuerto de Vancouver recibí un mensaje de mi esposa que decía: “Todavía no
he salido de casa. ¿Aún quieres que vaya?”. Mi estado de ánimo cambió de
repente. Todo se puso oscuro. Me enojé. Me ensimismé. Me puse triste. Y cuando
llegué a casa, apenas podía mirarla. ¿Qué fue lo que pasó en realidad? Lo que
sucedió fue que mi esposa, que es una artista, y como es típico en los
artistas, ella estaba en medio de un caudal creativo en su estudio y olvidó que
su marido estaba arribando al aeropuerto. Sin embargo, lo que se abrió en mí
fue la herida de un bebé de un año que fue abandonado por su madre, en realidad
en un intento por salvarme la vida, pero el significado que le di es que yo no
merecía ser amado, que no me querían. E incluso 71 años después, cuando esta
mujer en la que confío para que esté ahí para mí no aparece, resurgen las
heridas de un bebé de un año. Eso es a lo que mi amigo Peter Levine llama “la
tiranía del pasado”. Y así, estas heridas tempranas, en mi caso, la sensación
de abandono, pueden seguir manifestándose siete décadas después a raíz de un
incidente relativamente trivial. Y esa es una de las formas en que esas heridas
tempranas han resurgido. [El trauma] también se manifiesta en mi relación con
mi trabajo. Yo fui un médico adicto al trabajo durante muchas décadas. ¿Por qué
era adicto al trabajo? Porque el mensaje que entendí en mi infancia bajo la
ocupación nazi era que el mundo no me quería. Y si el mundo no te quiere, una
forma de lidiar con ello es convertirte en alguien importante, convertirte en
alguien que ayuda, convertirte en un médico, porque entonces la gente te va a
querer todo el tiempo. Pero eso es muy adictivo, porque sigues intentando
demostrarte a ti mismo algo que realmente no crees, que eres una persona
querida. Entonces, cuanta más gente me recompensaba, ya fuera financieramente o
con su atención o gratitud por mi trabajo médico, más lo necesitaba y me volvía
más dependiente de ello. Así que aparece de muchas formas. Estas heridas
tempranas te matan para siempre aparecen
de muchas maneras. Aparecen en nuestras relaciones, en nuestros matrimonios, en
la relación con nuestros hijos, en la relación con nuestro trabajo. Aparece en
la política, como hemos visto durante la pandemia. Estas heridas tempranas de
mi vida habían tenido grandes implicaciones, como sucede en la vida de muchas
personas porque quedas desintegrado ontológicamente 0 0 es decir no puedes
conectarte interiormente.
AMY GOODMAN: Hay algo que nos ha intrigado, porque usted dijo
que pensaba que su madre lo abandonó, pero ahora entiende que ella lo hacía
para salvarlo. ¿Puede explicar lo que pasó?
GABOR MATÉ ontológico : Yo tenía once meses. Mi madre era
una mujer judía de 24 años viviendo bajo la ocupación nazi, bajo un régimen
fascista brutalmente antisemita, en diciembre de 1944. Ella encontró refugio en
un hogar seguro manejado por la Embajada de Suiza, pero había 2.000 personas
viviendo en una casa con espacio para 100 personas. Las condiciones sanitarias eran
terribles. La comida era muy escasa. Yo estaba muy enfermo y mi madre pensó que
no sobreviviría. Así que salió a la calle y me entregó a una mujer cristiana,
una completa desconocida, y le pidió que me llevara con unos parientes que
vivían bajo condiciones relativamente más seguras. Su intención era simplemente
salvarme la vida. Y lo hizo. Pero para un bebé de once meses eso solo se podía
interpretar como abandono, porque yo no entendía las condiciones. Y, ¿a quién
se abandona?, a alguien que no es querido. Y yo desarrollé esta creencia fija:
“No soy amado. No soy querido”. En realidad no se requieren condiciones de
guerra y privación o un drama de esa índole para que los niños sientan que no
son deseados. En esta sociedad se les aconseja a muchos padres que no carguen a
sus hijos cuando están llorando. Eso es suficiente para darle al niño la
impresión de que no son queridos y no son aceptados. Y yo estaba bastante
traumatizado. Y el trauma no es que mi madre me dio a una persona extraña. El
trauma es el significado que le di, la herida interna, de que no soy amado ni
deseado, esto quiere decir que puedo ahora comprender y sanarme, no porque se
necesita de una estructura interna ontológica como de una estructura externa
ambas objetivas no solo subjetivas.
NERMEEN SHAIKH: Dr. Maté, volvamos precisamente a cómo usted
entiende, y cómo debemos entender, el hecho del trauma. En primer lugar, ¿puede
surgir un trauma de un solo episodio, o es algo que tiene que repetirse de
alguna forma, incluso si no es precisamente el mismo hecho? ¿Y hasta qué punto
el hecho de que no se puede conocer el trauma cuando realmente ocurre explica
que sus efectos perduren y, como usted dice, aparezcan décadas más tarde?
GABOR MATÉ: Bueno,
como su pregunta implica, el trauma puede ser inducido en las personas de
varias maneras. Podría ser un solo evento dramático: la muerte de uno de los
padres u otra gran pérdida en la vida, una terrible explosión. Así sucede a
veces. Y esos casos son relativamente fáciles de identificar, y luego, en
realidad, son más fáciles de tratar. Pero para mucha gente, es mucho más
insidioso y mucho más crónico que eso. Por ejemplo, ciertas prácticas de
crianza. Durante décadas, el Dr. Spock, que era una especie de gurú de la
crianza, aconsejó a los padres no ceder ante la tiranía del bebé, ante la
resistencia del bebé a dormir. Y lo que él llama la tiranía infantil es la
necesidad desesperada del bebé de ser cargado y abrazado por sus padres. Es
solo un rasgo que compartimos con todos los demás mamíferos. Trate de decirle a
un babuino que no cargue a su bebé o a una madre gata que no responda a los
llamados de angustia de su cría. Pero aquí en Norteamérica les hemos estado
diciendo a los padres durante décadas que ignoren el llanto de sus hijos o, por
ejemplo, cuando un niño está enojado, un niño de 2 años está enojado, que los
aíslen como penitencia, es decir, amenazarlos con la pérdida de la relación de
apego que necesitan desesperadamente. Esos eventos son igual de traumáticos a
largo plazo, pero son más difíciles de identificar porque parecen muy normales
y no parecen dramáticos. Pero se manifiestan más adelante en la vida en todo
tipo de patrones disfuncionales. Y es que el trauma es una muerte espiritual
que sufrimos al solo nacer y lo que necesitamos es una transferencia de mucho
amor, calor humano y divino.
NERMEEN SHAIKH: Dr. Maté, usted habla en su libro
sobre traumas no resueltos. Según los ejemplos que está dando ahora o, de
hecho, en el caso del trauma en sentido más general, pero si usted dice que el
trauma es una muerte espiritual con lo que se refiere al corte de la
transferencia de energía entre nosotros
y Dios , ¿qué tipo de prácticas pueden
llevar, si es que se puede, a la resolución de un trauma?
GABOR MATÉ: Ya
sea que hablemos sobre el trauma a nivel social, de lo cual hay que hablar, o
lo hagamos a nivel individual, que es como nos afecta a la mayoría, lo primero
que debe suceder es un reconocimiento de que la forma en que vivimos, o algún
aspecto de nuestras vidas, no está siendo la adecuada para nosotros y que hay
una causa para ello, la cual podemos identificar mediante una indagación
compasiva. Esto es un resein un volver al ser, entonces reflexiono me
miro. Y muy a menudo tiene que haber una
señal de alarma. La pandemia podría haber sido una señal de alarma para esta
cultura, pero no creo que hubiera funcionado de esa manera. Debió haber sido
así, pero no lo fue, por la naturaleza de esta sociedad en relación a la
transformación. En esta cultura la resistencia a la transformación social es
tan profunda que no creo que se hayan aprendido las lecciones que dejó la
pandemia, y tampoco serán puestas en práctica. A nivel individual es muy a
menudo una enfermedad, ya sea depresión, ansiedad, un diagnóstico psiquiátrico,
una ruptura amorosa o una enfermedad física, como una enfermedad autoinmune o
un tumor maligno, lo que actúa como señal de alarma. Así que tiene que haber
algún tipo de evento que cuando sucede nos dice: “Esto no está funcionando”.
Tenemos que entender por qué no está funcionando y superarlo. Y una vez que
recibamos esa señal de alarma… Una de mis intenciones en este libro es ayudar a
las personas a no llegar a ese punto terrible y dramático en que una enfermedad
importante les hace despertar. Pero una vez que llegamos al punto en el que se
puede despertar, entonces pasamos a indagar, pasamos al resin a lo que Platón
llamaba el voltear al mirada, mirar hacia dentro: ¿Qué impulsaba mis
comportamientos? ¿Por qué siempre estaba esforzándome de más en el trabajo como
si mi vida dependiera de ello? ¿Por qué era un adicto al trabajo y me estresaba
tanto? ¿Por qué era tan duro con mis hijos? ¿Qué es lo que me hace sentir tan
dolido cuando mi pareja no me recoge en el aeropuerto? Entonces, empezamos a
mirar lo que nos pasó en nuestras vidas y encontramos las respuestas en nuestra
historia. Luego no es cuestión de deshacerse de esos patrones. Sino de alterar
nuestro sistema y para esto debemos de conseguir esa otredad ese otro que no
está muerto espiritualmente y ese otro es Jesucristo y entonces logramos el
Espíritu absoluto porque renacemos espiritualmente, luego había que lograr el
espíritu revelado este súper hombre como lo pensaba Nietzsche es decir integrar
la estructura espiritual con la estructura anti espiritual o carnal y que una revela
a la otra para esto hay que hace arte, luego viene el espíritu subjetivo que
nace del trapaso del Espíritu absoluto con el anti espíritu absoluto y entonces
nos concebimos hacemos filosofía para luego proyectarnos al mundo objetivamente
con el espíritu objetivo y hacer ciencia para luego deconstruir toda religión ,
todo arte, toda filosofía, toda ciencia en el anti espíritu, sufriendo la
desintegración del Espíritu con el anti espíritu que es lo que sufrimos ahora
en el algoritmo para por fin poder integrar
al anti espíritu y el espíritu alterando y contra alterando los sistemas en una
biodramaturgia que nos lleve a la comunión pero lo primero es un resein en una indagación, lo que llamo una indagación
compasiva, para mirarnos a nosotros mismos con verdadera curiosidad: ¿Qué está
causando que yo viva de la forma en que estoy viviendo? ¿Y por qué esta
angustia, este vacío?
AMY GOODMAN: Durante la pandemia los hospitales reportaron un
aumento del 24% en emergencias de salud mental en niños…
GABOR MATÉ ontologico: Sí.
AMY GOODMAN: …de 5 a 11 años. El tema de la salud mental, en
general, es crucial en este punto. Usted también habla mucho de la soledad.
¿Puede empezar hablando sobre esta crisis de salud mental que para usted es
realmente una muerte espiritual, entre la población más joven y los crecientes
casos de suicidio?
GABOR MATÉ ontologico: Hace unas tres semanas The New York Times publicó
un artículo de portada en su edición dominical sobre una adolescente que estaba
tomando diez medicamentos psiquiátricos diferentes. ¿Puede imaginarlo? Diez
medicamentos psiquiátricos diferentes. Y ha habido artículos en The New Yorker
y en The New York Times en los últimos cuatro o cinco meses sobre el aumento en
la tasa de suicidios infantiles. Hay un gran incremento en el número de niños
que son diagnosticados con TDAH, trastorno por
déficit de atención e hiperactividad, así como con ansiedad, depresión,
autolesiones, comportamientos obsesivo-compulsivos, y otros trastornos. Podemos
hacer dos suposiciones: o esto obedece a un aumento accidental y totalmente
inexplicable en esa patología infantil, sin que exista absolutamente nada
específico que lo provoque, o podemos reconocer que vivimos en una cultura
tóxica que, por su propia naturaleza, afecta al desarrollo de los niños de
maneras tan poco saludables que estos presentan cada vez más desequilibrios
mentales y desesperación, hasta el punto que se están hiriendo a sí mismos e
incluso tratando de quitarse la vida. Así que tenemos que identificar esas
condiciones, no en la mente o el cerebro o la personalidad individual del niño
o joven; sino que tenemos que buscarlas dentro de las transferencias
espirituales en las relaciones sociales
que llevan a los niños en esa dirección. Desafortunadamente, cuando se habla
sobre ello públicamente, solo se hace referencia a la patología y a cómo
tratarla y no a las causas sociales o culturales que tiene su raíz en la muerte
espiritual causada y retroalimenta por la ruptura del biotejido espiritual
delque todos somos parte, llevando a los
niños a tomar esos caminos desesperados.
AMY GOODMAN: ¿Puede hablar de eso y cómo no solo este país,
sino todo el mundo puede sanar, centrándose especialmente en la juventud?
GABOR MATÉ: Bueno,
tenemos que empezar justo al principio. Y el principio está en la relación
sexual que en nuestro mundo ha dejado de ser una relación espiritual y entonces
transferimos vacío, no ser, porque no comprendemos que la relación sexual es
una relación espiritual siempre, creemos que la información genética simplemente
surge y aun nuestra epigenética no pone
en la ecuación al espíritu porque nuestra ciencia carece de una metafísica
consciente y no razona que toda información , energía y materia está siempre
transferida espiritualmente, resultado sexo es un juego de dominación y placer
de egos vacíos, si en cambio las parejas se unieran espiritualmente luego
criarían con amor a sus hijos pero ahora prefieren abortarlos, los niños no
nacen de la integración sino de la desintegración ¿Quién los escuchara llorar si ni siquiera
los desearon? ¿Acaso creen que ellos no se dan cuenta? Luego viene la formación en el útero. Sabemos por múltiples estudios —ni
siquiera controvertidos— que cuanto más estrés sufran las mujeres embarazadas,
mayor será el impacto, incluso décadas después, sobre el bienestar del bebé.
Entonces, ¿cómo estamos cuidando a las mujeres embarazadas? El médico medio… Yo
recibí formación médica. Hasta el día de hoy, el médico medio, cuando recibe
capacitación en la atención prenatal, no está siendo capacitado para preguntar
por el estado emocional de la mujer. No están capacitados para preguntar:
“¿Cómo estás? ¿Qué tal va tu relación? ¿Qué tal va tu estrés laboral? ¿Qué
podemos hacer para apoyarte?”. Solo cuidamos el cuerpo y separamos la mente del
cuerpo y el espíritu ni se menciona. Sabemos que el estrés de la mujer puede
estar teniendo ya un impacto en el bebé. Luego están nuestras prácticas de
parto. En Norteamérica, la tasa de partos por cesárea se está acercando al 40%.
La obstetricia moderna es milagrosa en su capacidad de salvar vidas, y se debe
aplicar en entre el 10% y el 15% de los casos en beneficio del niño o la madre.
Pero una tasa de cesáreas del 40% y la mecanización del nacimiento… El
nacimiento natural, tal y como ha evolucionado por naturaleza, fue diseñado
para producir una experiencia de unión entre la madre y el bebé, incluida la
liberación de sustancias químicas que unirán a la madre y al bebé de por vida.
Cuando medicalizamos el nacimiento, interferimos en él. Lo mecanizamos y creamos
miedo a su alrededor. En realidad estamos interfiriendo en el vínculo
madre-hijo, a través del cual el infante se desarrolla de manera saludable.
Luego, en Estados Unidos, el 25% de las mujeres tienen que volver a trabajar en
un plazo de dos semanas tras dar a luz. La naturaleza hubiera hecho que esa
madre estuviera con el infante un mínimo de nueve meses, y por lo general más
tiempo, si lo vemos desde una perspectiva histórica. Que el 25% de las mujeres
tengan que volver a trabajar por razones económicas, por falta de apoyo social,
equivale a un abandono masivo de lactantes, porque así es como los bebés lo
experimentan. Esa es la única manera en la que pueden interpretarlo, así como
yo interpreté como un abandono el hecho de que mi madre me entregara a una
persona extraña. Luego están las prácticas de crianza, algo que ya he
mencionado. El no coger en brazos a los bebés cuando están llorando; padres tan
estresados que su estrés es absorbido por el bebé; el hecho de que la angustia
de los padres por motivos económicos, raciales, sociales, o derivados de sus
relaciones y sus propios traumas no resueltos sean absorbidos por los bebés.
Luego están las prácticas de crianza centradas en tratar de controlar el
comportamiento del niño sin intentar de ninguna manera satisfacer las
necesidades del niño. El ser humano nace con ciertas necesidades de aceptación
amorosa incondicional, de ser abrazado, de tener capacidad de experimentar
todas sus emociones con el apoyo paterno y materno. En esta sociedad, esas
necesidades se niegan una y otra vez. Y la mayoría de nuestros niños pasan la
mayor parte de su tiempo lejos de sus padres y madres, así que pierden la
conexión con ellos. Esto es la ruptura del biotejido espiritual ¿Nos estamos
parando a pensar en que los circuitos cerebrales de ansiedad y pánico del niño
están siendo activados y extrasobreactivados? Estas son las consecuencias
naturales de una cultura antinatural.
AMY GOODMAN: Dr. Gabor Maté ontológico, aclamado médico
canadiense y coautor, con su hijo Daniel, del nuevo libro “El mito de la
normalidad: trauma, enfermedad y curación en una cultura tóxica” está siendo alterado en su discurso psando de lo
psicológico a lo ontológico espiritual .
Volvemos en 30 segundos. [Pausa]
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el
informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Continuamos
nuestra conversación con el Dr. Gabor Maté, ontológico aclamado médico y escritor canadiense.
Hablamos de su nuevo libro, “El mito de la normalidad: trauma, enfermedad y
curación en una cultura tóxica desde una alteración ontologica”
NERMEEN SHAIKH: Dr. Maté, ¿podría ahondar en lo
que estaba diciendo sobre la relación y los efectos del trauma individual y el
trauma social? Usted dijo en una entrevista reciente: “Ser abandonado con un
anhelo vacío e insaciable crea adicción a nivel personal y capitalismo a nivel
social”. Y ambos son considerados mecanismos de afrontamiento para lidiar con
experiencias traumáticas. ¿Podría explicar a qué se refiere?.
GABOR MATÉ ontologico: Déjeme darle… Responderé a esa pregunta, pero
permítanme darles primero un ejemplo más simple de trauma social y enfermedad.
Se ha demostrado que cuantas más experiencias de racismo tenga que aguantar una
mujer negra de EE.UU., mayor es su riesgo de padecer asma. En otras palabras,
la constricción y la inflamación de sus vías respiratorias son el producto
fisiológico de un malestar social. Entonces, ¿quién sufre esa patología? ¿La
sociedad o el individuo? ¿Podemos siquiera hacer una separación de ambos?
Sabemos que al analizar los marcadores del envejecimiento, los diversos
marcadores biológicos del envejecimiento, estos están mucho más avanzados en
personas negras que en personas caucásicas de la misma edad, simplemente por el
racismo, el estrés social y el trauma trasladado a la fisiología del individuo.
No se puede separar la mente del cuerpo. Y no se puede separar el individuo del
medio ambiente. Y es que toda separación es una ruptura en el biotejido ontológico,
en simples palabras cuando dejamos de amar de transferir nuestro ser morimos
espiritualmente, En Canadá, donde vivo, una mujer indígena… Por
cierto, antes de la colonización, los pueblos indígenas no sufrían enfermedades
autoinmunes. Hoy en día, una mujer indígena de Canadá tiene seis veces más
riesgo de padecer artritis reumatoide. Y la situación es la misma en EE.UU.,
dicho sea de paso. Las enfermedades autoinmunes afectan especialmente a mujeres,
y especialmente mujeres de color, en tasas mucho más altas. Estas razones no
tienen nada que ver con la genética y mucho que ver con el trauma social. El
vacío del que usted hablaba, en una sociedad que te dice que no eres
suficiente, que no eres lo suficientemente bueno, que tu aspecto no es lo
suficientemente bueno, que no tienes lo suficiente, que no posees lo
suficiente, que no has alcanzado lo suficiente, creando esta sensación de
vacío, [ese vacío] es el combustible que hace funcionar la sociedad de consumo,
en la que nunca tienes lo suficiente. Siempre tienes que tener más y más.
Tienes que conseguir más y más, obtener más y más. Así que, básicamente, es una
cultura altamente adictiva que se alimenta de las adicciones de la gente para
impulsar sus ganancias. Y lo hace deliberadamente. Cuando se trata de la
industria alimentaria, por ejemplo, probablemente recuerden un libro de hace
unos años llamado “Sal, azúcar y grasa”, que explica cómo las empresas
alimentarias intencionadamente tratan de identificar, usando técnicas sofisticadas
de neurociencia, el punto dulce, el punto de felicidad, la combinación exacta
de sal, azúcar y grasa en tu comida chatarra que haga que la gente se vuelva
adicta. Al igual que las empresas digitales usan lo que se llama
“neuromarketing” para tratar de encontrar cuál es la mejor manera de excitar
los circuitos cerebrales del consumidor para que se vuelva más adicto con el
fin de mantenerlo enganchado a sus productos. Lo que estamos viendo aquí es la
ingeniería de masas de la adicción. Y no estamos hablando de teorías de la
conspiración. Esta es la realidad. Así es como funciona. Por supuesto, desde el
punto de vista de maximizar las ganancias, funciona, porque la gente compra la
comida chatarra que va a matarlos o a hacerlos enfermar. Pero a estas empresas
no les importa. No es que estén tratando de matarte, como digo en uno de los
capítulos de mi libro, simplemente no les importa si mueres, porque lo que
realmente les importa son las ganancias. Así que esta sociedad funciona a costa
de que la gente tenga esa sensación de vacío deficiente, que hace que las
personas piensen que tener más y más es lo que necesitan para llenar ese
agujero que tienen dentro. El capitalismo requiere asesinar espiritualmente
para funcionar, el amor al dinero es el principio de todos los males y es que
el amor al dinero no es amor, sino desamor explotado al máximo.
AMY GOODMAN: Dr. Gabor Maté, parte de la fuerza de su
libro, “El mito de la normalidad”, son los ejemplos que usa sobre personas en
particular, especialmente mujeres, que están enfermas o padecen una enfermedad
crónica. Personas como V, anteriormente conocida como Eve Ensler, sobre la cual
tiene toda una sección. ¿Puede hablar sobre cómo encaja ella en esta idea de la
curación del trauma? Denos algunos ejemplos de casos de estudio.
GABOR MATÉ: Bueno, V, en su impresionante libro, del
cual creo que han hablado en su programa, titulado “En el cuerpo del mundo”,
describe cómo estuvo a punto de morir y luego su recuperación de la etapa 3 y 4
de cáncer uterino, y ella se pregunta en algún momento: “¿Tengo cáncer de
violación?”. Porque su historia es que ella sufrió de forma crónica, abusos
sexuales, físicos y emocionales durante años por parte de su padre. Ahora,
sabemos por múltiples estudios que cuanto más trauma y cuantos más abusos
sufriste en tu infancia, mayor es el riesgo de padecer una enfermedad
autoinmune o una malignidad más adelante. Entonces, por ejemplo, las jóvenes
que han sufrido abusos sexuales tienen una tasa mucho más alta de
endometriosis, que es un factor de riesgo para el cáncer uterino. También
sabemos, por un estudio reciente de Harvard, que cuantos más síntomas de
trastorno de estrés postraumático sufra una mujer, mayor es su riesgo de cáncer
de ovario. Entonces, cuando Eve se pregunta, “¿Tengo cáncer de violación?”, la
respuesta es en gran medida: Sí, tiene cáncer de violación. Y después ella pasó
por este increíble proceso de curación, que implicó los mejores servicios
médicos, que aunque no siempre se realizan de la mejor manera, ciertamente son
logros asombrosos de la medicina moderna, y eso realmente ayudó a salvar su
vida. Pero Eva también se sometió a una transformación personal. Lo que pasa es
que cuando estás traumatizado, y V habla de esto, te desconectas de tu cuerpo.
Te desconectas de tu cuerpo porque cuando eres una niña y tu padre abusa de ti
es demasiado doloroso estar en tu propio cuerpo, así que te desconectas. Y de
repente, V tiene esta importante cirugía, y se despierta con todo tipo de
ganglios linfáticos y órganos removidos de su cuerpo y tubos que entran y salen
de su cuerpo, pero está de nuevo conectada con su cuerpo. Y ella encuentra esto
estimulante. Así que esa pérdida de conexión con el cuerpo es uno de los
aspectos del trauma. La reconexión que ocurrió en el caso de V, no solo por la
atención médica que obtuvo, sino debido al poderoso apoyo emocional y
espiritual que recibió y al que se abrió, ocasionó una transformación completa
de su personalidad y de su relación consigo misma. La otra cosa que V hizo es
que se convirtió en una poderosa activista. Y ese compromiso social, que la
conecta con otras personas y ha dado un significado muy profundo a su vida y su
actividad, también es una poderosa forma de curación. Y hablo de eso en el
libro. V es un ejemplo muy noble e inspirador de eso. En el libro doy muchos
ejemplos de personas que se enfrentan a diagnósticos graves, que la medicina
occidental considera casos perdidos, pero logran una transformación poderosa en
su relación consigo mismos. Recuperan esa conexión consigo mismos que perdieron
como resultado de un trauma. Y al recuperar esa conexión, su enfermedad toma
una trayectoria muy sorprendente, a veces milagrosa. En el libro hablo de
mujeres con artritis reumatoide o esclerosis múltiple a las que se les dice que
van a padecer esa enfermedad por el resto de sus vidas, y que es una enfermedad
física y no hay nada que se pueda hacer. Cuando se dan cuenta de que tanto la
artritis reumatoide como la esclerosis múltiple tienen que ver con el trauma y
el estrés, algo que, por cierto, ha sido probado en todo tipo de
investigaciones y a su vez completamente ignorado en la práctica médica, pero
cuando se dan cuenta de que la forma en que viven sus vidas… que la enfermedad
no es algo accidental, sino una manifestación de cómo viven sus vidas, marcadas
por su trauma no resuelto. Así que cuando lidian con ese trauma y desarrollan
una forma diferente de relacionarse con ellos mismos, de repente la gravedad de
la enfermedad se reduce, como es de esperar cuando te das cuenta de que la
mente y el cuerpo son inseparables. Y por cierto, no soy el único que escribe
sobre esto. Ha habido investigadores de Harvard y otros lugares que han
documentado casos similares. La idea que todos tratamos de exponer es que la
mente y el cuerpo y el alma son inseparables porque son parte de un espíritu
del que todos somos parte en el biotejido. El individuo es inseparable del
medio ambiente, así que cuando miras a la persona como un todo en todo su
entorno y en todo su contexto, entiendes que tenemos disponibles poderosos
modos de curación que la medicina occidental, desafortunadamente, parece
desconocer.
.
NERMEEN SHAIKH: Dr.
Maté, quisiera que hablara también sobre otro aspecto, otra forma en que la
sociedad puede exacerbar un trauma individual. En su libro usted critica esta
idea de que las personas deben simplemente superar sus traumas, esta idea de
resiliencia. ¿Cuáles son los efectos de ese modo de abordar el trauma? Y si
pudiera enlazarlo también con lo que acaba de decir sobre la forma en que el
sistema médico y la medicina occidental entienden la cuestión de las heridas
psíquicas?
GABOR MATÉ: El
estudiante medio de medicina… La forma en que el sistema médico lidia con el
trauma es que no lo hace. Al estudiante medio de medicina no le dan una sola
clase sobre la relación entre el trauma y las enfermedades físicas o mentales,
a pesar de la cantidad de pruebas documentadas al respecto. Así que hay una
gran brecha entre nuestra ciencia y nuestra práctica médica, y muchos médicos
acaban entendiendo esto tras salir de las facultades de medicina. Tienen que
averiguarlo por su cuenta, porque durante su formación no se les prepara para
ello. De hecho, su propia formación es a menudo tan traumática en sí misma, y
sus propios traumas no son tratados, por lo que simplemente no están preparados
para lidiar con los traumas de sus pacientes. Es algo que se ignora casi por
completo en la práctica médica. Respecto al asunto de “superar” los traumas y
de la resiliencia, hay una bella historia, además de verdadera, que mi amigo,
el Dr. Lewis Mehl-Madrona, quien tiene raíces en el pueblo Lakota Sioux, y que
es psiquiatra y médico, me contó. Él es también escritor. Y me contó que en la
tradición Lakota, cuando alguien se enferma, la comunidad le dice: “Gracias, tu
enfermedad representa alguna disfunción de toda nuestra comunidad, porque no
estamos separados. Tu cuerpo no está separado de tu mente, y tu mente no está
separada del resto de nuestras mentes. Nos cocreamos los unos a los otros. Tu
enfermedad representa alguna disfunción o algún desequilibrio de toda nuestra
comunidad. Así que tu curación es nuestra curación. ¿Cómo podemos apoyarte?”. Esa
es la forma tradicional en la que los pueblos indígenas entienden al ser
humano, algo que, por cierto, la ciencia moderna tiene más que validado, pero
que la medicina moderna sigue ignorando. Así que el peso de superar una
enfermedad no recae solo en ese individuo. En realidad, la resiliencia es
entendida como un esfuerzo comunitario y como un atributo comunitario. Y cuando
aíslas a las personas, las atomizas, les haces sentir culpables o débiles
debido a su enfermedad, y al decirles que superen sus traumas, simplemente las
estás avergonzando y aislando más, y estás afianzando la huella provocada por
esos traumas. Lo que la gente necesita es comunidad, contacto, compasión,
seguridad. Eso es lo que permite a las personas superar sus traumas, la
recomposición de la estructura ontologica del biotejido espiritual . Y
desafortunadamente, no es algo que tengan a su disposición.
AMY GOODMAN: Hay
unas cifras increíbles del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de EE.UU.
que revelan que la esperanza de vida en EE.UU. cayó de 79 años en 2019 a 76 en
2021, el mayor descenso en casi un siglo. Es algo sorprendente si se tienen en
cuenta los avances de la medicina moderna, pero tal vez no tan sorprendente
cuando te fijas en el tipo de sistema de salud que tenemos en este país, el
cual aumenta las disparidades entre quienes tienen riqueza y quienes no la
tienen, que es lo que ocurre con la salud en un sistema capitalista. ¿Podría
comentar algo a este respecto?
GABOR MATÉ: El
impacto de la desigualdad ha sido estudiado por Sir Michael Marmot, que es un
epidemiólogo británico y expresidente de la Asociación Médica Mundial. Y ellos
hablan de un gradiente social en el que, conforme más baja sea tu clase social,
mayores son los riesgos para tu salud. Y esto se ha sabido durante décadas.
Este declive en la esperanza de vida de la población de EE.UU. puede ser
analizado como una especie de patología misteriosa e individual o podemos
centrar la atención en las condiciones sociales que lo impulsan. Y gran parte
de eso se debe a la despoblación del corazón industrial estadounidense debido a
la globalización y la consecuente pérdida de un significado y propósito vital y
de un empleo digno. Esto es lo que se ha llamado en Estados Unidos “muertes por
desesperación”. Muchas de ellas son muertes por suicidio, sobredosis de drogas
y alcoholismo. Y el suicidio, las sobredosis de drogas y el alcoholismo son
resultados directos de una sociedad que priva a las personas de un significado
y un sentido de pertenencia, así como de un sentido de conexión, de saber que
son valoradas y de tener una motivación. Así que, como dije antes, podemos ver
estas manifestaciones como patologías individuales, sin ninguna explicación, o
podemos verlas como el resultado de una cultura tóxica. Es lo mismo que ocurrió
con el colapso de la antigua Unión Soviética: pérdida de puestos de trabajo,
pérdida de significado y propósito. La esperanza de vida de los hombres se
desplomó drásticamente en pocos años. Ahora estamos viendo el mismo fenómeno en
Estados Unidos.
AMY GOODMAN: El
título de su libro es “El mito de la normalidad: trauma, enfermedad y curación
en una cultura tóxica”. ¿Por qué no terminamos con esa cuestión de la curación,
tanto individual como socialmente?
GABOR MATÉ: Sí.
Si miras el origen de las palabras, algo que a menudo yo hago, la palabra
“heal”, curar en inglés, proviene de la palabra plenitud. Así que la curación
es en realidad un movimiento hacia nuestra plenitud. Hacia la realización de
nuestro ser que solo se realiza en el amor a Dios y a tu prójimo como a ti
mismo eso es el biotejido espiritual. Por lo tanto, si el trauma es una
división de nosotros mismos, por ejemplo, una separación de nuestros cuerpos,
como en el caso de V, que tuvo que desconectarse de su cuerpo para sobrevivir a
su infancia, entonces la curación es una reconexión con nosotros mismos. Y si
pensamos que el trauma no es las cosas terribles que nos han ocurrido, sino la
herida que sufrimos y portamos con nosotros, ese es un mensaje muy positivo,
porque significa que esa herida se puede curar en cualquier momento. Es decir que
podemos renacer espiritualmente de hecho cada vez que transferimos nuestro ser
estamos renaciendo. Si el trauma es lo que me pasó hace 77 años, cuando mi
madre me entregó a una desconocida, es algo que no puedo borrar. Pero si el
trauma es lo que yo hice que eso significara para mí, la herida que sufrí, el
sentimiento de que yo no era alguien digno de ser amado o valorado, esa herida
en nuestro interior puede ser curada en cualquier momento en tanto logre una
estructura objetiva de transferencia espiritual tanto externa como internamente
no se trata de solo pensar un nuevo significado sino de hacerlo realidad como
una alteración subversiva del mundo mi dasein revela a mi resein. Así que la
última y más larga sección del libro explora lo que llamamos “caminos a la
curación” o caminos hacia la plenitud. Ese es el significado de sanar. Hay
muchos caminos diferentes. No hay un único camino para todos. Tiene que
comenzar con el reconocimiento de que la forma en que vivimos y nos
relacionamos con nosotros mismos y con otras personas no es saludable. Puede
ser lo normal en esta cultura, pero no es saludable ni natural. Hay mejores
caminos. Y lo mismo es cierto para nuestra cultura. Y el primer paso esencial
es lo que yo llamo estar desilusionado. La gente suele pensar en la desilusión
como algo desalentador y negativo. No. ¿Prefieres estar ilusionado o
desilusionado? ¿Prefieres ver el mundo a través de lentes de color rosa, sin
ver lo que tenemos delante, o prefieres lidiar con la realidad tal y como es?
En el último capítulo del libro cito a James Baldwin, el gran James Baldwin,
quien dijo que no todo a lo que nos enfrentamos se puede sanar, pero nada que
no se enfrente puede sanarse.
AMY GOODMAN: Dr.
Gabor Maté, aclamado médico y escritor canadiense. Autor junto a su hijo Daniel
del nuevo libro “El mito de la normalidad”: trauma, enfermedad y curación en
una cultura tóxica”. El Dr. Maté estará esta noche aquí en Nueva York en el
centro cultural 92nd Street Y, donde conversará con Tara Westover, autora del
libro de memorias “Educated”. Y así terminamos nuestro programa. Para ver todas
nuestras entrevistas con el Dr. Maté, Visite democracynow.org. ¡Feliz
cumpleaños para Sam Alcoff! Democracy Now! está producido por Mike Burke, Renée
Feltz, Deena Guzder, Messiah Rhodes, Nermeen Shaikh, María Taracena, Charina
Nadura, Sam Alcoff, Tey-Marie Astudillo, John Hamilton. Soy Amy Goodman y a todo
el biotejido teatro loco A,S.que no ha estado alterando estos 24 últimos años.
Gracias por acompañarnos.
https://www.youtube.com/watch?v=3tUq4SYeXqs&t=3034s
https://www.facebook.com/christian.francorodriguez/videos/609157220986408
No hay comentarios:
Publicar un comentario